Este martes se realizó el Consejo Nacional Consultivo de Lucha contra la Violencia Doméstica, que tuvo la participación del consultor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Atilio Macchiavello Rodríguez.
De nacionalidad chilena, Macchiavello comentó sobre los criterios internacionales para tratar la violencia de hombres hacia mujeres, y analizó los diferentes trabajos en distintos países.
"Lo que se hace es una reeducación, que el hombre pueda reconocer su violencia, pueda problematizarla y conocer lo que está en la base de esta violencia, conocer cómo piensa, cómo estructura, cómo ve a la mujer, cómo se representa a la mujer, que deje de verla como un objeto, como una propiedad y que pase a verla como un par, como una compañera", analizó el chileno y agregó que "cuando eso se va logrando, el hombre va dejando esta violencia que, básicamente, es un abuso de poder en la relación íntima".
Según comentó, varios estudios comparativos entre hombres asistidos por un programa puntual y hombres sometidos a medidas judiciales (multas y restricciones de la libertad) evidenciaron que, luego de un año, los que participaron de la reeducación concretaron un cambio significativo respecto a los sancionados, "una diferencia de casi 70 % en favor de quienes cambiaron sus actitudes".
"Vale la pena implementar un programa educativo, pero se debe hacer bajo ciertos criterios de calidad. No es una psicoterapia, es una reeducación. Los programas no pueden funcionar aislados, deben hacerlo en una red interinstitucional", explicó.
El especialista contó que "es necesario comprender" que en todas las sociedades los hombres han ejercido violencia contra las mujeres. "Cuando nosotros tendemos a hablar de ‘estos hombres', tendemos a hacer una separación arbitraria, como si fueran unos pocos o tuvieran un trastorno particular, y esa no es la realidad. La idea es llegar a todos los hombres. Existen quienes ejercen violencia física, otros psicológica, otros violencia física y sexual", añadió.
El consultor recordó la incidencia de la organización social en patriarcado, que data de hace 5.000 años, y determinó que hombres ocupen puestos de decisión en la mayoría de las instituciones, espacios religiosos, parlamentarios, empresariales, municipios o alcaldías. Recordó que aún los hombres son mayoritarios en los cargos de poder.
En cuanto al uso de las tobilleras, sistema empleado en Uruguay, el experto dijo que esta modalidad procura controlar a la población más peligrosa, hombres que evaden las medidas cautelares y que no responden a la reeducación, sino que requieren de un control externo para, recién entonces, pensar que pueden estar equivocados por lo que hicieron.
"Todos los esfuerzos para detener la violencia contra las mujeres son absolutamente necesarios", concluyó.