La situación en Venezuela, a escasos días de las elecciones, es tema de debate en toda América Latina. El asesinato del opositor Luis Manuel Díaz y la dura condena al régimen por parte de Luis Almagro, secretario general de la OEA, fueron los últimos episodios de una controversia que estuvo especialmente presente en nuestro país. En entrevista con Montevideo Portal, Lilian Tintori, activista y esposa del recluido político opositor Leopoldo López, habló de su reacción a las palabras de Mujica y de Luis Almagro, la derrota del kirchnerismo en Argentina y la situación actual en Venezuela.
Mujica retiró su confianza al ex canciller uruguayo Luis Almagro a raíz de la carta que éste escribió como secretario general de la OEA cuestionando las garantías del proceso electoral venezolano. ¿Cómo toma las expresiones del ex presidente uruguayo?
Me apena mucho leer eso porque siempre debe haber apertura para el debate, para las ideas, y no adioses, mucho menos entre hermanos de un solo pueblo. El secretario general Almagro tomó una postura con mucho coraje porque está enterado a detalle del desafío inmenso que vivimos los venezolanos con el tema más sagrado: la violación sistemática de los derechos humanos, un tema que está por encima de cualquier ideología. Mujica mismo dijo hay que "aprender a convivir con lo que es diferente. La política sana, de verdadero respeto, y eso se precisa con lo que se discrepa, no con lo que se está de acuerdo. El arte de convivir con aquellos con los que uno discrepa, de lo contrario este mundo se hace inhabitable". Hoy mi esposo, Leopoldo López, está pagando una condena de casi 14 años por pensar distinto, en la que no hay prueba ni testigos que lo vinculen con la acusación que le hicieron y donde la Justicia se utilizó para lincharlo políticamente. Tan es así que Amnistía Internacional reconoce que es un preso de conciencia, es decir, está preso por pensar distinto.
Una persona con la experiencia y la trayectoria del ex presidente Mujica, que siempre hizo suya la causa de la justicia social, debe estar al tanto de que en Venezuela hay un 97% de impunidad, 25.000 muertes por homicidios al año y que la Justicia se usa para perseguir a los que piensan distinto con censura y persecución. Estas elecciones transcurren llenas de fallas; no decirlo equivale a aprobar una situación profundamente nociva para la democracia donde han inhabilitado a los candidatos, cerrado fronteras, agredido a candidatos de oposición.
Hoy los venezolanos nos encontramos casi solos defendiéndonos de un gobierno que se siente "guapo y apoyado" ante la mirada silente de los líderes internacionales, y que le ha dado licencia para seguir adelante con sus atropellos sistemáticos. La semana pasada fui blanco de dos atentados a mi vida, uno donde casi resulta herido mi equipo de trabajo y otro donde asesinaron a un activista político. Esos atentados no son aislados, son producto de un discurso agresivo, violento del presidente y de Diosdado Cabello, que incita a la violencia, dice que va a correr sangre, que harán lo que sea para ganar las elecciones este 6D mientras tiene 75 presos políticos, ha hecho más de 3.770 detenciones arbitrarias a raíz de las protestas de 2014, hay más de 200 casos documentados de torturas, una situación muy grave para la democracia.
Los venezolanos pasamos una situación tan precaria de escasez que hace pocos meses aplastaron y le quitaron la vida a una anciana de 80 años en un mercal por pelearse para comprar pollos, las colas para conseguir productos básicos como huevos, carne, leche son muy largas y la gente aguanta sol y hambre por más de cinco horas. Mueren personas en los hospitales por falta de medicinas tan básicas como antibióticos o medicinas para la hipertensión o la diabetes, ni hablar de una diálisis o de una quimioterapia, donde muere un paciente para que entre otro al turno, si es que sirven los equipos. Estamos al borde de una crisis humanitaria. Y como dijo el premio Nobel de Paz Desmond Tutu, "quien calla ante la injusticia ha elegido el lado del opresor". No es momento de voltear la mirada, ni de hablar de ideologías, es momento de mostrar la mejor cara de nuestra humanidad y los líderes con autoridad formal o moral tienen una responsabilidad histórica con lo que vivimos en Venezuela.
Como dijo el secretario general Almagro cuando aún era canciller: "los derechos humanos no están sujetos a interpretación"; eso mismo repetimos hoy.
¿Cómo recibe usted el apoyo de la oposición de nuestro país, que pidió transparencia en el proceso electoral venezolano?
Como una actitud consistente con los mandatos de la democracia, de las leyes nacionales e internacionales, con la actitud que deben tener los demócratas. La OEA, que es un organismo regional, tiene un mandato muy claro de co-responsabilidad de los países miembros y sus regulaciones y la carta democrática dice que son responsables de contribuir con el fortalecimiento de la democracia. De hecho cita textual: "La democracia es indispensable para el ejercicio efectivo de las libertades fundamentales y los derechos humanos, en su carácter universal, indivisible e interdependiente, consagrados en las respectivas constituciones de los Estados y en los instrumentos interamericanos e internacionales de derechos humanos", así que debo reconocer el trabajo de los diputados porque como dijo Manuel Valls, primer ministro de Francia, "quien encarcela a un demócrata traiciona la democracia", al igual que el ex mandatario chileno Ricardo Lagos: "es hora de que los que están en activo hagan algún tipo de declaración. Hay un silencio estruendoso en América Latina".
¿Cree que la derrota del kirchnerismo en Argentina abre una cuota de esperanza para su sector, en el entendido que la izquierda pierde fuerza en la región?
No sé si la izquierda pierde fuerza en la región, o el populismo ha quedado atrofiado porque le ha fallado a sus habitantes. El partido de mi esposo, Voluntad Popular, quedó como segunda fuerza política de la oposición en el país en las primarias y es de centro izquierda.
La llegada de Macri le da un giro a la cuota de poder en la región. Macri llega con una visión de fortalecimiento institucional que reconoce que los valores fundamentales de democracia y derechos humanos no tienen fronteras y no están sujetos a interpretación, eso va más allá de color político o ideología. Estoy segura que su mandato contribuirá al fortalecimiento institucional y que muchos países que no se sentían mayoría, hoy están mucho más abiertos y firmes a la hora de condenar atropellos que supongan abusos a los derechos humanos en Venezuela o donde se den.
¿Confía en que Nicolás Maduro perderá las elecciones?
Confió que la oposición ganará las elecciones por al menos 30 puntos de margen de ventaja de la Unidad sobre el oficialismo, y más del 86% quiere un cambio, según aseguran las encuestas más serias del país. Incluso las encuestas pro oficialistas dan como vencedora a la oposición con un amplio margen de ventaja.
La Unidad Democrática ha hecho un trabajo extraordinario sumando fuerzas y el pueblo está cansado de que el régimen les mienta y siga con un modelo fracasado que le ha fallado a la gente con violencia, escasez, colas y persecución. Es el momento del cambio, y ese cambio viene y nada lo detiene.
Maduro amenazó con no entregar el poder si eso sucede. ¿Cómo se convive con esa amenaza?
Esa amenaza es terrible, porque es la confirmación de nuestros peores temores de que estamos ante un régimen anti democrático dispuesto a todo para quedarse en el poder. Y dispuesto a todo implica recurrir a la violencia, al terror, para amedrentar la oposición, como lo demostraron la semana pasada con el asesinato del opositor líder del partido Acción Democrática y con el accidente de la avioneta que sufrió mi equipo donde tenemos certeza que manipularon los frenos. Lo que no se han dado cuenta es que actúan así porque se saben perdidos y tienen pánico. Maduro ha dicho "prepárense para un tiempo de masacre y de muerte si fracasa la revolución bolivariana," "ganar como sea, tenemos que garantizar ganar las elecciones"; ese como sea ya ha traído terribles consecuencias.
Nos preocupa mucho que los ataques sigan, y hacemos un llamado urgente a los líderes internacionales, a los parlamentos y organismos multilaterales para que tengan su mirada puesta sobre Venezuela y que eleven su voz y no permitan que el gobierno actúe impunemente arremetiendo sistemáticamente contra los ciudadanos. Como dijo el ex presidente Lagos de Chile: "cuando se violan los derechos humanos no hay fronteras y es legítimo levantar la voz por otros pueblos cuando somos testigos de arbitrariedades e injusticias".
¿Cómo sale Venezuela de esta situación?
Con democracia, obedeciendo las leyes, organizados en unidad y en paz. Este domingo 6 de diciembre vamos a salir a votar masivamente y en paz y vamos a cuidar nuestro voto. Calle y voto, voto y calle es la consigna.
Pero no podemos solos; ya el régimen nos ha demostrado que no está dispuesto a perder con las cuotas, redistribución de circuitos, inhabilitaciones, cierre de la frontera, y agresiones a la oposición. Necesitamos de ustedes, de todos los pueblos de Latinoamérica, de la solidaridad de nuestros hermanos de la región para ayudarnos a asegurar el mandato democrático de la región, que la voz de los pueblos sea escuchada y respetada. Esos instrumentos existen, no hace falta inventar nada nuevo.
¿Si gana el chavismo, cuál será su nueva estrategia?
Ese escenario no está planteado porque ninguno de los escenarios hipotéticos los da como vencedores. Ese escenario sugeriría que hubo fraude y en ese caso pelearemos con todas las herramientas democráticas a un régimen anti democrático dispuesto a lo que sea para quedarse en el poder. Pero no vamos a salirnos del marco de la Constitución, ni mucho menos abandonar la lucha por la verdad, la justicia y la libertad.
¿Qué mensaje le envía al pueblo uruguayo?
Un mensaje de hermandad, mucho más sagrado que cualquier color o ideología por el respeto profundo por los valores de la libertad. Que nos ayuden a recuperar desde los espacios que tenemos en común como la OEA, Mercosur, la convivencia democrática en Venezuela y a asegurar la paz, porque cuando la región sufrió las peores dictaduras Venezuela respondió con generosidad abriéndole las puertas a miles de exiliados y abogando por el restablecimiento de la democracia con compromiso, solidaridad y sin titubeo y en gran parte fueron los ciudadanos los que impulsaron eso con sus gobernantes.