¿Qué puede esperarse después de la renuncia de Berlusconi y la aprobación de la ley de Estabilidad del Parlamento? El presidente de la República Giorgio Napolitano va a iniciar las consultas que es el procedimiento habitual cuando se abre una crisis de gobierno y rápidamente va a decidir si encarga a otra persona para llevar adelante el nuevo gobierno o si va a abrir el proceso para llegar a las elecciones naciones en los primeros dos meses del año que viene.
Lo importante, como subraya el presidente, es que siempre va a ser una política responsable, nunca va a ser algo que no nos permita manejar la situación. Ya el domingo el presidente puede comenzar las consultas y todos los sectores políticos tienen una idea. Podría ser en el inicio de la próxima semana, en el caso de nombrar a alguien y hacer las consultas para formar el nuevo gobierno. Todo eso garantiza un manejo de esa fase de transición muy rápida. Lo que siempre es positivo, porque cualquier situación de transición, cuanto más corta mejor. Eso requiere de una personalidad especial. Debe ser una personalidad de relevancia.
Se habló de Mario Monti como posible sucesor
Sí, Monti es una personalidad muy conocida, fue comisario europeo y recientemente fue nombrado senador vitalicio, lo que tiene que ver con su experiencia y cualidad personal, es una confirmación del nivel de personalidad que tiene este profesor. Podría ser una posibilidad. Hasta que el presidente no concluya las consultas no es posible saber. No puede haber conclusiones antes de las consultas.
¿Es el Parlamento o el presidente quien nombra al primer ministro?
El presidente lo nombra y el Parlamento debe ratificarlo. Italia es una república parlamentaria, no presidencial, pero el presidente de la República tiene algunas cosas que son su competencia, como nombrar la persona que va a gobernar o disolver las cámaras, eso también es una responsabilidad del presidente, que debe tomarla cuando hay una situación de desconfianza expresa en el Parlamento o una imposibilidad de trabajar del Parlamento.
Una vez que está nombrado, el nuevo gobierno debe presentarse a la Cámara de Diputados y al Senado, porque tenemos un régimen parlamentario bicameral, en el que cada ley debe ser aprobada en las dos cámaras.
¿Monti podría llegar a obtener esa confianza?
La confianza viene de los votos, depende de la posición de los partidos. Por el momento, yo no podría decir quién tiene confianza y quién no, pero en esta fase hay quienes quieren ir a elecciones y otros que quieren hacer un gobierno de unidad, que sería por ejemplo un gobierno con Monti. Hay posiciones de los dos lados. Esa es la responsabilidad del presidente de la República. Él debe decidir a partir de las consultas, pero puede realizar sugerencias para armonizar las posiciones, ese es el papel del presidente de la República en esta etapa. El presidente no tiene una expresión partidaria, como en las repúblicas presidenciales. Aquí el presidente José Mujica es la expresión de la mayoría del Frente Amplio. En Italia es diferente el presidente es elegido a partir de una mayoría en el Parlamento que no siempre coincide con la mayoría del gobierno del momento. La próxima semana va a estar más clara la situación.
¿La salida de Berlusconi puede aportarle a Italia mayor estabilidad para afrontar la crisis?
Un cambio de gobierno es parte de lo que es el ejercicio de la democracia. En cualquier régimen democrático hay veces en las que una situación lleva a un cambio de gobierno, así como puede haber un llamado a una consulta popular. Eso no es una ruptura o una cosa dramática, es una cosa ordinaria. Normalmente debe ser cada cinco años, esta vez sería un año antes. Por otra parte, la crisis pero no solamente Italia sino Europa y el mundo desarrollado está enfrentando no depende de una persona o de dos personas, sería más fácil si fuera así, pero no lo es. Lo que importa es que se constituya una estrategia de gobierno compartido para la mayoría de las fuerzas políticas para continuar en una estrategia de política económica y fiscal. Es difícil porque es la realidad en el mundo desarrollado que insta a todos los componentes de la sociedad a hacer sacrificios, renuncias en el interés de resolver la crisis. Por otra parte, estrategias para que al mismo tiempo se estimule una nueva fase del desarrollo de las actividades económicas e industriales. Italia está con un patrimonio industrial excelente, los fundamentos italianos son buenos. Una de las míticas agencias de evaluación financiera, la Fitch, uno de los grandes sacerdotes de la nueva religión decía que la situación de Italia es diferente de otras situaciones porque la base de la economía Italia es buena. Después hay algunos aspectos críticos, como la deuda el bajo crecimiento, esas son las cosas críticas. Hace unos días dos o tres economistas estaban diciendo que comprar ahora bonos del tesoro italiano es un buen negocio porque fundamentalmente no hay duda alguna que en diez años va a recibir el dinero de vuelta y mientras tanto va a recibir intereses muy altos, lo que no es bueno para Italia, pero sí buena para el tenedor de bonos.
En la realidad hay diversos elementos y algunos no justifican la alarma que hay, otros sí como por ejemplo la deuda y el bajo crecimiento. Para mí es más grave el bajo crecimiento de la economía que la deuda porque si la economía italiana va a ser estimulada de. Hay algunos el “Made in Italy”, todo lo que es la creatividad, la vestimenta, está comenzando a ser una activo increíble en todo el mundo, y la participación de ese sector en el mercado internacional está creciendo, eso significa que tiene una potencialidad real y presente. Desde ese punto de vista, comparto la impresión de los expertos en que hay aspectos positivos. Si se puede esclarecer ahora la situación política, las dos cosas juntas deberían funcionar, pero todo esto se enmarca en una situación global que no comenzó en Italia, que comenzó en otras partes del mundo desarrollado, comenzó en el sistema bancario americano y después se extendió a varias áreas del mundo desarrollado incluido Europa y también hay un problema de manejo de la crisis a nivel europeo, es un poco como las muñecas rusas, no es que comenzó en uno dos países europeos y se fue expandiendo. Cuando llega una crisis si hay algunos elementos de debilidad en las economías, la crisis se vive peor.
¿Cuál cree que es el futuro del euro y la eurozona en la actual situación?
El Euro fue una de las cosas más importantes que fueron creadas, es una realidad fundamental para el mundo y para los países europeos, el euro es algo que no se puede imaginar perder. La necesidad es perfeccionar la realidad del euro con lo que se sabía, la construcción de una real política económica y fiscal europea y centralizada. El proceso europeo es una de las cosas más importantes de la historia. En mi caso me acompañó toda mi vida es casi una cosa mágica, cada pasito que se hace es un milagro porque todo es muy difícil, para mediar, para encontrar el interés común en donde ningún estado está perdiendo. Incluso perdiendo no está perdiendo porque la suma global es siempre el interés de todos. Naturalmente hay áreas de la soberanía de los estados que es como cada familia, que vende algunas cosas fácilmente y otras que no va a vender nunca porque son patrimonio de la familia. La política militar, la política exterior y el derecho de la fiscalidad... ya renunciaron al poder de la moneda, que es uno de los grandes poderes. Todos los reyes del pasado una de las primeras cosas que hacían era la moneda con la cara del rey, ya renunciaron al poner la cara del ser nacional, eso es importante. Hoy un colega me decía que la palabra china “crisis” está conformada con dos caracteres, uno significa problema y el otro oportunidad, es interesante, porque cada crisis es una oportunidad. Esta es una oportunidad para el mundo, porque el problema es mundial, es una oportunidad para reformar un sistema que demostró que no funciona perfectamente y es una oportunidad para Europa y para cada país, que debe trabajar para un futuro diferente.
¿Cómo cree que es el ánimo de los italianos para enfrentar este plan de recortes?
Italia tiene una fuerza que a veces ni ella misma percibe. La situación de Italia en los años 50 después de la guerra, era una sitaucíoin de pobreza extrema y en menos de 15 o 20 años se hablaba del milagro italiano por el gran desarrollo de la industria. Italia, que después de toda la experiencia del período de la guerra, del fascismo, después fue uno de los fundadores del proceso europeo. Napolitano, con su pasado comunista, siempre fue una persona que impulsó el proceso europeo, Italia nunca se desmoralizó en momentos de dificultades. En los años 70 fue víctima del terrorismo político, contra los políticos, contra los periodistas, contra los jueces, ese desafío fue ganado sin la necesidad de leyes de excepción o rupturas en el juego democrático. Simplemente porque el tejido social italiano no le permitió al terrorista esconderse, eso demostró una gran fuerza de Italia. Cuando fue la entrada de Italia en el Euro, algunos pensaban que no era posible e Italia entró sin problemas, con una ley de estabilidad que también implicaba un sacrificio muy grande y el pueblo italiano lo aceptó. Yo pienso que va a ser difícil, ya está siendo difícil, estamos pagando más impuestos, trabajando más para gastar menos y ganar más como país.
¿Cómo afectó la personalidad de Berlusconi y sus escándalos mediáticos en el trabajo de la diplomacia italiana?
Berlusconi es primer ministro porque ganó una elección democrática donde una mayoría de italianos decidió que él debería ser el gobierno de país. Hoy hay una situación en el Parlamento en donde la mayoría parece no confirmar la confianza en él y entonces se debe hacer este proceso. Yo trabajo en la representación de Italia en todos sus componentes. Yo represento al presidente de la república, eso es lo que dicen mis cartas credenciales. Napolitano las firma. Yo también represento el gobierno, el Ministerio de Relaciones Exteriores. Lo que es interesante es recibir siempre todos los instrumentos, financieros, políticos para poder sostener y ser fortalecido en las iniciativas que se tienen. En este momento es muy importante que las embajadas, los consultados, las cámaras de comercio estemos aquí para promover el desarrollo del relacionamiento con Uruguay y de los intereses culturales y comerciales italianos, eso es una contribución importante para superar la crisis. La diplomacia italiana no es una diplomacia política, no existen embajadores políticos, somos todos funcionarios de carrera.