En abril del 2016, el ministro de Agricultura Tabaré Aguerre presentó un proyecto de ley de fomento de riego. Explicó que hay zonas del país que se caracterizan por tener topográficamente la posibilidad de embalses para realizar el desarrollo del riego de forma multipredial.
Aguerre dijo que actualmente "sobra el agua" en Uruguay, pues llueven 1.300 litros de agua por metro cuadrado al año, de los cuales 500 litros fluyen por las cañadas y los arroyos y terminan en el océano Atlántico, donde se mezclan con agua salada. Por lo tanto, el proyecto propone realizar embalses y almacenar el agua para desde allí regar.
El proyecto, que apunta a mejorar la producción agrícola, tuvo sin embargo resistencias a raíz del posible impacto ecológico para el país, tanto a nivel de afectación de biodiversidad como del agua potable del país.
Este lunes se realizará en el Ateneo de Montevideo (Plaza Cagancha 1157), a partir de las 19:30, una charla titulada "Impacto ecológico y social del proyecto de modificación de la Ley de Riego", a cargo de la bióloga Claudia Piccini y la socióloga María Selva Ortiz, que participó de la redacción de la reforma constitucional del agua. Ambas son especialistas, cada una desde su campo, del tema de fondo. El evento es realizado bajo la organización de la ONG COENDU (Conservación de Especies Nativas del Uruguay) y GERGU (Grupo de Estudios y Reconocimiento Geográfico del Uruguay).
Las especialistas hablarán hoy sobre algunos aspectos del proyecto que ya fueron advertidos por la Sección Limnología del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias. De acuerdo a un informe preparado por siete especialistas, que fue enviado a los representantes políticos que votarán el proyecto (aprobado por Senadores y a punto de ser analizado nuevamente ahora por la Cámara de Representantes), "este proyecto no considera el impacto ambiental de la construcción de represas a gran escala. A lo largo del texto solo se menciona el mantenimiento de ‘caudales ecológicos', ‘mantener la calidad del agua' y ‘contar con la autorización ambiental cuando corresponda', lo que parecen ser precauciones ambientales insuficientes dada la magnitud del impacto potencial de las represas".
El reporte recuerda, en base a la declaración de Aguerre respecto al "agua que sobra", que este concepto "da a entender que el agua de escorrentía sería una pérdida del recurso, ignorando que es parte del ciclo hidrológico natural, y como tal cumple diversas funciones relevantes en los ecosistemas". "El agua que escurre sobre y dentro del suelo, lo riega, se infiltra en él, lo drena y moviliza así los materiales sólidos, materia orgánica, iones y nutrientes, redistribuyéndolos en el territorio", indican.
La construcción de represas "implica transformar sistemas terrestres en acuáticos, con la consiguiente pérdida de biodiversidad de flora y fauna, y de hábitats terrestres". La mayor parte de los organismos "mueren por la inundación, mientras que la macrofauna más móvil se desplaza a sitios vecinos donde compite con la allí existente", agrega el informe.
Las represas, además, "interrumpen el curso de los ríos, transformando sistemas lóticos (ríos) en lénticos (lagos)". "Así se pierde la biodiversidad fluvial, fundamentalmente de peces, invertebrados (principalmente insectos), monte ribereño y plantas acuáticas, los que son sustituídos por otros animales (ej. moluscos), plantas flotantes y fitoplancton, propios de los sistemas lénticos", dice el informe.
Las cianobacterias
Las represas "aumentan el tiempo de residencia del agua, y con ello su temperatura y transparencia -por aumento de la sedimentación". "Si el agua represada trae consigo una carga importante de nutrientes proveniente de la fertilización agrícola excesiva, como está sucediendo en varias zonas del país, se incrementarán los procesos de eutrofización en el embalse", indican los especialistas.
Estos factores "aumentan el riesgo de que se desarrollen floraciones algales y de cianobacterias potencialmente tóxicas". "El país ya está sufriendo estos fenómenos en lagunas, embalses y ríos, algunos de los cuales sirven de fuente de agua potable. Este riesgo se ve magnificado cuando los cursos de agua a embalsar se encuentran en cuencas particularmente fértiles y bajo una intensa actividad agrícola", señala el reporte, que "alerta sobre las eventuales consecuencias ambientales del referido proyecto".
A contrarreloj
Mauricio Álvarez, organizador de la charla y director de Coendú, explicó a Montevideo Portal que se cursó una invitación a todos los representantes políticos para que asistan a la charla, aunque en general se excusaron por su ausencia (a excepción del diputado nacionalista Alejo Umpiérrez que mostró interés en concurrir)
El director de la ONG señaló que la charla pretende que el tema vuelva a debatirse a semanas de que se apruebe definitivamente el proyecto. "Más allá del objetivo del proyecto, el tema es que se pone en riesgo la salud humana por la posible afectación del agua potable, lo que entra en contradicción sobre las disposiciones de la Constitución", dijo Álvarez.
"Nos preocupa que se busque el beneficio cortoplacista, hipotecando un bien a largo plazo", agregó. También se mostró preocupado por el hecho de que hay una privatización parcial de los recursos, ya que se crea la figura de un operador de riego que invierte en el proyecto y luego cobra. "A modo de ejemplo, en la charla del encuentro de semillas que se hizo hace semanas, una persona le dijo a un productor que empezara a juntar agua de lluvia porque cuando saliera la ley de riego no iba a poder regar sin pagar", contó.
Sobre el Proyecto de Modificaciones a La Ley de Riego by Montevideo Portal on Scribd