Los artículos 500 y 501 de la ley de urgente consideración modifican la forma en que se crean nuevas áreas protegidas en el Uruguay, estableciendo como condición que los propietarios de las tierras ubicadas dentro de las áreas de interés brinden su consentimiento expreso. De aprobarse estos cambios, la inclusión de nuevas áreas dependerá de la voluntad de particulares, primando el interés individual sobre el interés general.
Más de 30 organizaciones sociales y colectivos vinculados a la educación y protección medioambiental remitieron días atrás una carta al Poder Ejecutivo y al Parlamento, solicitando que no se realicen las modificaciones propuestas por la Ley de Urgente Consideración (LUC) al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).
Una de las modificaciones incluidas en la ley de presupuesto 17.930 de 2005 fue la eliminación del párrafo "Lo dispuesto en el inciso anterior regirá para los casos de áreas pertenecientes al patrimonio del Estado, así como de los particulares que a tales efectos prestaren su consentimiento".
"De esta forma, en los casos en los que no se consiguiera el consentimiento del propietario, el predio puede quedar ingresado de todas formas a un AP (área protegida). El propietario no pierde su propiedad ni la capacidad de hacer explotación agropecuaria, pero debe ajustar la misma a actividades congruentes con los objetivos del área", dice la petición de organizaciones sociales. Sin embargo, la inclusión de estos dos artículos vuelve a la redacción del 2000.
Varias de estas organizaciones presentarán un recurso de inconstitucionalidad basado en el principio de no regresión y gradualidad.
El relator sobre medio ambiente de Naciones Unidas, David R. Boyd, envió una carta a Uruguay sobre los artículos 500 y 501 de la LUC.
En su carta, a la que accedió Montevideo Portal, Boyd señala que "el establecimiento de zonas protegidas es un elemento clave de los esfuerzos nacionales para proteger la diversidad biológica".
El experto de la ONU recuerda que "Uruguay se encuentra en el último lugar en Sudamérica en términos de área de protección ambiental y es, además, uno de los países a nivel global que tiene menor superficie de área con protección ambiental".
"Uruguay, como Estado Parte de la Convención de Diversidad Biológica de las Naciones Unidas, firmó el pacto de las Metas Aichi de la Convención sobre Diversidad Biológica 2011-2020, estableciendo como las nacionales a 2020, para la conservación de la biodiversidad biológica y su uso sostenible, establecer al menos el 15% de la superficie continental por medio del Sistema Nacional de Áreas Protegidas y por medio de otras medidas de conservación (Reservas de Biósfera, Sitios RAMSAR, protección de bosque nativo y suelos categorizados como rural natural) integradas en los paisajes terrestres y marinos más amplios", agrega el texto.
El relator sobre medio ambiente de Naciones Unidas explica que "el pleno disfrute de los derechos humanos, incluidos los derechos a la vida, la salud, la alimentación y el agua, depende de los servicios prestados por los ecosistemas".
"La provisión de servicios eco sistémicos depende de la salud y la sostenibilidad de los ecosistemas, que a su vez dependen de la biodiversidad. Por lo tanto, el pleno disfrute de los derechos humanos depende de la biodiversidad, y la degradación y pérdida de la biodiversidad socava la capacidad de los seres humanos para disfrutar de sus derechos humanos", añade en su carta.
Por otro lado, con el fin de cooperar Boyd cuestiona: "¿podrían ustedes aclarar cómo los cambios legislativos propuestos ayudarán a Uruguay a cumplir sus compromisos internacionales en materia de medio ambiente y derechos humanos?".
"¿Podrían ustedes explicar cómo esta decisión ayudará a Uruguay a tomar las medidas necesarias para cumplir el objetivo, como se indica en su Estrategia nacional para la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica 2016-2020, de conservar al menos el 15% de su área continental y el 2% de su superficie marina, mediante su Sistema Nacional de Áreas Protegidas y otras medidas de conservación?", pregunta el experto de la ONU.
Por último, Boyd recuerda que Uruguay "ha estado a la vanguardia de los esfuerzos basados en los derechos para hacer frente a la crisis climática (por ejemplo, pasando de los combustibles fósiles a la electricidad renovable)".
"Tengo la esperanza de que el Uruguay demuestre un liderazgo similar al abordar la crisis de la diversidad biológica", concluye la carta.
Montevideo Portal
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