En una ceremonia realizada en la tarde de este lunes en la base uruguaya en la ciudad de Goma, el coronel Gustavo Sosa abandonó el cargo de jefe del Batallón Urubatt IV, desplegado en el Congo. El cargo pasó a manos del también coronel Ignacio Elgue, que estará al mando de todas las tropas uruguayas que participan en la misión de paz hasta octubre de 2012.
En entrevista con Montevideo Portal, el jefe saliente Sosa realizó un balance de su gestión durante el último año, explicó las ventajas de participar en misiones de paz y se refirió a los cuidados que se toman para evitar abusos.
En horas de la tarde, Sosa recibió una llamada telefónica proveniente de ONU, donde se le comunicaba una muy buena noticia. Uruguay será reconocido por el organismo internacional, como el único país cuyos efectivos no han protagonizado caso de abuso sexual en los últimos años.
¿Qué evaluación puede hacerse del trabajo del batallón uruguayo en el Congo durante el período que termina?
Creo que ha sido una etapa muy positiva porque hemos tenido la capacidad de cumplir con todas las misiones que nos asignaron, todas ellas con condiciones muy diferentes. Estamos satisfechos porque pudimos desarrollar las operaciones en base a la planificación que nosotros mismos hicimos. Uno a veces puede cometer errores en la planificación, lo que luego tiene repercusiones.
Afortunadamente conté con un equipo extraordinario que logró integrar gente con diferentes orígenes dentro del país y dentro de la fuerza, porque no hay que olvidar que hubo gente que ingresó al Ejército días antes del despliegue.
¿Cuáles fueron las principales operaciones que realizó Uruguay en el último año?
Estuvimos en Kinshasa, la capital del país, donde nos despliegan para dar seguridad al staff de Naciones Unidas durante las elecciones del 2011. Allí la mayor responsabilidad la tuvimos nosotros. Estar allí nos obligó a hacer un despliegue de más de mil kilómetros, que si uno lo compara con las distancias en Uruguay se tiene una idea del desafío que implicó.
También estamos en Kimua, un zona que estaba en poder del FDLR, un grupo armado de origen ruandés. Allí la situación cambió muy rápido y tuvimos la capacidad de ver ese cambio para que no nos sorprendiera. Planteamos modificaciones a los planes que las autoridades de la misión tenían para nosotros y eso nos permitió enfrentar la pequeña crisis que se generó cuando fuerzas de autodefensa se enfrentaron al FDLR. Además, cumplimos la tarea de proteger a la población civil asumiendo los menores riesgos posibles.
También tenemos la base en Goma, donde nos instalamos porque la ciudad está ubicada en la zona este del país, que es la zona en la que aún están operando grupos armados. Como somos ejército de la Reserva, desde ahí podemos desplegarnos a cualquier parte del país.
¿Ser ejército de Reserva denota la confianza que tiene Naciones Unidas en Uruguay?
Uruguay goza de un muy buen prestigio y no es mérito nuestro, sino que es un logro de quienes nos han precedido y que han dado todo por mostrar la profesionalidad de nuestro ejército.
¿Qué cosas ha aprendido el Ejército uruguayo en las misiones de paz?
Las misiones refuerzan mucho lo que nosotros aprendemos en la parte teórica, ya que se nos enseña una forma de planificación. En el área de misión uno se da cuenta de la necesidad de cumplir con cada uno de los pasos de la planificación, como forma de adelantarse a las contingencias que se van viviendo.
Por suerte hemos podido darnos cuenta de cuales iban a ser las necesidades y no nos han sorprendido en ninguna de las misiones que hemos desplegado. Hicimos una detallada planificación en cada despliegue y no tuvimos ningún inconveniente.
¿Que se haya cumplido la planificación habla bien de la formación del Ejército uruguayo?
La formación que traemos de nuestro país es lo que nos permite cumplir con éxito nuestras tareas, porque acá hay un período muy corto de tiempo para que cada uno se adapte al ritmo de trabajo. Luego se suma la experiencia, pero es la formación la base fundamental del éxito que alcanzamos.
Dentro de los contingentes suele haber muchos efectivos que cuentan con varias experiencias en el exterior. ¿Qué tan positivo es eso?
Es un capital muy importante porque los efectivos ya saben a los que se van a enfrentar. Nos pasó que cuando hicimos la entrega de medallas de las Naciones Unidas, que se otorgan a quienes vienen por primera vez, sólo se entregó medallas al 35% de los uruguayos. Teníamos un caso, un mecánico, que había estado en diez misiones de paz en el Congo. Además, de ese 35% que eran nuevos en el Congo, había un porcentaje que ya había estado en Haití, así que tampoco eran nuevos.
Creo que hay diferentes motivaciones que traen a un soldado a una misión de paz. Por un lado está lo económico, pero también hay desafíos profesionales que en Uruguay no existen. Acá hay otra dinámica, otros medios, y eso es algo muy estimulante para toda la organización; poder planificar una operación y ejecutarla.
El caso de abuso en Haití del 2011 puso en el tapete los peligros que tiene el relacionamiento entre militares y población local. ¿Cómo se intentaron evitar esos casos en el contingente uruguayo en el Congo?
Naciones Unidas tiene reglas muy estrictas en cuanto a abuso o explotación sexual y hasta el momento tengo la satisfacción de poder decir que no tenemos ni una sola denuncia en este grupo, ya que sobre este tipo de situaciones tuvimos un control muy estricto.
Además, buscamos alternativas para la recreación del personal, porque es imposible tener a un soldado diez meses adentro de una misma base. Siempre estamos buscando alguna forma de buscar que el personal tengan cambios en su vida diaria. Ahora estamos alquilando una casa en Entheve, un balneario en Uganda, donde el soldado puede ir a descansar y salir del ambiente operacional. Creo que eso ha contribuido mucho a evitar este tipo de abusos.
Nuevos desafíos
Por su parte, el jefe entrante Ignacio Elgue también dialogó con Montevideo Portal en el Congo y explicó que durante el 2012 el batallón uruguayo seguirá cumpliendo funciones de reserva en el territorio, pudiendo ser desplegado en cualquier zona conflictiva del país.
"Esa misión no va a cambiar. Estamos en el este porque supuestamente estamos fácilmente desplegables en corta distancia en los lugares donde puede necesitarse nuestra fuerza", señaló el coronel.
Elgue dijo que las elecciones fueron el último "desafío" del contingente uruguayo y que ahora deberá esperar la planificación de Naciones Unidas sobre del desarrollo de un nuevo plan de estabilización del país.
Además, explicó que, si bien aún no se confirmó ninguna nueva misión para Uruguay dentro del Congo, "ya tenemos indicios de Inteligencia sobre donde podría ser desplegado el contingente".
Sergio Pintado, enviado especial de Montevideo Portal.