Desde el principio del brote se han registrado 3.565 muertos y más de 113.000 casos en el estado -63.000 solamente en la ciudad de Nueva York-, casi tantos como en Italia o España, donde los balances de víctimas mortales son más altos.

"Aún no hemos alcanzado el pico" de la epidemia, "pero nos acercamos a ello", declaró el gobernador demócrata durante una rueda de prensa, en la que destacó que la progresión de la enfermedad era especialmente rápida en Long Island.

Para evitar la saturación de los hospitales, las autoridades locales han emprendido una carrera contrarreloj para aumentar su capacidad y afrontar la llegada de pacientes prevista.

"Cuando empezamos, nuestra primera preocupación era tener bastantes camas, ahora nos centramos en el material y el personal", explicó Cuomo, insistiendo en la necesidad de respiradores para los casos más graves.

"El gobierno chino va a hacer una donación de 1.000 respiradores que deben llegar hoy al aeropuerto JFK" de Nueva York, anunció Cuomo, que agradeció su ayuda, entre otros, al fundador de la compañía de comercio en línea Ali Baba, Jack Ma.

El estado de Oregón, en la costa oeste, también entregará 140 respiradores, informó el gobernador.

Según él, el hospital de campaña abierto en un centro de conferencia de Manhattan se reservará a los enfermos de COVID-19 y podrá acoger a 2.500 pacientes. El Estado federal aportará su personal.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, llamó por su parte a los profesionales de la salud a movilizarse.

"Médicos, enfermeros, especialistas de la respiración... A todos aquellos que aún no están en la batalla: os necesitamos", declaró el alcalde demócrata en un video publicado en Twitter.

"Necesitamos que 45.000 profesionales de la salud se unan a la lucha en abril y mayo para poder salir adelante", añadió Bill de Blasio.

A nivel del estado, 85.000 personas se presentaron como voluntarias, de las cuales 22.000 proceden de otras partes del país, según Cuomo.

El gobernador indicó además que iba a firmar un decreto para autorizar a los estudiantes de medicina que iban a obtener su diploma en la primavera boreal a empezar a trabajar desde ahora.

"Es un periodo excepcional y Nueva York necesita ayuda", dijo para justificar la medida.

En uno de los pocos comentarios positivos que hizo, Cuomo señaló que, a pesar del alza del número de muertos, dos tercios de los neoyorquinos hospitalizados por coronavirus lograban recuperarse.

AFP