“Opté por no transigir con el neoliberalismo. No me pasé de vereda, no renuncié a mis principios. Ese es el recuerdo que yo quiero dejar. A los 72 años uno ya piensa en eso”, afirmó a Montevideo Portal el dirigente tupamaro Jorge Zabalza quien habló también de su batalla contra el cáncer de esófago, el papel de Henry y Verónika Engler en esa lucha y el trabajo de los médicos en el Hospital público de San Pablo.
Zabalza contó que lo habían desahuciado y que fue Engler quien dio cuenta a los médicos de que tenía posibilidades de seguir vivo. Para el ex rehén de la dictadura, el principal error de su vida fue no haberse dedicado a la vida familiar al salir de la cárcel y seguir “enroscado en el aparato partidario”.
Además, lamentó la “banalización” de la lucha armada por parte del ex presidente José Mujica y aseguró que el papel del MLN es postergar las rebeliones populares.
Zabalza habló de su nuevo libro “La experiencia tupamara Pensando en futuras insurgencias” en el que realiza una autocrítica del accionar del Movimiento de Liberación Nacional: “El MLN tendría que haber sido más sensible a las expectativas de la gente, como en los primeros años. En el año 67 y 68 el MLN se cuidaba mucho de graduar la violencia que se empleaba para no romper con las expectativas de la gente, con ese sentido pacífico que tiene la gente siempre. La gente quiere los cambios profundos mientras está tomando mate en la cocina de la casa, no quiere tener que salir a la calle a resistir y que la policía le de palo, pero llega el momento que no tiene más remedio porque no hay nada para poner en el fogón”.
Consultado sobre el “suicidio de clase” al que aludió en el libro de Adolfo Garcé Donde Hubo Fuego, Zabalza respondió: “fuimos haciendo un proceso, nos cambiamos. Teníamos una cantidad de gustos, de maneras de pensar, de sentir, muchos sentimientos que pertenecían a la clase social dominante y adoptamos los de la clase oprimida. La manera de ver el mundo, una cosa es ver el mundo desde el alto Carrasco y bien comido que mal comido y trabajando en alguna changa o alguna empresa de seguridad”.
Zabalza dijo que su familia, pese a no compartir sus decisiones, siempre lo apoyó. “Fuimos tres hijos los que nos suicidamos de clase. Mi madre tuvo que dividirse entre el dolor por los tres hijos y además criar a mi hija”, señaló y recordó que su padre renunció al Consejo Nacional de Gobierno cuando se firmó la primera carta intención con el Fondo Monetario Internacional: “Tal vez ese radicalismo en actitudes personales sí lo heredamos”.
En cuanto a sus ex compañeros, Zabalza dijo que en su momento hubiera dado la vida por Mujica o Huidobro, acusó al MLN de ocultar el pensamiento de Sendic: “Yo tenía una relación muy afectiva con Huidobro, uno se sorprende, empecé a descubrir los síntomas que llevaban a las posiciones que él ahora ha exhibido sin ningún tipo de pudor, en aquella época estaba oculta, pero dado la intimidad y el tener que tomar las decisiones en conjunto, me daba cuenta de que algo estaba pasando, pero no quería creerlo”.
“¿Por qué Raúl Sendic no tiene un lugar en la nomenclatura de Montevideo, si fueron los dueños del gobierno durante varios años. Lo enterraron nuevamente, lo encerraron en un cajón y no quieren que haya nada que simbolice el espíritu de rebelión que representaba Raúl Sendic. Ellos no quieren que haya nada de eso porque su papel es desalentar y postergar las rebeliones populares”, cuestionó.
Al ser consultado sobre cuál había sido su principal error, respondió: “El principal error de mi vida, a la salida de las cárceles, fue no haberme dedicado a la vida familiar, a reparar y reconstruir los lazos con mis amistades y mi familia y arraigarme en el trabajo y en la vida sindical. Lo empecé a hacer en la ciudad de Minas, pero por muy breve tiempo, no me cambió la cabeza, seguí enroscado en la pequeña vida de aparato partidario”.
1 ¿Qué tendría que haber hecho el MLN a principios del 72?
2 Lucía Topolansky dice que usted milita para sí mismo.
3 ¿Le sorprendió haber contraído cáncer de esófago?
4 Compartir la mesa con Henry Engler