El pasado miércoles, la Policía Nacional de España detuvo en curiosas circunstancias a un joven de 21 años en la localidad navarra de Burlada.
Según informa el medio Noticias de Álava, el hombre quedó atrapado en el ascensor de un edificio al que había entrado a robar. Finalmente logró salir con la ayuda de un técnico de la empresa de elevadores, y cuando la policía lo estaba esperando.
De acuerdo con el citado medio, el hombre forzó la cerradura de la puerta de calle para entrar al edificio. Luego subió al ascensor y no tuvo mejor idea que orinar dentro. La micción provoco un cortocircuito que hizo que el ascensor dejara de funcionar. Desesperado, el intruso intentó salir por arriba, destrozando el techo del habitáculo. Toda esta situación llamó la atención de los vecinos, quienes de inmediato solicitaron presencia policial.
La crónica detalla que el sujeto fue identificado también como responsable de varios robos menores cometidos desde principios de año. En una ocasión sustrajo efectos varios de un vestuario en un club deportivo, insumos valuados en 450 euros. En otra oportunidad, robó una moto luego de forzar la puerta de un garaje. La policía lo encontró poco más tarde, ebrio y dormid encima del vehículo estacionado.
En esta última andanza no alcanzó a sustraer nada, pero dejó una factura cuantiosa tras su paso: los daños que causó en el ascensor fueron tasados en 3.750 euros, cifra a la que habría que agregar la reparación de la cerradura de la puerta del edificio.