El dirigente del Centro de Estudiantes del Instituto Profesores Artigas (Ceipa), Maximiliano Santos, se refirió este lunes a los hechos acontecidos el pasado jueves, en los que el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública, Robert Silva, fue agredido verbalmente y el vehículo que lo transportaba fue dañado.
Silva afirmó en el programa En Perspectiva de Radiomundo que los integrantes de los gremios estudiantiles y docentes deberían hacerse cargo del clima de crispación que desencadenaron en los hechos ocurridos en el Centro Cultural del Cerro.
Santos aseguró que las palabras del presidente del Codicen los “asusta e impacta” porque entienden que, con sus dichos, se genera una “despersonalización” de los sindicatos y que los deja como “actores que no pueden decir” porque, de lo contrario, son “totalitarios o personas que no queremos que suceda absolutamente nada”.
“Lo que pasó el otro día, por ejemplo. En ningún momento Robert Silva planteó que los patovicas que habían contratado, y que no nos dejaron entrar, nos cagaron a patadas por lo bajo. Y eso la cámara no lo captó, entonces me parece que el presidente del Codicen plantea visiones dicotómicas. A quien se violentó primero fue a nuestros compañeros que intentaron entrar a hablar en un espacio donde, se supone, era un diálogo abierto, pero resulta que había solo 40 lugares y más de la mitad estaban ocupados por las autoridades, entre ellos, diputados colorados y autoridades del Codicen”, planteó el estudiante.
En este sentido, Santos expresó que había cuatro o cinco personas que estaban custodiando la puerta que “alguna experiencia policial tenían” porque “fueron bastante vivos” de pegarles patadas por lo bajo “para que no saliera en cámara”.
“Nosotros estamos evaluando esta situación porque realmente tampoco queremos seguir centrando y particularizando hechos concretos, cuando nosotros estamos discutiendo cosas profundas. Lo único que se está haciendo es volver a particularizar las cosas y no convocar a ámbitos reales de discusión con estudiantes y docentes. Si el presidente dice ‘voy a hacer un diálogo’, pero no nos deja dialogar y no crea los ámbitos de discusiones amplios, se nos niega la posibilidad de generar otros espacios donde realmente podamos construir esta transformación”, sostuvo.
En el relato de la crónica, el dirigente agregó que dejaron entrar solo a dos compañeras para que formaran parte de la discusión y, a una de ellas, se le “apagó el micrófono”. “Se le dijo que ya estaba”, indicó, y agregó que luego se dio lo ya conocido.
Consultado sobre si los sindicatos recogen el guante de los dichos de Silva sobre “bajar la pelota al piso” y no generar los ámbitos de crispación, el integrante del Ceipa respondió que las autoridades se “re deben hacer cargo” porque, a su entender, el clima “lo están generando los actores de gobierno”.
Finalmente, Santos consideró que en el encuentro “Cara a cara” que planteó el presidente del Codicen “se escenificó algo” para que el presidente “pudiera resaltar”.
“Por lo que tenemos entendido de la gente del barrio, en realidad, no tiene luz el lugar donde fueron a dar la charla y le pusieron la luz (la sacaron del liceo de atrás) solo para que vaya el presidente. Pusieron alrededor de 40-50 sillas para las autoridades de la educación, para diputados colorados, no se nos permitió entrar y cuando se nos permitió apagaron el micrófono, y la única estudiante que había ahí casi alaba al presidente del Codicen con una bandera de Uruguay, agradeciéndole todo lo que había hecho. Entonces, si esto que está haciendo no es un teatro, nosotros no sabemos qué es lo que es”, sostuvo.
“Nosotros exigimos de que se abran canales de discusiones reales y que se pretenda que esta reforma no sea con vicios autoritarios”, concluyó.