Martí Cots Saleta es delincuente conocido en España como "el Rambo de la Cerdaña" (comarca del norte de Cataluña) por la audacia y violencia de sus actos criminales. Ahora, y a pesar de estar preso, ha vuelto a protagonizar un incidente grave.
Según infrorma el periódico local Diari de Girona, en la noche del pasado jueves el reo cavó durante tres horas un agujero en una pared de su celda de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica Penitenciaria (UHPP), lugar de reclusión para presos con trastornos psiquiátricos
Cots logró pasar hasta la celda contigua, ocupada por una reclusa de 22 años y enferma psiquiátrica, con la que pasó la noche.
Fuentes penitenciarias consultadas por el citado medio explicaron que se ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos.
A los enfermeros de guardia les llamó la atención que el Rambo hiciera ruido en su celda, pero lo atribuyeron a su estado mental. Se comunicaron con él por interfono, sin que él refiriera necesidad de ayuda.
El preso aprovechó que las paredes de las celdas son de ladrillo, desmontó un enchufe y se puso a hacer el agujero. Para ello utilizó como herramienta las guías metálicas de una cómoda, que previamente desarmó. Según las primeras versiones del incidente, Martí Cots hizo el agujero para comunicarse con su vecina, y posteriormente lo amplió para pasar al otro lado. A la mañana siguiente, el viernes, los funcionarios encontraron a los dos internos cada uno en su cama, y ??un montón de escombros junto al agujero.
El Rambo de la Cerdanaya está a la espera de juicio por un asalto que llevó a cabo en el 2018 en la estación de esquí de La Masella en la que se llevó 17.000 euros de botín. La audiencia judicial prevista para la semana pasada se suspendió por la “inestabilidad” del reo.
Cots Saleta, de 52 años, con 34 de carrera criminal, tiene una discapacidad severa. Su última detención se produjo en Andorra a raíz de un golpe en en un hotel, y pasó año y medio en la cárcel de Perpiñán antes de ingresar en Brians. En 1999 se escapó de prisión incumpliendo un permiso penitenciario, y se escondió en el bosque durante dos años, como ya había hecho en otro período entre 1992 y 1994, sobreviviendo a base de robos de comida y coches así como de atracos en sucursales bancarias.