Jacqueline Ponzo, una médica especializada en medicina familiar y magister en epidemiología que se desempeña en el Grupo Uruguayo Interdisciplinario de Análisis de Datos de COVID-19 (GUIAD-COVID-19), alertó este martes sobre la situación sanitaria en Uruguay y la creciente amenaza de que ingrese la cepa P.1 proveniente de Brasil.
En diálogo con Montevideo Portal, Ponzo aseguró que las mediciones diarias indican que Uruguay atraviesa "un pico de la epidemia" y afirmó que "los números actuales nos colocan en una situación que es, desde el punto de vista epidemiológico, la más grave desde el inicio de la pandemia".
De hecho, Uruguay está en nivel rojo del Índice de Harvard, llegó a su récord de casos activos con 8.404 y tiene 87 camas de CTI ocupadas con enfermos de COVID-19.
"A eso se suma el contexto epidemiológico regional, particularmente de la presencia de la variante de P.1, extensamente diseminada en todo Brasil, que torna este momento de alta circulación del virus muy peligroso porque es difícil pensar que no penetre en Uruguay esta cepa", alertó.
Incluso, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, advirtió este lunes, luego de vacunarse, que "estamos amenazados por la situación epidemiológica brasileña". La cepa conocida como P.1, originaria de Amazonas, ya está presente en casi todo el territorio brasileño y cada vez son más los indicios que apuntan a que la variante es capaz de evadir los anticuerpos generados por una persona que superó la COVID-19 previamente, según consignó días atrás la agencia EFE.
Sobre este tema, Ponzo afirmó que el riesgo de ingreso de la variante P.1 "es muy alto porque nosotros tenemos una frontera permeable con Brasil". "Tenemos en este momento una alta circulación del virus, es más, no podemos estar seguros de que (la variante) no esté detrás de este crecimiento tan importante en Artigas, Rivera y Cerro Largo. No podemos asegurar que no esté ya".
"La densidad de circulación que ha alcanzado en Brasil hace que se haya extendido rápidamente en todo el territorio y cuando uno está en la frontera se da cuenta de que es difícil decir dónde empieza Brasil y dónde termina Uruguay, y para el virus es exactamente lo mismo", añadió.
Acerca de la variante P.1, Ponzo dijo que "ha mostrado mayor capacidad de transmisión", por lo que se produce "un crecimiento del número de casos más acelerado y eso es lo que está ocurriendo ahora con la situación epidemiológica en Brasil, y atrás de eso va la saturación del sistema de salud".
"Para la proximidad que tenemos con Brasil, recibimos muy pocas noticias. Realmente es dramática la situación que se está viviendo allá con personas jóvenes sin patologías que están en estado crítico, que no tienen lugar en CTI, y eso está acumulando un número de muertes desproporcionado a las condiciones sanitarias que tiene el mundo en este momento", continuó la médica.
Ponzo dijo que "la amenaza está ahí, en el borde", y afirmó que las medidas sanitarias que actualmente tiene Uruguay "es poco probable" que sean suficientes para frenar los contagios.
Relación con CTI
La especialista fue consultada sobre la relación entre los casos activos y las camas de CTI ocupadas, ya que en una rápida observación no se nota que el importante aumento de casos confirmados de COVID-19 haya provocado un brutal incremento de ocupación en los cuidados intensivos.
En respuesta, Ponzo afirmó que el indicador del CTI "aumenta desfasado", lo que quiere decir que la evolución de casos que cursan la enfermedad en formas graves "tarda algunos días".
Además, dijo que también "puede haber un efecto" vinculado a que, en este aumento, los casos crezcan a mayor proporción en la población más joven, lo que tiene una repercusión menor en la ocupación de camas de CTI.
Aumento de casos
Por otro lado, Ponzo se explayó sobre las medidas de control de la pandemia en Uruguay y reafirmó la necesidad de analizar otras.
"El sistema tiene una capacidad que es limitada. Solemos mirar lo que es la capacidad de camas de CTI, pero la capacidad de contención, a través de los dispositivos sanitarios en el ámbito comunitario, son limitados. Se desarrolló en Uruguay un sistema centralizado de vigilancia epidemiológica de respuesta a esta epidemia. Eso fue suficiente cuando teníamos una baja circulación del virus y en diciembre quedó en evidencia que era insuficiente. Lo que esto demuestra es que la vigilancia epidemiológica es insuficiente, que no detectó todos los contactos, que detectó tardíamente los casos y eso aumenta la capacidad de circulación (del virus)", expresó.
Ponzo señaló que desde noviembre hasta la actualidad "hubo algunas mejoras" en el rastreo de casos y contactos, pero no se reforzaron otras áreas.
Recientemente, un informe del Guiad señaló que para disminuir la cantidad de contagios es clave implementar estrategias de reducción de la movilidad. Consultada sobre las medidas con vigencia en Uruguay, señaló que estas "competen a los distintos ámbitos de toma de decisiones" y "no pasan solo por la mirada científica", ya que "se deben tomar en un contexto que contemple aspectos sociales, económicos y culturales".
No obstante, según ella, el gobierno debe "analizar dentro de esa complejidad, con estas dimensiones, y tomando en cuenta la evidencia científica, la necesidad de ajustar las medidas".
"Las medidas actuales no están conteniendo la epidemia y la vacunación no es algo que nos permita contener la epidemia. La vacunación nos va a permitir reducir el daño, el número de casos graves y la mortalidad, pero todavía no tenemos certeza de cuánto la vacuna reduce la circulación del virus. Entonces, la vacunación es fundamental y todas las personas tenemos que aprovechar la primera oportunidad para vacunarnos, pero la epidemia no la vamos a controlar con la vacuna en este momento, es una herramienta para el control de la epidemia a largo plazo", apuntó.
Ponzo concluyó que "es necesario evaluar" las medidas de movilidad, "probablemente con una mirada territorial" por departamentos. "Ahí cobra fundamental importancia el papel de los gobiernos departamentales, de los Centros Coordinadores de Emergencias, donde hay participación interinstitucional".
La médica especialista afirmó que "muchas veces se apela a lo que es la responsabilidad individual" y reconoció que ello "es parte del asunto", pero aseguró que "las personas somos partes de colectivos, y conocer las medidas no es suficiente para que las conductas se adopten".
"Tomar el tema como prioritario en este momento en los ámbitos de toma de decisiones ayuda mucho a sensibilizar a la población. Si no hay un mensaje claro y en términos de analizar la situación, de considerar medidas complementarias a las actuales, la población puede entender que no es tan grave la situación. Por más que vea los números, no será tan grave si no hay mensajes en este sentido", reflexionó.
Así, propuso "fortalecer las distintas vías de comunicación con la población". "Hay necesidad de fortalecer para que la respuesta de la comunidad en su conjunto sea más consistente", aseveró.