Un tribunal japonés condenó este miércoles a los exdirigentes del operador de la central nuclear de Fukushima a pagar 13,32 billones de yenes (97.000 millones de dólares) por no haber evitado el desastre de 2011, según informaron los demandantes.
Los cuatro exdirigentes de la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO) fueron condenados a pagar esta suma en concepto de daños tras una demanda presentada por los accionistas por el desastre nuclear que provocó un enorme tsunami hace más de una década.
Los demandantes salieron del tribunal de Tokio con pancartas en las que se leía "los accionistas ganan" y "se reconoce la responsabilidad".
Los abogados de los querellantes celebraron la sentencia y dijeron que era la mayor indemnización jamás concedida en un juicio civil en Japón.
"Existen riesgos de errores humanos en cualquier tecnología. Pero las centrales nucleares pueden causar daños irreparables a las vidas humanas y al medio ambiente", dijeron los demandantes en una declaración tras el fallo.
"Los directivos de las empresas que operan esas centrales nucleares tienen una enorme responsabilidad, que no puede compararse con la de otras empresas", agregaron.
Para los accionistas, la catástrofe podría haberse evitado si los dirigentes de TEPCO hubieran aplicado medidas preventivas.
Los exdirigentes estimaron que los riesgos no se podían haber previsto.
"Volvemos a expresar nuestras más sinceras disculpas a los habitantes de Fukushima y a los miembros de la sociedad en general por haber causado problemas y preocupaciones", dijo un portavoz de TEPCO en una declaración leída a la AFP.
El vocero declinó hacer comentarios sobre la sentencia, incluyendo si habría una apelación.
Hiroyuki Kawai, abogado de los accionistas, calificó la decisión de "histórica".
"Somos conscientes de que 13 billones de yenes están muy por encima de sus capacidades de pago", dijo a los periodistas, señalando que los demandantes esperan que paguen todo lo que sus activos les permitan.
- "Años de jubilación en la miseria" -
Tres de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima estaban en funcionamiento cuando un enorme terremoto submarino provocó un devastador tsunami el 11 de marzo de 2011.
Se fundieron después de que sus sistemas de refrigeración fallaran cuando las olas inundaron los generadores de reserva, lo que provocó el peor desastre nuclear desde el ocurrido en abril de 1986 en Chernóbil (Ucrania).
Alrededor del 12% de la región de Fukushima fue declarada insegura en un primer momento, aunque ahora esa situación afecta a solo el 2% del territorio. De todos modos, las poblaciones de varias ciudades son actualmente mucho menores que antes del accidente.
Además de los accionistas del grupo, varios supervivientes de la tragedia han demandado a TEPCO.
Este año, seis demandantes que afirman que desarrollaron cáncer de tiroides debido a la exposición a la radiación llevaron a la empresa a los tribunales.
En 2019, un tribunal absolvió a tres exdirigentes de TEPCO en el único juicio penal por el desastre.
Esas tres personas se encuentran entre los cuatro condenados en la sentencia del miércoles.
Se enfrentaban a una pena de hasta cinco años de prisión si eran declarados culpables de negligencia profesional con resultado de muerte y lesiones, pero el tribunal dictaminó que no podían haber previsto la magnitud del tsunami que desencadenó el desastre.
Cuando se presentó la demanda en 2012 Kawai dijo que había que hacer pagar a los altos directivos de TEPCO.
"Puede que tengan que vender su casa. Puede que tengan que pasar sus años de jubilación en la miseria", afirmó entonces.
"En Japón no se puede resolver nada y no se puede avanzar sin asignar responsabilidades personales", agregó.
La compañía trabaja en un largo proceso de desmantelamiento de la planta que debería durar décadas y que es muy costoso.
El tsunami de 2011 dejó 18.500 muertos y desaparecidos.
Hiroshi Hiyama / Tomohiro Osaki - AFP