Usted fue ministro de un gobierno que terminó con muy bajo niveles de aprobación, ¿por qué decidió volver a la política?

Si uno fuera a abandonar la política por un mal resultado electoral, quedarían muy pocos. Volví porque en el mes de enero un grupo de convencionales entendió que era bueno para el Partido una segunda candidatura y mantener más de una corriente, que abre las puertas de una forma más plural a la participación. Me plantearon si yo estaba dispuesto a colaborar y me pareció que era una obligación. El tema me tenía preocupado como la situación de la ciudad, como simple ciudadano y la forma de manejo del oficialismo durante tantos años.

A usted le gusta la “cosa pública”, hace unos meses salió a opinar en los medios sobre la política energética...

La mayoría de la gente que está en el ámbito político, tiene sensibilidad por la cosa pública. Después por las circunstancias de cada uno, uno podrá ser más protagonista o no. Luego que salí del gobierno, en distintos momentos, frente a situaciones importantes en las áreas en las que yo manejaba como ministro, los medios recabaron mi opinión y la di, pero no estaba de forma sostenida en política. Cualquier persona que pasa por la gestión pública deja una referencia, no voy a juzgar si lo mío fue bueno o malo.

Que haya dos corrientes puede ser una necesidad político partidaria, pero ¿cuáles son las diferencias entre la propuesta suya y la de Ney Castillo?

Hay dos programas. Tenemos nuestro programa y creo que Ney también lo tiene. En los temas esenciales, de apreciación de los problemas que tiene Montevideo, coincido con Ney y seguramente él conmigo y la enorme mayoría de los ciudadanos. En lo que se refiere a la forma de cómo atacar esos problemas, nosotros fuimos muy claros en un programa extenso pero concreto. En política además de anunciar lo teórico, hay que poner arriba de la mesa lo que uno es. Yo tengo el mejor concepto como persona de Ney y no dudo de su hombría de bien. Por el respeto que le tengo, no voy a emitir una opinión diferencial a mi favor.

¿Cree que la pelea con Esteban Valenti perjudicó su imagen pública?

No lo he evaluado, ni es de mi interés evaluarlo. Tuve un tropezón porque no está en mi filosofía de vida andar peleándome con nadie. Este hombre, que tiene antecedentes de actitudes patoteras, me quiso agredir y yo simplemente me defendí como ser humano. No tiene nada que ver con el Frente Amplio, ni con las elecciones, es una actitud personal de este hombre, no va más allá de eso.  

 ¿Cuáles son las prioridades para Montevideo?

Primero hay que regularizar cosas  en las que Montevideo está atrasada, como limpiar la ciudad, con todo lo que ello implica. Miles de personas en la calle trabajando con la basura en forma irregular, inconveniente desde el punto de vista de la salubridad, con las consecuencias del desorden ampliado. La basura es un elemento indeseable y este sistema complica aún más. Hay que limpiar la ciudad, cuando se quiere hacer eso, se hace. El otro aspecto del residuo es un problema serio que ha sido muy bien atacado por otros países; nosotros planteamos implementar un modelo que está dando resultado en Alemania y los chilenos lo están copiando. Gracias a ese trabajo no habrá más residuos sólidos en Alemania para el 2020. Todo pasa a ser reciclable.  Vamos a no preocuparnos en inventar cosas, si hay algo que es exitoso copiémoslo, los chilenos lo están haciendo inclusive con un apoyo de la organización de Alemania que implementó todo ese plan. Hay que ponerse al día y ser rigurosos para que no se vuelva a ensuciar y evaluar un plan definitivo en esta línea. Tenemos que preocuparnos para eliminar el residuo. Es un problema que debió haberse encarado desde hace muchos años.

 ¿Por qué cree que no se encaró?

No se supo priorizar. Esto no tiene nada de ideológico. Es un problema en que yo puedo ser crítico pero no tengo sustento para decir que ideológicamente a la izquierda le gusta estar con la ciudad sucia. Como política no existió una previsión en un aspecto primario como es tener limpia la ciudad. Hay cosas en las que tenemos que coincidir todos, a ningún ciudadano le gusta pagar la patente cara. Los ingresos en 20 años se multiplicaron de 70 a 140 millones y Montevideo no creció en esas proporciones. Para mantener la Intendencia se necesita un mínimo de inversión de 60 millones de dólares por año y están en un poco más de la mitad de eso. La última intendencia colorada, que en el período central no fue buena, terminó con el 25% de inversión,  y en 2008 fue el 10%. ¿Cómo puede estar bien la ciudad? Es esencial atacar la racionalización de los gastos municipales.

Actualmente se destina el 30% a gastos de funcionamiento y el 50% a salarios ¿cree que se pueden reducir esa cifra?

Totalmente, en los últimos cuatro años se fueron de la Intendencia 2188 funcionarios. Para que salieran, muchos se hicieron planteos de retiro incentivado y sin embargo seguimos con los mismos funcionarios porque entraron por la puerta de atrás. Empleados más, empleados menos, ahora son los mismos y es una cosa increíble porque se perdió la posibilidad de racionalizar. El crecimiento brutal que han tenido los acuerdos con ONGs, que son instituciones que nos pueden generar simpatía pero son dineros públicos y deben responder a algo racional. He desafiado a que muestren todos los acuerdos, el marco jurídico de los mismos y el cumplimiento de sus objetivos.  No tenemos certeza de la cantidad de gente que recibe dinero de la Intendencia a través de la ONGs, porque no lo publican. Esa es otra manera de tener más empleados. Hago hincapié en la necesidad de un futuro transparente en la administración pública, cuando nos enteramos es porque explotó la bomba.

 Hay una Ley de Habeas Data que obliga a los organismos públicos a brindar información.

 Sí, pero ¿es necesario que un ciudadano tenga que pedir la información, con todo el trámite que implica?  ¿Cuánto se gasta en la recolección de basura? Yo no lo sé y soy candidato a intendente, tengo que deducirlo haciendo mil vericuetos. ¿Un ciudadano tiene que ir a un recurso burocrático para saber cómo se está gastando el dinero? Pregunté a la administración cuánto es el gasto y el volumen de recolección de basura por parte de las empresas privadas, el personal propio y las ONGs y no me contestaron. No sólo no las publican, sino que cuando les pregunto no me contestan, me dicen que está en la Junta y en la Junta no está.

 ¿Cree que la experiencia de las políticas descentralizadoras de la intendencia podrán ser útiles para el nuevo sistema de alcaldías?

Ese sistema de descentralización fracasó. Antes tú tenías que hacer un trámite, ibas a la intendencia, te tomabas un ómnibus, pagabas el boleto, perdías una hora, te perdías dos o tres veces  en los corredores y cuando llegabas al mostrador te decían que no había solución al planteo. Con la descentralización, “mejoró”, vas caminando al Consejo Vecinal y en quince minutos te dicen que no tienen solución a tu problema. Hablando en serio, el antecedente de descentralización no ha funcionado y la candidata del oficialismo fue una protagonista importante en descentralización, por lo que  me hace poner un signo de interrogación sobre esto. Aparte, hace unos meses,  la ella fue terminante al decir que los alcaldes tienen que responder al programa de gobierno, una cosa de que ‘acá se hace lo que yo digo’ y lo que hicieron hasta ahora fue malo.