En las últimas horas, la Justicia falló a favor de la familia de Florencia Cabrera, una joven de 26 años que fue asesinada el 17 de febrero de 2018 durante una rapiña a un supermercado en la zona de La Blanqueada.

Ese día, el peligroso delincuente Cristian Damián Pastorino Pimentel, conocido como “el Kiki”, ingresó al comercio y baleó a la cajera Florencia Cabrera y también al guardia de seguridad José Sánchez, quien sufrió graves lesiones.

En aquel entonces, Pastorino Pimentel estaba requerido por el femicidio de su expareja, Alison Pachón, de 20 años, crimen que cometió ante el pequeño hijo de ambos. También se lo acusaba de otros dos asesinatos.

Durante el asalto al supermercado Super Vero, Cabrera estaba en la caja y, debido al nerviosismo por la situación, no pudo abrir la caja con la premura exigida por el criminal. Enfurecido, Pastorino le disparó por la espalda. La trabajadora tenía un hijo de 7 años.

Tres días después, el 20 de febrero de 2018, Pastorino fue acorralado por la policía en una vivienda del barrio El Monarca y se suicidó disparándose en la cabeza.

La familia de Cabrera demandó al Estado, por entender que hubo responsabilidad de Fiscalía y del Ministerio del Interior, debido a que el criminal estuvo requerido durante dos meses por el asesinato de su expareja y no fue localizado ni atrapado.

“Hay responsabilidad del Estado por no haber sido lo suficientemente diligentes en ubicar” al homicida, explicó el abogado de la familia en declaraciones al noticiero Telemundo.

El patrocinador señaló que “en el mes y pico que estuvo prófugo terminó cometiendo un homicidio muy grave contra una cajera en un supermercado”.

El dictamen de la Justicia habilitaría a los familiares de la víctima a recibir una indemnización de hasta 400.000 dólares. La resolución es apelable, por lo que habrá que esperar para saber si Fiscalía e Interior recurren el fallo, y qué sucede en esa eventual segunda instancia.