La ex primera dama argentina Fabiola Yañez declaró este martes durante cuatro horas ante la Justicia de su país por vía telemática desde Madrid en el caso por sus denuncias contra su expareja y expresidente Alberto Fernández (2019-2023) por presunta violencia machista.
Yañez entró al consulado argentino en la capital española sobre la hora 15:10 (hora de España), vestida de blanco y con gafas de sol, sentada en el asiento trasero de un vehículo. Salió más de cuatro horas después, dentro del mismo vehículo, tapada y a gran velocidad.
A las puertas del consulado, su abogada, Mariana Gallego, dijo que por cuestión de “confidencialidad” no podía dar detalles ni iba a responder preguntas “porque para eso está la justicia”, pero sí dio que su cliente “pudo declarar, se sintió muy apoyada por la prensa, por la gente, y sobre todo por la UFEM (Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres), la fiscalía y el juzgado que está interviniendo” en el caso.
Según la letrada, “ahora solo queda confiar en la justicia y seguir los pasos procesales”, que seguramente no implicará que Yañez tenga que volver a declarar. El exmandatario argentino niega todas las acusaciones.
Horas antes de la declaración, la ex primera dama argentina afirmó en un escrito que el expresidente Fernández la obligó a abortar en 2016, según informaron este lunes medios locales, y solicitó a la Justicia ser querellante en la investigación abierta por presuntas lesiones en contexto de violencia de género.
Aseguró que Fernández ejerció “violencia reproductiva” en el inicio de una relación de pareja en la que hubo episodios de “hostigamiento y violencia”, además de “acoso psicológico”, que eran “constantes”. Además, planteó que sufrió “lesiones graves” que “dejaron secuelas de daño psicológico hasta el día de hoy”.
La pareja tuvo en abril de 2022 un hijo, Francisco, que actualmente reside en Madrid con ella.
Yáñez decidió impulsar el 6 de agosto la denuncia después de que la Justicia argentina, en el marco de una investigación por presunto tráfico de influencias del exmandatario, hallara en un teléfono móvil de una secretaria de Fernández conversaciones e imágenes que indicarían la posible comisión del delito de “lesiones leves en contexto de violencia de género” a su expareja.
La ex primera dama pidió que el caso sea calificado por el presunto delito de “lesiones graves” y no “leves”, “agravados por el vínculo y por haber sido cometidos en un contexto de violencia de género bajo abuso de poder y autoridad, en concurso real con amenazas coactivas”.
Tras la denuncia, el juez federal Julián Ercolini prohibió salir de Argentina al político peronista y le ordenó no acercarse ni contactar por ninguna vía con Yáñez, quien manifestó estar padeciendo “terrorismo psicológico” por parte de Fernández.
El propio Ercolini rechazó la solicitud del exmandatario de presenciar la declaración telemática de Yáñez, según medios locales.
En ese sentido, la abogada Susana Carreira, quien representa a Fernández, expresó su indignación por no poder preguntar a la actriz y periodista durante la audiencia e indicó que la declaración de Yañez “no es válida” y que no pudo exponer las preguntas para la defensa de su cliente.
A primera hora de este martes, Fernández negó las acusaciones en una entrevista concedida al diario español El País y dijo que no se lo “tiene que contar a los diarios”, sino “probarlo ante la justicia” y que las desmontará en los tribunales.
“Yo sigo diciendo lo mismo”, afirmó el exmandatario argentino, y añadió: “Estoy siendo acusado de algo que no he hecho. No he golpeado a Fabiola. Nunca he golpeado a una mujer”.
EFE
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