Ignacio Errandonea, integrante de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, habló sobre cómo la asociación recibió la noticia de un nuevo hallazgo de restos humanos en el Batallón n° 14 y cuáles son los pasos a seguir.

En diálogo con Desayunos informales, Errandonea señaló que desde Madres y Familiares están “realmente ansiosos”, pero “entienden y conocen lo que es el trabajo” que los antropólogos deberán realizar durante los próximos días.

“Sabemos que el equipo de antropólogos lo hace muy seriamente y no queremos molestarlos ni agregarles presión. La única comunicación que anoche tuve con Alicia Lusiardo [jefa de antropólogos en el Batallón 14] fue decirle gracias, y que les mandaba un beso a todos. No corresponde hacerles preguntas, sino agradecerles, brindarles todo nuestro afecto y esperar”, dijo el integrante de Madres y Familiares.

De este modo, Errandonea recordó que el Batallón n° 14, donde también se encontraron los restos de Amelia Sanjurjo, Julio Castro y Ricardo Blanco Valiente, “siempre fue mencionado como sitio de enterramiento”.

“En el 14 se van a encontrar más familiares nuestros. El problema es que es muy grande: son 400 hectáreas, y en la medida en que los militares no entreguen la información, es un trabajo lento, que puede pasar un año sin encontrarse nada, meses. Estamos librados al trabajo de hormiga que se está haciendo, que es lento pero da resultados”, expresó. 

En esta línea, Errandonea contó que lo primero que el equipo de expertos encontró en el predio fue un brazo. “Todo el resto está bajo tierra. Lo primero que tienen que hacer es irlo descubriendo, que ya no se hace con la retro, se va haciendo lentamente porque no se sabe en qué posición está el cuerpo”, explicó. Asimismo, recordó que en una primera instancia habían descubierto 10 huesos, una “porción ínfima”. 

Después de descubrir los cuerpos, los expertos deberán trasladarlos hasta un laboratorio, donde se determinará el sexo, la altura, edad aproximada. Por último, la muestra se envía a un laboratorio en Córdoba, donde se compara con las muestras de los Familiares.

“Desde ayer estamos viviendo con ansiedad. Sabemos que nos tenemos que armar de paciencia y calmar la ansiedad como podemos y esperar. Estar a la orden cuando nos piden colaboración para obtener algún tipo de información, que podamos lograrla, estamos en permanente contacto”, dijo Errandonea. 

Así, dijo que intenta “ser prudente”, que evita “generar falsas expectativas”, porque “todas las posibilidades están abiertas”. “Hay núcleos de familiares de desaparecidos de los que no tenemos ninguna muestra”, recordó.

Por otro lado, el director de la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh), Wilder Tayler, consultado por El País sobre qué ocurría en el Batallón 14, respondió: “Es una pregunta muy pertinente, pero la respuesta quizás la tengan más los represores que nosotros. A esta altura esto se está convirtiendo en un cementerio clandestino, en un área relativamente reducida”. 

“Definitivamente esta era un área alejada, muy aislada; puede haber ayudado. Supongo que en esa época era boscoso, un lugar al que se llega por un camino vecinal en un predio militar enorme. No estaba identificado como un lugar de detención y tortura; es un caso totalmente distinto al Batallón 13”, agregó.

Tal como informáramos, el ministro de Defensa, Armando Castaingdebat, anunció que durante la noche del pasado martes se encontraron más restos óseos en el mismo sitio del Batallón 14.

El secretario de Estado dijo a Montevideo Portal que lo que se encontró en la noche es parte del mismo cuerpo. Sobre “los trozos textiles”, Castaingdebat sostuvo que se infiere que se trata de ropa, pero aún no está establecido que sea así.

Este nuevo hallazgo tuvo lugar a menos de 200 metros de donde fue encontrado el cuerpo de Sanjurjo, en la misma zona que había sido indicada como de relevancia por los propios antropólogos para continuar las excavaciones.