"No va a llegar el final de la pandemia en Uruguay hasta que haya alguna forma estable de lograr inmunidad: hasta que no haya una vacuna o varias. O que los tratamientos médicos sean tan efectivos que reduzca sensiblemente la cantidad de fallecidos", dijo el ingeniero y matemático Fernando Paganini, integrante del Grupo Asesor Científico Honorario del gobierno, en entrevista con César Bianchi para 970 Noticias.

Paganini también sostuvo que Uruguay tenía la situación controlada hasta el último brote en Rivera. "La preocupación (en Rivera) es poder tener algún control, alguna capacidad de testeo del lado brasileño de la ecuación. Hay una diferencia clara entre lo que se ha hecho de manera preventiva de un lado y del otro. Nos gustaría poder hacer más tests virales del lado de Santana do Livramento. Por eso queríamos tener una comisión binacional. Una chance es que Uruguay se pueda ocupar de testear a estos contactos, aunque sean brasileños. La idea es que del lado de allá la cosa también se controle", agregó el científico.

A Paganini también le inquieta la llegada del invierno y con él, los días más fríos. "Es que típicamente es la época de otro de infecciones y es más presión sobre el sistema de salud. El aislamiento ha bajado la prevalencia de otras enfermedades respiratorias. Incluso se ha bajado la gripe en los niños. En la medida que se mantenga el aislamiento social es posible que el impacto del invierno sea manejable", sostuvo.

Paganini explicó que en Rivera se empezaron a realizar pools de muestras, como forma de abaratar costos y ganar tiempo en los testeos. "Si uno tiene una situación donde espera que haya muy pocos positivos y quiere cubrir una población grande, uno junta 8 o 10 personas como una muestra en un solo tubo de ensayo, digamos, y a partir de ahí hace el análisis de PCR. Si no encuentra virus en esa muestra, bueno, eran todos negativos. Pero si lo encuentra y da positivo, se guardó otro poco de la muestra para ir a rastrear quién dio positivo. Ahorra capacidad de trabajo en testeos. Esa es la forma de cubrir poblaciones más grandes con tests, y ahí nos da más confianza de casos asintomáticos que no estábamos detectando", explicó en 970 Universal.

El experto dijo que el país sigue aprendiendo cómo lidiar con cada brote que aparece. Primero fue el casamiento en Carrasco, luego el Hospital Vilardebó, un residencial de ancianos, y ahora el del encuentro religioso en Rivera. Pero este fenómeno de multidiseminadores deja una clara enseñanza. "Permite decir que es fundamental evitar las aglomeraciones de personas. Ahora que se toman medidas de afloje parcial, como la vuelta a la escuela, que se vuelva pero con medidas de distanciamiento físico sostenido. Y el mensaje hacia afuera, hacia los ciudadanos es: esto no se terminó, hay que mantener el distanciamiento físico, porque estos brotes ocurren cuando hay aglomeraciones de personas", dijo.