El Observatorio del Derecho a Alimentación de la Escuela de Nutrición de la Universidad de la República (Udelar) emitió un comunicado de prensa "ante los trascendidos sobre la obesidad infantil y alimentación escolar". El último episodio asociado al tema está vinculado a la comparecencia en el Parlamento de la directora del Primaria, Graciela Fabeyro.
La diputada del Frente Amplio Lilián Galán planteó en la comisión de Presupuesto que maestras denunciaron que directores de algunas escuelas recibieron información por parte de las empresas tercerizadas que suministran las viandas que indica que "los niños no pueden repetir el plato en la escuela".
"Si en alguna escuela se recibe algún mensaje de que los niños no pueden repetir ustedes deben saber que las bandejas de los tercerizados tienen el peso y los nutrientes necesarios por edades", dijo Fabeyro.
"A veces tampoco es adecuado repetir para saciar la sensación que el niño tenga. Esto tiene un equilibrio nutricional dado por el equipo de nutricionistas. Si ustedes entran en la web del PAE van a encontrar los recetarios con la cantidad de cada uno de los elementos que requiere el niño de esa edad. Entonces, probablemente no repita porque no es aconsejado desde el punto de vista nutricional", añadió.
Además, la jerarca de la educación dijo que todos saben que "una de las grandes patologías de alimentación" que tiene Uruguay es la "malnutrición e incluso la obesidad". Reconoció que también puede tenerse en cuenta la desnutrición, pero aclaró que Uruguay "tiene un mínimo" en esa situación.
En respuesta a este planteo, el observatorio de la Escuela de Nutrición sostiene que "la obesidad, como otros problemas que están presentes en nuestra sociedad, como la pobreza o la violencia, son problemas multicausales, no una cuestión solo de decisiones o voluntades individuales".
"Un factor principal de la epidemia de la malnutrición (por déficit o por exceso) y en especial en los países en desarrollo es el aumento de la brecha social, por el cual los menos favorecidos restringen el acceso de los alimentos más saludables, en especial a partir del inicio de la pandemia por covid-19; comer saludablemente cuesta cinco veces más que una comida rica en grasa, calorías y azúcar. La obesidad es un problema complejo y estructural vinculado a un ambiente obsesogénico que promueve una alimentación no saludable y una vida más sedentaria", agrega el observatorio, en un comunicado que evita mencionar explícitamente el debate parlamentario.
Por último, expresa que "avanzar en mejorar los entornos alimentarios en donde los niños y las niñas nacen, crecen y se desarrollan debería ser la meta sobre las que se solventan las decisiones en materia de política alimentaria, sobre todo basada en evidencia científica".
"El camino debería estar centrado en mejorar el acceso a alimentos saludables en términos de disponibilidad y precios, limitar la venta y publicidad de alimentos no saludables dirigidos a niños y niñas, monitorear y fiscalizar el etiquetado frontal de alimentos y el cumplimiento de la Ley 19.140, fortalecer la educación alimentaria y tomar decisiones a partir del análisis detallado e individualizado de la situación de salud y nutricional de los niñas y niñas", concluye.