Miriam Arnejo asumió la dirección del Liceo No 1 de San José en el año 1999, cargo en el que finalizó su gestión por retiro el pasado 28 de febrero. Estaba de licencia desde el 30 de noviembre de 2020.
La funcionaria cobró recientemente notoriedad a nivel nacional luego de que las actuales autoridades de Secundaria revisaran la denuncia que presentara en el año 2019, en la que acusaba a algunos profesores de la institución de tomarse fotografías de carácter presuntamente proselitista dentro de la institución, como parte de una campaña en oposición al referéndum "Vivir sin miedo".
La revisión, solicitada por Arnejo a las actuales autoridades hizo que a fines del pasado mes varios profesores fueran observados y sumariados. Esta resolución fue respondida a su vez con medidas de lucha organizadas por la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes).
"Toda esta problemática estaba planteada del año pasado, cuando yo moví el expediente que había presentado sobre una situación anómala en 2019 y que el Consejo saliente en marzo de 2020 archivo sin analizar, y sin darme una respuesta, explicó Arnejo en declaraciones a Informativo Carve.
La exjerarca añadió que en aquel entonces transmitió a sus superiores jerárquicos lo ocurrido, pero no contó con el apoyo de estos. Así las cosas, decidió "hacer lo que marca la reglamentación" porque "el director está obligado informar a las autoridades si se producen hechos anómalos".
"Fundamenté todo con la normativa y elevé el informe con las fotos que un periodista local me había mandado", añadió, refiriéndose en particular a dos imágenes. En una de ellas, los docentes ahora sumariados posaban frente al liceo, y en la otra aparecían dentro de este.
"Tiempo después, en mayo de 2020, pregunté qué había pasado y me dijeron que el expediente había sido archivado el 11 de marzo sin ser analizado y sin un fallo del Consejo saliente". Según la exdirectora, esto, "era una práctica sistemática de los Consejo en administraciones anteriores, especialmente en actividades vinculadas a lo gremial".
Por otra parte, las diferencias entre Arnejo y uno de los docentes y dirigentes sindicales, Marcel Slamovitz, se arrastraban desde antes.
El conflicto habría surgido debido a que Slamovich, además de gozar de las horas libres por actividad sindical que le corresponden por derecho, habría gestionado cientos de horas libres adicionales entre 2016 y 2017, apelando a formularios que no tendrían validez.
"En 2017 faltó más de cien horas que yo, inocentemente justifiqué" porque "por ese formulario -con membrete sindical- todos justificábamos", reconoció la ex jerarca. Sin embargo, cuando ese mismo año llegó a acumular 140 horas libres por esa vía, además de su licencia sindical", Arnejo solicitó audiencia en el Consejo. "Me atendió la consejera Celsa Puente y me dijo que por ese formulario no podía justificar nada, que no tenía valor, que él tenía licencia sindical y que debía usar las horas de esa licencia", refirió.
Tras esa comunicación, la funcionaria decidió denunciar lo que ocurría. "Organicé toda la información y la presenté en Jurídica". Posteriormente, "ese trámite también fue archivado" a instancias de "un integrante del Consejo, amigo cercano de Slamovitz, que siempre lo cubrió y siempre le sacó las castañas del fuego". Interrogada sobre la identidad de dicho integrante, prefirió no revelar su identidad.
Finalmente, y luego de que Arnejo pidiera explicaciones, desde el Consejo el caso se laudó con la disposición de que el docente recuperara esas horas con aulas de apoyo, algo que la exdirectora considera que "era imposible", debido a que "a pesar de que él no había dado clases regularmente, todos sus alumnos tenían nota de promoción", razón por la que ninguno de ellos se presentaría a recibir esas clases de apoyo.
"Fue todo un simulacro, le regalaron más de 140 horas" en 2017, y "una cantidad similar en 2016", aseveró.
Pese a las obvias diferencias con Slamovitz, Arnejo coincidió en las recientes declaraciones de este, en las que señaló que los docentes sumariados eran "intachables".
"Por desgracia, en ese grupo observado hay gente con excelente calidad académica", admitió, y aseguró haber tenido siempre presente eso.
"Durante años, la mayoría de los docentes de este grupo han sido calificados por mí con el máximo, que es de 100 puntos. Y ese juicio numérico fue acompañado por mí con las mejores apreciaciones por escrito", aseveró.
"Es así; por un lado la calificación al docente por su desempeño y por el otro la observación por lo que fue un hecho anómalo. Yo soy profesional, no mezclo las cosas", añadió.
Finalmente, Arnejo consideró que algunos profesores priorizan su carácter sindicalista por sobre su profesión, y dijo que "Fenapes es un gremio destructivo" y que "pone permanentemente palos en las ruedas".
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