La Editorial Fin de Siglo acaba de editar el libro “Disco duro” del periodista Gustavo Escanlar, anunciado como la primera recopilación de columnas y artículos del actual conductor de Puesto, nuestro espacio de radio online. El libro se presenta en sociedad esta noche, a las 19:30, en la Sala Shakespeare del Teatro Anglo (San José 1426). La presentación estará a cargo de Mónica Bottero, directora de la revista Galería de Búsqueda, Pipe Stein, director de Notable Publicidad y el Ing. Javier Serra, director de Montevideo COMM.
Con prólogo del también periodista Danilo Arbilla, “Disco duro” recoge una serie de artículos de opinión que Escanlar realizara para el semanario Búsqueda y también selecciones del espacio “Los siete sentidos”, publicado en Montevideo Portal entre el 2006 y 2007.
“Disco duro” comienza con una “carta a los lectores” que el periodista y escritor redactara al semanario “Aquí” a los 25 años, en 1987, considerada por él mismo como la piedra de inicio de su carrera y que tiene como particularidad el hecho de ser también su primera crítica directa a Mario Benedetti, algo que se repetiría a lo largo de su trabajo como periodista.”La carta al semanario Aquí es valiosa porque fue mi primera aparición pública y la primera vez que un medio más o menos de izquierda publicaba algo que cuestionaba, aun mínimamente, a un mito discretísimo como Benedetti”, explicó Escanlar a Montevideo Portal.
El libro se divide luego en tres capítulos que dan cuenta de su trabajo a partir del año 1994. A pesar de recopilar veinte años de periodismo, “Disco duro” no incluye artículos escritos entre el ’88 y el ’94. Es que las cosas que hice en ese tiempo -y las que hice en la revista Tres- no tienen el carácter de columnas de opinión”, explica Escanlar. “Hay muchas entrevistas, muchas notas al estilo 'Punto y aparte' (que perdieron vigencia y que, además, leídas hoy resultan muy naifs), pero muy poca cosa que responda estrictamente a la unidad de este libro”
La idea de publicar un libro recopilatorio fue del propio Escanlar, y surge “por esa cosa extraña que tienen los 'numeros redondos'. ‘Oh, hace veinte años que trabajo de esto', me dije allá por abril”, aclara. “Es más bien la necesidad de dejar de responder por cosas como 'por qué te tomaste el pichí' o 'qué fue lo que plagiaste' para ponernos a hablar de cosas mas serias”.
En cuanto al criterio de selección, el autor explica que eligió las columnas de opinión que fueran –en este orden, más entretenidas, que sobrevivieran al paso del tiempo y que tuvieran cierta importancia histórica.
La publicación de libros consistentes en la recopilación de artículos demostró ser bastante exitosa en el año 2008 (baste mencionar “Yo, Darwin” de Darwin Desbocatti, lo más vendido del año y también con Búsqueda como principal fuente), algo que según Escanlar no fue pensado como estrategia. “Ignoro el potencial comercial” del libro, aclaró, aunque no evitó realizar una crítica y un elogio a este tipo de libros.
“Mi principal critica: no tienen en cuenta al que te lee todas las semanas, que en teoría ya las leyó todas y querría algo nuevo… alguien podría decir que los libros de recopilaciones son 'medio curro'. Mi principal elogio: ofrecen, en un solo volumen, las idas y venidas del pensamiento de alguien. También dan idea de las idas y venidas de las circunstancias históricas y sociales y, para el lector fiel, permiten que encuentre fácilmente 'aquella nota' que le gustó tanto. Sobre todo teniendo en cuenta que Búsqueda no tiene pagina de Internet”, concluye.
Disco Duro es un lanzamiento de Editorial Fin de siglo.
Como muestra, les dejamos un capítulo del libro.
Literatura para niños progresistas
Para despojar al lector de todo tipo de prejuicio —negativo o positivo— transcribiré algunas frases o pensamientos de un escritor sin revelar su nombre. El juego consiste en que el lector trate de adivinar quién pronunció esas frases o pensamientos mediante el sencillo método de la múltiple opción.
Aquí van:
“Al cachalote le gusta el chocolate”
La frase la escribió:
Cacho Bochinche
Mario Benedetti
Gustavo Ekroth
Gaspar, mi hijastro de ocho años
Ninguno de los mencionados, nadie se va a animar a publicar eso.
“Cuando se acaba el concierto, yo me desconcierto”
Leo Maslíah
Mario Benedetti
Coriún Aharonian
Gaspar, mi hijastro de ocho años
Ninguno de los mencionados, nadie se va a animar a publicar eso.
“La gente de Rocha no derrocha”
Héctor Perry
Mario Benedetti
Adauto Puñales
Gaspar, mi hijastro de ocho años
Ninguno de los mencionados, nadie se va a animar a publicar eso.
“El calvario es el destino de los calvos”
Ignacio Álvarez
Mario Benedetti
Julio César Maglione
Gaspar, mi hijastro de ocho años
Ninguno de los mencionados, nadie se va a animar a publicar eso.
“Mi economía es lo contrario de la econotuya”
Daniel Olesker
Mario Benedetti
Carlos Gutiérrez
Gaspar, mi hijastro de ocho años
Ninguno de los mencionados, nadie se va a animar a publicar eso.
“Los pordioseros piden por Dios y por Eros”
Daniel García Pintos
Mario Benedetti
Peluca, el líder del nuevo movimiento plancha
Gaspar, mi hijastro de ocho años
Ninguno de los mencionados, nadie se va a animar a publicar eso.
“Lo contrario del aire es el desaire”
Rocío Marengo
Mario Benedetti
Stephen Hawkins
Gaspar, mi hijastro de ocho años
Ninguno de los mencionados, nadie se va a animar a publicar eso.
“Hay cuerdas vocales, pero no hay cuerdas consonantes”
Jaime Roos
Mario Benedetti
María Antonieta Dobourg
Gaspar, mi hijastro de ocho años
Ninguno de los mencionados, nadie se va a animar a publicar eso.
“El hormigón no es una hormiga gigante”
Los Backyardigans
Mario Benedetti
Taraletti y Bobalinda
Violeta, mi hija de 22 meses
Ninguno de los mencionados, nadie se va a animar a publicar eso.
“El signo ortográfico de la corrupción es el punto y coima”
Juan Peirano
Mario Benedetti
Alicia Barbani
Gaspar, mi hijastro de ocho años
Ninguno de los mencionados, nadie se va a animar a publicar eso.
“Los médicos cubanos han curado tantas cataratas, que deberían ocuparse de las del Niágara”
María Julia Muñoz
Mario Benedetti
Hugo Chávez
Gaspar, mi hijastro de ocho años
Ninguno de los mencionados, nadie se va a animar a publicar eso.
Estoy casi tentado a seguir transcribiendo este tipo de —no sé cómo llamarlos— frases, pensamientos, aforismos... yo qué sé... su autor los denomina “cachivaches”.
Pero ahora vamos a ver, señor lector, cuántas respuestas acertó, cuánto conoce de “literatura cachivachesca”.
Si la mayoría de sus respuestas fueron “d”, le erró como a las peras. Si Gaspar llegara a escribir alguna de estas cosas, yo lo miraría con pena y bronca y le diría, medio en broma y medio en serio, “maldición, tengo un hijastro gilipollas”.
Si la mayoría de sus respuestas fueron “e”, también estaría equivocado. En Montevideo hay poetas que piensan que este tipo de obvios jueguitos de palabras tienen que ver con la literatura.
Si usted contestó “a” o “c”, tampoco acertó. Puede que usted sepa mucho de la realidad y la cotidianidad nacionales, pero no está al día con las tendencias actuales de la industria literaria nacional e internacional.
Aunque parezca mentira, aunque suene absurdo, estos infantiles retruécanos fueron escritos por Mario Benedetti, y publicados en su libro más reciente, Vivir adrede. Se trata de una colección de textos cortos —más cerca del ensayo que del cuento— en consonancia con sus producciones más recientes: Benedetti se queja del mundo contemporáneo, de la injusticia, de las guerras, del neoliberalismo, del consumo, de los poderosos y los mandamases, de las ideologías/basura —no se queja de las ideologías/correctas, faltaba más.
Mario Benedetti escribió dos o tres libros interesantes. Pero su obra pos-exilio está más cercana al best seller infantil y progresista. De ahí su éxito, ya que no es ningún secreto que el mundo atraviesa un estado de estupidez políticamente correcta. Benedetti le da al mundo lo que el mundo quiere.
Literatura para niños: aquí están los buenos, allá los malos, el norte es mercado e injusticia, el sur es optimismo y buena gente. Frases de poster, de tarjeta postal, de almanaque. Frases para enamorar adolescentes. Pero en Vivir adrede, ni siquiera a las adolescentes les van a gustar estos rejuntados “cachivaches”. Son como si los hubiera escrito el abuelo gagá.