Equipos Consultores presentó este jueves una nueva encuesta de opinión pública sobre la popularidad de los principales líderes políticos del país, entre los que se destacan el actual presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y el expresidente José Mujica.
Mujica y Lacalle Pou tienen un conocimiento casi universal en la población uruguaya: cuando se menciona el nombre, prácticamente todos (100 % en el caso de Mujica y 99 % en el caso de Lacalle Pou) saben de quién se está hablando. Apenas un poco por debajo de ellos se ubican el dos veces expresidente Julio María Sanguinetti, el senador de Cabildo Abierto Guido Manini Ríos y el exsenador colorado Pedro Bordaberry, que figuran en un eje cercano al 95 %. Todos ellos han tenido al menos una campaña presidencial encima.
“El ‘top ten’ de líderes políticos más conocidos en Uruguay está compuesto fundamentalmente por figuras que han tenido una trayectoria política relevante y, en casi todos los casos, han sido candidatos o precandidatos presidenciales (o presidentes) en al menos una oportunidad”, señaló la consultora.
Por debajo de los cinco políticos “más conocidos”, aparecen el senador Juan Sartori, la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, y el senador Danilo Astori, con niveles superiores al 90 %.
“Los políticos integrantes de esta tercera línea no tuvieron campañas presidenciales a su cargo, pero sí en los tres casos campañas pre-presidenciales en las internas de sus partidos, en distintos momentos de tiempo”, afirma el documento elaborado por Equipos.
Cierran la lista de los más reconocidos dos figuras con características distintas: la actual vicepresidenta Beatriz Argimón, que es la única de la lista que no ha sido candidata ni precandidata presidencial, y el excanciller Ernesto Talvi, que, a pesar de haberse alejado de la política hace ya más de dos años, es reconocido por casi nueve de cada diez uruguayos.
En el trabajo se agrega que “en la lista de los más reconocidos no aparecen varios de los nombres más mencionados como posibles precandidatos de distintos partidos para la próxima elección, lo que muestra que estos tienen aún trabajo por hacer”.
Simpatías
Con relación a las “simpatías” que tiene cada político, el ránking también es liderado por Lacalle Pou y Mujica, con 47 % y 45 % respectivamente.
“Ambos líderes tienen una considerable ventaja sobre el resto, de aproximadamente 10 puntos. En ese segundo escalón se ubican tres líderes frenteamplistas: el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, y el senador Danilo Astori se ubican en el eje del 35 %. Orsi no aparecía entre los líderes más reconocidos, pero sin embargo tiene un nivel importante de simpatías”, observó Equipos.
Por debajo de Orsi, Cosse y Astori aparecen cinco líderes de la coalición de gobierno: el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, la vicepresidenta, Beatriz Argimón, y Julio María Sanguinetti.
“Todos ellos, en un eje cercano al 30 %, completan las diez primeras posiciones de los líderes de mayor aprecio en términos de las ‘simpatías’ que reciben del público. Salinas, Delgado y Arbeleche no aparecían entre los diez más reconocidos, pero al igual que Orsi reciben un caudal de simpatías importante”, señaló Equipos, que agrega que Laura Raffo y Óscar Andrade quedaron apenas un punto por debajo de Sanguinetti en términos de simpatía.
Los más rechazados
Hay dos líderes políticos que reciben juicios negativos (“antipatías”) de más de la mitad de la población. Estos son los senadores Juan Sartori (59 %) y Guido Manini Ríos (52 %), según Equipos.
La consultora señaló que también tienen rechazo alto, “pero inferior a la mitad”, Bordaberry, Sanguinetti y el ministro del Interior, Luis Alberto Heber.
Un poco por debajo de ellos, pero todos recibiendo rechazos de cerca del 40 % de la población, se encuentran figuras muy distintas: Óscar Andrade, Ernesto Talvi, Pablo Mieres, Carolina Cosse y Laura Raffo.
Sobre tener un alto nivel de rechazo, la consultora apuntó que “por la fragmentación del sistema de partidos, es natural que la mayoría de los líderes, solo por pertenecer a un partido, tengan una ‘hinchada’ en contra bastante amplia (los votantes del resto)”.
“Si, además, en la interna de su partido hay fracciones que compiten, suele también haber ‘hinchada negativa’ en círculos cercanos, por lo que es frecuente encontrar niveles altos de rechazo en el total del electorado”, agrega el trabajo.
Equipos entrevistó a 700 personas mayores de 18 años para el informe, entre el 19 de agosto y el 5 de setiembre.