Las regiones españolas continúan buscando amparo jurídico para poder adoptar medidas de control de la covid-19, una vez finalizado el estado de alarma y a la vista de las fiestas masivas del fin de semana en algunas ciudades.
El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, subrayó este lunes que las regiones tienen capacidad para adoptar restricciones sin necesidad de cambiar la ley en el conjunto del país, algo que le piden desde la oposición.
Los tribunales regionales están dando por ahora respuestas distintas a las medidas que plantea cada región, por lo que se espera una decisión del Tribunal Supremo del país para aclarar lo que se puede o no hacer.
El fin del estado de alarma, que durante seis meses decretó toque de queda nocturno y limitó las concentraciones sociales en España, fue celebrado en la noche del sábado al domingo con fiestas en la calle, en especial de jóvenes, que han desatado el temor a una nueva ola de contagios en el país.
SÁNCHEZ SE MANTIENE FIRME
El socialista Sánchez, durante una visita oficial en Atenas, reafirmó la postura del Gobierno español de que no era necesario prorrogar el estado de alarma y de que las regiones tienen capacidad para establecer determinadas medidas sin limitar derechos fundamentales.
El presidente del Gobierno instó a no bajar la guardia y que los españoles mantengan medidas de prevención para evitar contagios del virus, que se incumplieron en esas fiestas.
Los gobiernos regionales no pueden decretar toques de queda o cierres perimetrales en sus territorios sin el amparo del estado de alarma, con lo que tendría que ser el Ejecutivo central el que estableciera esa situación excepcional para cada región.
Sí pueden, en cambio, limitar el horario de apertura de la hostelería, además de que los botellones, como se conoce en España a esas concentraciones de jóvenes en la calle consumiendo alcohol, están prohibidos por normativas municipales.
La oposición pide al Gobierno un cambio de ley que ampare ciertas prohibiciones sin necesidad del estado de alarma, mientras regiones con gobiernos de distinto signo político al del Ejecutivo español de izquierda le culpan de esta incertidumbre, que ya venían advirtiendo que se produciría cuando acabara el estado de alarma que comenzó en octubre.
PREOCUPACIÓN POR LAS FIESTAS
Las fiestas del fin de semana celebrando su final han generado una preocupación porque dentro de unos días afloren nuevos contagios y el país atraviese una nueva ola de la enfermedad, como ocurrió después de que en Navidad se relajaron las restricciones, con llamadas desde políticos, médicos y otros ámbitos a la responsabilidad de la gente para evitarlo manteniendo medidas como la distancia social y el uso de mascarilla.
El sector de bares y discotecas llama a que dejen reabrir estos establecimientos, aunque sea con limitaciones como aforos reducidos, para evitar que las escenas de los "macrobotellones" en la calle se repitan cada fin de semana.
Los datos oficiales muestran casi 78.900 fallecidos y más de tres millones y medio de casos positivos desde el inicio de la pandemia en España, de unos 47 millones de habitantes, con una incidencia que va paulatinamente a la baja (188,97 por 100.000 habitantes en 14 días) pero está aún lejos del objetivo de controlar la expansión de la covid-19 y con una presión hospitalaria aún preocupante.
Casi un tercio de la población, unos 13,7 millones, ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el virus y el 13 %, más de seis millones, la pauta completa, mientras sigue a buen ritmo la campaña de vacunación en España.
EFE