Quien fuera hasta marzo el director de Evaluación y Monitoreo del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Juan Pablo Labat, reaccionó a las críticas que diversos jerarcas del gobierno emitieron acerca de las cifras de informalidad y pobreza luego de que se dispararan los pedidos de ayuda económica a trabajadores informales y de seguro de desempleo para los formales.
Pero, además, el líder de Cabildo Abierto fue un poco más allá y aseguró que también pueden estar distorsionadas las cifras de pobreza: "Descubrimos con cierta sorpresa que los números que manejábamos de gente en la informalidad y la pobreza eran muchísimos mayores que los números que se manejaban públicamente para el 1º de marzo. Hay decenas de miles en la informalidad, decenas de miles que dependen del Mides, que precisan urgentemente una ayuda".
"Los números oficiales hablaban de una pobreza inferior al 8 % que indudablemente no refleja la realidad que estamos descubriendo forzados por esta situación a veinte días de haber asumido. Nadie puede pensar que esta inmensa cantidad de uruguayos en estado de tanta fragilidad ocurrió en veinte días. Esta realidad era la que existía al 1º de marzo", agregó Manini en declaraciones a Azul FM.
Con respecto a estas críticas, Montevideo Portal consultó Labat, quien aseguró que algunos jerarcas "siguen en campaña electoral" y distorsionan la realidad al referirse de esa forma a las cifras oficiales.
En primer lugar, Labat aseguró que "la pobreza monetaria", que es como se mide oficialmente en Uruguay, no es el único método y puede admitir otras lecturas debido a que la pobreza puede ser multidimensional.
En este sentido, Labat afirmó que "la pobreza monetaria no siempre es el único indicador de bienestar social que hay que mirar", por lo que el Mides "hace tiempo viene advirtiendo eso".
Sin embargo, si se toma en cuenta ese índice, el oficial, actualmente somos testigos de un "shock de empobrecimiento por ingresos" que claramente afecta las cifras y en los próximos meses aumentará la cantidad de gente por debajo de la línea de pobreza.
"Hemos entrado en un espiral recesivo muy fuerte que viene de la mano con la paralización de la economía. Se esperan momentos complejos en el mundo y en Uruguay", dijo Labat, quien afirmó que hay gente que "no se va a empobrecer de un día para el otro", pero que a la larga, si obtiene menos ingresos, sí lo hará.
Así las cosas, Labat dijo que "lo que está mal es continuar con la campaña electoral y la especulación política para echarle la culpa a alguien de lo que sucede".
"Si tenemos dudas sobre las estadísticas, que me parece una apreciación un poco triste, hay que plantearlo correctamente. Se pueden tener muchas discrepancias con la medición de la pobreza, lo que hay que tener cuidado es de qué se está dudando, de cómo se mide o qué se mide", expresó.
"Valdría la pena que los políticos leyeran el proceso de los últimos años de qué se ha hecho en esta materia. No puede ser que alguien a esta altura dude de las cifras de informalidad. Que alguien venga a decir ahora que le sorprende que haya un 25 % de informalidad es porque no leyó más que Patoruzito. Está publicado en todos lados", expresó.
En este sentido, llamó a desasociar la informalidad de la pobreza estructural. Labat señaló que habitualmente las políticas sociales están destinadas a apoyar a la gente en condiciones de pobreza estructural, pero aseguró que mucha gente que está en la informalidad pertenece a la clase media, por lo que una vez disminuidos sus ingresos queda sin políticas que lo ayuden.
Esta población es, precisamente, una de las que corre riesgos de quedar bajo la línea de pobreza si la economía no se reactiva rápidamente y vuelve a encontrar fuentes de ingresos.
"Los diseños de esos programas (como la Tarjeta Uruguay Social) siempre fueron en función de la pobreza estructural y no de la informalidad. Si bien hay mucha relación, la informalidad es un fenómeno distinto, hay gente de clase media que también vive de la informalidad o la semiformalidad", aseguró.
Labat señaló que la gente amparada en el seguro de desempleo podrá pasar de mejor manera estos meses de recesión, pero aquellos en la informalidad quedarán desamparados si el Estado no favorece una ayuda económica.
"El informal, esté en el primer decil de ingresos o en el quinto, de un día para el otro se quedó sin ningún tipo de respaldo", expresó, aunque recalcó que "Uruguay es el país con menos informalidad y tiene mucho menos que hace 15 años".
Así las cosas, Labat dijo que las críticas a las cifras en lugar de la búsqueda de soluciones "son oportunismos que no ayudan". "No surge de todo esto de que los líderes plantearon una crítica a las mediciones de la pobreza para mejorar, sino que generan sospechas sobre lo que se decía antes. Lo que precisamos ahora es juntar esfuerzos para realmente hacer un ahorro sustantivo entre toda la sociedad, que hasta ahora es absolutamente insuficiente", agregó.
"Vincular esta situación con la anterior al 1° de marzo me parece mezquino. O hay mala fe o mucha ignorancia. Lo que va a haber ahora es un empobrecimiento por ingresos. La línea de pobreza es monetaria. La cuenta es simple, si mañana te reducen el trabajo y pasás a ganar la mitad, la posibilidad de ser pobre es inmediata. Entonces, es muy importante entender que la pobreza por ingresos es muy fluctuante y que con estas dinámicas la pobreza sube muchísimo de un día para el otro", señaló.
Ya en 2015, un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Uruguay señalaba que, si bien la clase media se había duplicado en los últimos años, la mitad de las familias que la integran se encuentran en situación vulnerable a caer en la pobreza. Según el estudio, el 51,8% de los uruguayos era en aquel año de clase media vulnerable, lo que quiere decir que tiene un riesgo mayor al 10% de caer en la pobreza.
Labat dijo que "si estás haciendo política" y se duda de las cifras oficiales "lo único que se hace es llamar a la desconfianza", por lo que expresó que "hay gente que sigue en campaña electoral a pesar del coronavirus y todo lo grave que esto trae".