El Fondo Monetario Internacional (FMI) y Argentina llegaron a un nuevo acuerdo técnico sobre la revisión de los objetivos y las metas del acuerdo de refinanciación de la deuda contraída en 2018 por este país con el organismo.
El acuerdo está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas entre los representantes de la Casa Rosada y los de la institución transnacional.
A raíz de esta nueva revisión, que deberá ser ratificada por el Directorio Ejecutivo del Fondo, el país vecino recibirá un desembolso de 7.500 millones de dólares.
En su comunicado, el FMI recordó que se trata de un acuerdo “a nivel de personal técnico” sobre la quinta y la sexta revisión en el marco del acuerdo del Servicio Ampliado del Fondo (EFF, por sus siglas en inglés) de 30 meses de Argentina, alcanzado en 2022.
Una vez completadas las revisiones quinta y sexta, Argentina tendrá acceso a alrededor de 7.500 millones de dólares, que llegarán al país en la tercera semana de agosto.
El acuerdo de refinanciación de la deuda, contraída en 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), tendrá la próxima revisión en noviembre, luego de lo cual habría un segundo desembolso de dólares por parte del FMI, según informó Clarín.
El diario argentino informa además que el paquete monetario de agosto no llegará a tiempo para pagar los vencimientos de alrededor US$ 3.000 millones que Argentina tiene que saldar la semana que viene, el ministro de Economía, Sergio Massa, recurrirá a préstamos “puente” con organismos multilaterales como la CAF, el Banco de Desarrollo de América Latina, al que le pidió el jueves pasado US$ 1.000 millones. Los créditos de estos préstamos estarían garantizados por el dinero que llegará del FMI.
El Fondo reconoce que desde la finalización de la cuarta revisión del acuerdo el 31 de marzo, la situación económica de Argentina se ha vuelto “muy desafiante” y no se pudieron cumplir los objetivos clave del programa hasta finales de junio debido sobre todo al impacto mayor de lo previsto de la sequía, que afectó de forma “significativa” a las exportaciones y los ingresos fiscales.
El FMI también lo atribuye, no obstante, “a los desvíos y retrasos en las políticas” que debe aplicar el Gobierno argentino.
Considera que dichos retrasos y desvíos “han contribuido a una fuerte demanda interna y una balanza comercial más débil” y eso ha llevado a no cumplir con los criterios de desempeño para la acumulación de reservas internacionales netas, el saldo fiscal primario y el financiamiento monetario del déficit fiscal a los que el país tenía que haber llegado a finales de junio.
También ha habido incumplimientos en las prácticas relativas a la moneda con la introducción de nuevas medidas cambiarias administrativas temporales.
El acuerdo incluye un “conjunto secuencial de medidas para reconstruir las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal, protegiendo al mismo tiempo la infraestructura crítica y el gasto social”. Estos pasos están destinados a “fortalecer el programa”.
En materia de política cambiaria, para sostener la demanda de pesos y hacer frente a la alta inflación, las autoridades continuarán asegurando que las tasas de política monetaria se mantengan suficientemente positivas en términos reales.
Además, la política monetaria seguirá siendo un instrumento clave para contener las presiones del mercado, con intervenciones en los mercados d paralelos y de futuros de divisas centradas en abordar situaciones de condiciones desordenadas.
La meta de déficit fiscal primario para 2023 se mantiene sin cambios en un 1,9 % del PIB.
Para cumplirlo será necesario “un mayor endurecimiento” de la política fiscal en el segundo semestre de este año, junto con “otras medidas acordadas de ingresos y gastos, protegiendo los programas sociales y de infraestructura prioritarios”.
Por el lado de los ingresos, “los nuevos impuestos sobre el acceso a divisas para bienes y servicios importados y las nuevas medidas para movilizar la liquidación de exportaciones ayudarán a compensar los menores derechos de exportación resultantes de la sequía”.
Por el lado del gasto, el Fondo avisa que “siguen siendo necesarios esfuerzos para contener el crecimiento de la masa salarial” y actualizar las tarifas de energía para “reflejar mejor los cambios en los costos de producción”, mejorando al mismo tiempo “la progresividad del sistema”.
También se acuerda “fortalecer los controles de gasto a través de una asistencia social mejor focalizada” y una mayor racionalización de las transferencias corrientes a las provincias y empresas estatales.
El Fondo recalca que la senda fiscal acordada no supone una dependencia adicional del financiamiento monetario directo del déficit fiscal y valora los “recientes y exitosos canjes voluntarios de deuda” que han reducido significativamente los riesgos de refinanciación y se espera que apoyen la movilización de financiamiento interno neto adicional durante el resto del año.
En el comunicado, el FMI destaca que las autoridades argentinas se han comprometido a “aplicar firmemente el paquete de políticas en las próximas semanas y meses, y adaptarse de manera proactiva a la evolución de las condiciones externas e internas”.
“También subrayaron una vez más su compromiso continuo de mantenerse al día con sus obligaciones financieras con el Fondo, en línea con sus objetivos de sostenibilidad externa”, añade el comunicado.
Massa está tranquilo
Massa dijo este viernes que el acuerdo técnico alcanzado da “tranquilidad” a Argentina en el contexto electoral que vive el país.
“(El acuerdo) Nos permite recorrer la segunda parte del año, que obviamente marcada por lo electoral genera a veces incertidumbre o dudas, con mucha más tranquilidad; así que para nosotros es una muy buena noticia”, aseveró el también aspirante a la Presidencia de Argentina en un comunicado difundido por su cartera.
El ministro, que está en San Juan en plena campaña hacia las elecciones primarias, que se celebran el 13 de agosto y en las que debe ratificarse su candidatura para las presidenciales de octubre, reiteró que este acuerdo concede a los argentinos “la tranquilidad de que una de las cosas que aprueba el ‘staff’ es la facultad y capacidad de intervención del Banco Central”.
El titular de la cartera de Economía volvió a atacar a la anterior administración, la de Macri que contrajo la deuda con el FMI “para financiar la salida de lo que era en ese momento era el carry trade de los fondos de inversión de Estados Unidos”.
Esta declaración alude a la “estabilidad” que, en opinión del ministro, otorga a “quienes producen” y “quienes tienen que mirar su perspectiva de precio y de rentabilidad” la posibilidad de contar con dólares financieros, así como “la acumulación de reservas” para “quienes importan y necesitan bienes intermedios”.
También habló de que la oposición “intentó trabar el acuerdo” en términos de atacar al Gobierno, “sin pensar que arriba de este barco vamos todos los argentinos”.
“Es un gravísimo error porque a la Argentina a la hora de gobernar la responsabilidad la tenemos que tener quienes gobernamos y quienes hacen oposición. La mejor forma de construir orden, la mejor forma de dar tranquilidad a la gente, es que quienes somos Gobierno y quienes son oposición tengan responsabilidad”, agregó.
En base a información de EFE