Falleció este jueves en la ciudad de Carmelo, Colonia, el comprador de tres autos de lujo incautados al empresario y sindicalista argentino Marcelo Balcedo, informó El Eco Digital y confirmó Montevideo Portal. El 25 de marzo, el hombre, de iniciales J.J.B., fue el mejor postor del Chevrolet Camaro 2SS, el Porsche Panamera y la Range Rover 5.0 HSE Supercharged. Un amigo suyo que estaba en la sala donde se realizó la subasta, en el Radisson Victoria Plaza Hotel, y con quien se comunicaba telefónicamente, ofertó US$ 402.000 por los tres vehículos, pero al momento de pagar la seña, del 30%, no tenía el dinero para hacerlo, por lo que la Junta Nacional de Drogas (JND) y la Asociación Nacional de Rematadores y Corredores Inmobiliarios (Anrci) presentaron denuncia penal por estafa.
En la mañana del 25 de marzo, J.J.B. estaba en su casa enfermo y con oxígeno, y por esa razón le pidió a su amigo, de iniciales P.H., que oferte por los autos en su nombre. Esa fue la explicación del mejor postor a los rematadores tras la subasta, cuando le exigieron la seña. También aseguró que su amigo tenía campo y dinero para afrontar el pago, pero la hija del comprador lo desmintió unas horas más tarde.
El rematador de los autos, Mario Molina, informó a Montevideo Portal que iniciará, como presidente de la asociación de rematadores, una demanda civil por daños y perjuicios luego que finalice la Feria Judicial Extraordinaria dispuesta por la pandemia que rige hasta el 30 de abril inclusive. La asociación de rematadores exigirá el cobro de la comisión y la seña impaga: US$ 180 mil aproximadamente. En paralelo, Fiscalía investiga si existió delito.
Por otra parte, los organizadores del remate (JND y Anrci) reiniciarán el trámite administrativo en Presidencia de la República para realizar otro remate.
Evalúan pedir letra de cambio
Apenas terminó la subasta, Paola Fiege, esposa de Balcedo, destacó el precio alcanzado. "Están sobrevalorados, quizá porque eran nuestros. Es atractivo tener los autos de un líder", dijo Fiege a Montevideo Portal. "Logramos precios totalmente inimaginables", agregó el rematador en rueda de prensa tras la subasta.
"La asociación fue estafada el día del remate. No se cobró comisión ni seña; el alquiler de la sala (del remate) costó US$ 1.500; además hubo gastos en publicidad, armado, personal. Claramente hay daños y perjuicios, y como presidente de la asociación, no me puedo quedar quieto", dijo Molina este viernes.
El rematador agregó que además quedó afectada la imagen pública de la asociación, por lo que "seguramente" en la próxima subasta de los tres autos de lujo de Balcedo pida una letra de cambio al mejor postor. "Es una opción", aclaró.
La asociación busca alternativas para evitar que delincuentes a los que se les incautan los bienes pueden tomar acciones para frustrar el remate. Molina explicó que para la subasta del 25 de marzo "no se quiso pedir un depósito previo de los participantes para que pudiera participar la mayor cantidad de gente, y la única limitante que hubo fue el aforo permitido". De hecho, varios interesados en la subasta no pudieron ingresar a la sala porque estaba con aforo máximo permitido.
El rematador aseguró que es probable que en la próxima subasta "se pida un depósito previo o una letra de cambio en el momento de bajar el martillo, así uno baja el martillo y la persona muestra la cédula de identidad, para verificar el depósito o la letra, para que no vuelvan a pasar estas cosas".