Al ser consultadas sobre cuál es su actitud respecto al plebiscito que impulsa el Pit-Cnt y apoyan organizaciones sociales y algunos sectores del FA, un 61% de las personas encuestadas se manifestó “propensa a firmar”, según la última encuesta de Factum.
Ese porcentaje se divide, pues, en un 36% que “firmará seguro” y un 25% que “probablemente firmará”.
En cambio, hay un 38% que se manifestó “con dudas o no firmaría”. Así, ese porcentaje se reparte entre quienes tienen dudas sobre firmar o no (18%), quienes probablemente no firmarán (6%) y quienes están seguros de que no firmarán (14%).
En una encuesta realizada a fines de setiembre, realizada por Cifra, un 30% aseguró que firmaría, un 35% no firmaría y un 15% “probablemente firmaría”, según consignó La Diaria.
Por otro lado, del total de personas que seguro firmarán para habilitar el plebiscito, el 30% vota a la coalición republicana, según el relevamiento, que encuestó a unas 900 personas y fue realizado entre noviembre y diciembre del año pasado.
“Lo que llama la atención es que, dentro de los votantes de los partidos de la coalición —que ninguno apoya la recolección de firmas—, el 30% declara predisposición a firmar”, explicó el director de la encuestadora, Eduardo Bottinelli, en VTV noticias. En tanto, un 46% del total de votantes es partidario del Frente Amplio (FA), señaló.
A su vez, a entender del politólogo, “lo que se pone en consideración de la posible reforma constitucional impulsada a través del plebiscito despierta también cierto grado de apoyo de votantes de partidos que no están apoyando la reforma constitucional”.
Finalmente, la encuesta de Factum discriminó la intención de firmas a favor del plebiscito por clases sociales. Según recalcó Bottinelli, las clases medias-altas y altas “son las menos proclives a firmar”. La clase media tiene una propensión del 36%, que “es lo mismo que en el total”, puntualizó.
En tanto, quienes son más proclives a firmar son las clases media-baja y baja, que son el 43 y 44%.
“Acá hay un dato interesante, que es que las clases media-baja y baja tienden a tener menor interés en la política. Entonces efectivizar la firma es más difícil cuanto menos interés en la política; es decir, tiene que haber una proximidad, un músculo militante, digamos, para recoger la firma mayor en los sectores que son más proclives a firmar. Esto es un desafío para quienes recolectan las firmas”, finalizó el director de Factum.