Todas las mañanas en las que hay negociación, los guerrilleros de las FARC viajan desde las Casas de Protocolo de Laguito, donde fueron alojados por el gobierno cubano, hasta el Palacio de las Convenciones, ubicado en una zona alejada del centro de La Habana.
Allí permanecen durante horas y al salir la guerrilla suele realizar una breve conferencia de prensa, en la que da un parte informativo a los medios cubanos o se leen los documentos que fueron llevados a la mesa de negociación. Las conversaciones se iniciaron en noviembre pasado y hasta ahora se logró tratar dos de los cinco puntos marcados en la agenda, que elaboraron las partes, entre febrero y agosto de 2012.
El gobierno colombiano y las FARC ya acordaron sobre una Política Agraria y ahora discuten el segundo punto del cronograma de diálogo; la devolución de la Personería Jurídica Unión Patriótica para poder actuar en el sistema político colombiano con las garantías adecuadas.
Este es uno de los puntos más delicados de la agenda, dado lo ocurrido con la Unión Patriótica, grupo político creado con el apoyo de varios grupos guerrilleros en 1985, que sufrió el asesinato de miles de militantes, entre ellos dos candidatos presidenciales, ocho senadores, trece diputados, setenta concejales y once alcaldes.
Los tres puntos que aún no comenzaron a discutirse son: el cese de hostilidades, el gobierno colombiano espera la desmovilización de las FARC, el tratamiento del narcotráfico donde la guerrilla podría plantear un proceso de legalización y sustitución de los cultivos ilícitos y la creación de una Comisión de la Verdad para conocer los crímenes ocurridos y resarcir a las víctimas. En este punto también se esclarecerá las actividades paramilitares en Colombia.
Andrés París, integrante de la mesa de diálogo en La Habana conversó con Montevideo Portal sobre el proceso de diálogo con el gobierno colombiano y las aspiraciones de las FARC para alcanzar un acuerdo de paz que suponga la integración política del grupo de guerrillero, además de cambios estructurales en el país sudamericano.
Paris fue Jefe del Comando Este de las FARC, impulsó la Asamblea Nacional Constituyente para Colombia e integró los diálogos de paz que la guerrilla mantuvo en Vicente de Caguán, durante el gobierno de Andrés Pastrana, entre 1998 y 2002.
El representante de las FARC habló sobre el alcance de este proceso de diálogo y los diferentes intereses de las partes: “El alcance del proceso de paz es uno de los elementos que dividen la opinión de las partes que dialogan en La Habana. El gobierno nacional aspira a vernos rendidos, cansados, deseosos de desmovilizarnos y por último que entreguemos las armas. Nuestra expectativa es diferente, es ver un país insertado en la corriente progresista de cambios que se dan en el continente. Una patria donde quepamos todos. La pregunta exacta del contexto político colombiano es qué disposición tiene el gobierno de Santos de producir cambios para que llegue la paz?
Consultado sobre las garantías de un proceso de integración a la vida política, considerando el antecedente de la Unión Patriótica, París señaló que quienes perpetraron los crímenes con la UP están integrados al sistema político colombiano.
"El gobierno quiere persuadirnos que con un estatuto de oposición, con garantías y seguridad para los guerrilleros desmovilizados y con participación de algunos medios de comunicación podemos firmar este segundo punto de participación política. El exterminio de la Unión Patriótica ocurrió en lo que llaman un Estado de Derecho, sin dictadura formalmente proclamada. Los victimarios de esa época hoy son expresidentes, senadores, generales y precandidatos presidenciales. Por eso estamos exigiendo que la principal garantía esté en que el estado colombiano revise su doctrina de seguridad nacional y que en consecuencia desmantele los grupos paramilitares hoy llamados BACRIM o bandas criminales", afirmó.
París calificó como "positivo" el proceso de legalización de la marihuana en nuestro país, como mecanismo en la lucha contra el narcotráfico, aunque aclaró que no conoce el contexto de la decisión tomada por el gobierno uruguayo: "Los Estados Unidos le ha resultado eficaz la llamada guerra al narcotráfico pues con ella erige pretextos intervencionistas y no resuelve el problema del consumo ni mucho menos de la producción de cultivos ilícitos. Con esta estrategia de doble carril los gringos se quedan con el negocio del narcotráfico y se quedan con el otro negocio que es la guerra. Por eso es positivo experimentar otras salidas como las qué se anuncian en Uruguay en un contexto bien diferente al colombiano".
Sobre este punto, París afirmó que el tratamiento de los cultivos ilícitos forman parte de la agenda y soluciones como las planteadas en California o Uruguay son bienvenidas también para Colombia como forma de facilitar el proceso de paz: "Es mejor a la guerra infinita que monto EEUU. Esta medida se tomaría en el caso colombiano dentro de una concepción más amplia de reforma agraria, reformas a las políticas de salud pública, a campañas educativas. Es clave la defensa de la soberanía, el cese del espionaje so pretexto de la lucha antinarcóticos".
Consultado sobre qué tiene para aportar la guerrilla a la vida política colombiana respondió: "Hoy por hoy, en este instante, el proceso de diálogo con las FARC-EP es el acontecimiento más importante político y del cual empiezan a depender otros poderosísimos instrumentos de la vida nacional como son las elecciones presidenciales. Todo gira alrededor de este acontecimiento tan clave para Colombia y por la vía de mostrarnos como un eslabón importante de la paz regional, pues somos desencadenantes de procesos continentales cruciales para los cambios que se dan en Américas latina. Llegaremos a la paz con nuestras alforjas llenas de democracia, cambios y justicia social".
Según un informe presentado la semana pasada por el Centro Nacional de Memoria Histórica, el conflicto armado en Colombia dejó unos cinco millones de desplazados, 25 mil desaparecidos y 220 mil muertos.
Durante los 56 años de conflicto, participaron las Fuerzas Armadas de Colombia, la guerrilla de las FARC, el Ejército de Liberación Nacional y otros guerrillas como el M19 y el Ejército Popular de Liberación, cárteres del narcotráfico como el de Medellín y Cali y grupos paramilitares con vínculos con el gobierno y al empresariado colombiano, como las Autodefensas Unidas de Colombia y las Bandas Criminales.
Montevideo Portal | Pablo Méndez @pablomendezmvd