El diputado Iván Posada nació el 25 de diciembre de 1953, en Treinta y Tres, inició su vida política en la lucha contra la dictadura, con la lista 99, liderada por Hugo Batalla, siendo electo edil por Montevideo, en el período 1985-1990. Dejó filas frenteamplistas con la creación del Nuevo Espacio y se postuló a Intendente de Montevideo, en las elecciones de 1994. Electo diputado en esas elecciones, Posada se mantiene desde entonces en la Cámara Baja. En 2002 participó de la creación del Partido Independiente, luego que el Nuevo Espacio decidiera regresar al Frente Amplio. Posada recibió a Montevideo Portal en su despacho del Palacio Legislativo.
¿Qué evaluación hace el Partido Independiente de la actividad del Parlamento en lo que va de la Legislatura?
Creo que las leyes que estaban planteadas como fundamentales al comienzo del período fueron aprobadas. Había una ley a la que se le daba mucha importancia, que era la Ley de Participación Público Privada, en la que el gobierno cifraba sus esperanzas de avanzar en el tema infraestructura. Esa ley surgió con el apoyo de todos los partidos políticos, después demoró un gran tiempo en ser reglamentada y en los hechos, más allá del tema cárceles, es un instrumento que se ha usado muy poco.
Una evaluación que uno hace de este período es que los grandes temas de infraestructura quedaron pendientes. Prácticamente los temas que nosotros marcábamos como fundamentales desde el punto de vista de la infraestructura para el país están todos pendientes, el único paso que se puede reconocer que se ha dado por parte del Poder Ejecutivo es el tema de la regasificadora.
Otra ley muy importante de este período es la que tiene que ver con la llamada minería de gran porte. La legislación vigente hasta ahora avanzaba muy poco desde el punto de vista de la protección medioambiental; en ese sentido estábamos muy desprotegidos. No había una legislación específica vinculada al desarrollo minero. Creo que se dan pasos importantes, sobre todo porque se define que Uruguay debe utilizar las mejores prácticas disponibles. Se introduce el criterio de un impuesto extraordinario, que hace que la sociedad tenga una mayor participación en la explotación de ese recurso finito. Y un tercer elemento que me parece sustancial tiene que ver con la introducción del concepto de que los recursos finitos no pertenecen a una generación, sino que pertenecen también a las generaciones futuras. En ese sentido la ley determina que más de la mitad de los recursos que se generan como consecuencias de los resultados tributarios pasan a integrar un fondo intergeneracional, del cual no se puede utilizar nada más que la renta que él genere.
Otra ley es la despenalización del aborto. El proyecto que se termina aprobando es el que yo había presentado, que presentamos junto al diputado Ricardo Falero, allá por el año 2002. Eso marca un hito en la legislatura, porque era un tema debatido y de alguna manera tabú, porque la sociedad no terminaba de dar el paso. Había una suerte de frustración sobre ese tema. Acá se hablaba de que había 30 mil abortos al año, se manejaba como criterio que una tercera parte de los embarazos generados terminaba siendo abortado. Eso se ha desmitificado, porque la cantidad de abortos no es tal, se prevén anualmente unos diez mil.
¿Por qué cree que se mintió tanto con las cifras? 30 mil abortos por año, significaba seis veces más las tasas de España, por ejemplo.
Lo que pasa que todo esto se manejaba en la oscuridad, ninguna estimación podía ser comprobada. Por eso también prosperaron en su momento las clínicas clandestinas. Antes de la aparición del Misoprostol eran parte de una realidad de la que se hablaba, se conocía y de la que no se hablaba, parte de una suerte de hipocresía de la sociedad, que sabe que existe eso, no lo asume, ni tampoco lo combate, y tampoco hace cumplir la ley vigente.
El principal objetivo deber ser, a través del asesoramiento, generar un mayor compromiso para ir reduciendo el número de abortos en nuestro país. Sólo se puede tener una política de reducción de abortos en la medida en que se conoce cuántos son y en la medida en que se puede actuar con la persona que decide abortar.
¿Por qué cree que no se respetó en la reglamentación lo que fue votado por el Poder Legislativo?
Lamentablemente, en la reglamentación intervienen visiones que no coincidían con lo que fue el espíritu de la ley. El Frente Amplio termina aprobando un proyecto que no era el que quería y eso hace que la incidencia de algunos sectores que participaron en la reglamentación trataran de llevar un poco de agua para su molino y también hay otro aspecto que es instrumental, que tiene que ver con que el sector de Salud, en el Interior del país muchas veces adolece de este trabajo en equipo previsto por la ley.
¿Cómo ha sido el relacionamiento con los otros partidos?
Acá hay un tema que termina influyendo negativamente en el trabajo parlamentario que es el hecho de que haya un partido político que tenga mayoría absoluta. Ese es un aspecto indudablemente negativo a la hora de pensar en el trabajo de intercambio respecto de las leyes. Prácticamente todas las leyes que fueron impulsadas por sí solas por el partido de gobierno, terminaron con recursos de inconstitucionalidad y muchas de ellas fueron determinadas inconstitucionales por la SCJ.
No hay buenos abogados en el Parlamento…
No es un problema de buenos abogados, el problema es que no escuchamos el asesoramiento externo que recaba el propio Parlamento, cuando vienen a decirnos en las comisiones “este aspecto es inconstitucional”. La mayoría absoluta cree que puede ir contra lo que establece la Constitución de la República.
¿Qué Parlamento se imagina en la próxima legislatura?
Un parlamento en el que no va a haber mayoría absoluta. Creo que finalmente los uruguayos nos hemos dado cuenta que eso termina siendo negativo para todos, independientemente de quien gobierne, es el problema que se genera a partir de la actitud que asumen los grupos humanos cuando tienen posibilidad de imponer su visión. La democracia justamente es la interacción de todos, una mayoría que tiene un componente distinto, cuando es necesaria la participación de más de un partido político en la creación de una ley.
Sería un poco paradójico que terminen definiendo grupos políticos minoritarios, como es el caso del Partido Independiente.
Eso tiene que ver con las orientaciones ideológicas que tiene los partidos políticos. El nuestro es un partido socialdemócrata, que tiene la búsqueda de la igualdad de todos los seres humanos en el punto de partida, tiene puntos de coincidencia con el Frente Amplio, pero nosotros somos claramente, en tanto socialdemócratas, un partido que busca dentro del sistema capitalista corregir las inequidades y eso supone ya de por sí una definición muy fuerte. Es distinto quien desde el punto de vista ideológico se plantea la sustitución del sistema capitalista. Son distintas visiones. El FA lógicamente busca como interlocutor el partido político con el cual tiene de alguna manera más afinidad. Si el PN fuera la primera de las minorías, racionalmente con quien va a ir a buscar acuerdos en primer lugar es con el Partido Colorado, porque hay una identidad por lo menos en cuanto a definiciones de carácter general, que lo hace tener una afinidad desde el punto de vista ideológico. Las ideas siguen siendo una parte sustancial de la política.
¿Cómo se encara una campaña cuando se sabe que el porcentaje de votos que se va a obtener va a ser pequeño y se sabe desde el inicio que no se va a ser gobierno?
El que no se va a ser gobierno no sé. En definitiva todo depende de cómo queden constituidas las próximas mayorías y depende de quién sea el partido de gobierno. Se puede generar un ámbito, como existió en algún momento, de dar gobernabilidad a quien fue elegido por la ciudadanía. Creo que hay distintos grados, y sí creo que el hecho de ser o no gobierno, no es un tema que nos sea ajeno. Desde una representación minoritaria, se puede tener responsabilidades de gobierno.
Si uno mira el potencial que tenían algunos de los partidos políticos que integran el Frente Amplio cuando arrancaron, verá que tenían porcentajes incluso menores de los que tiene el Partido Independiente. Después de una ruptura, sin tener en las filas nuestras ningún “hijo de”, haber logrado sobrevivir, teniendo representación parlamentaria en el 2004, fue algo excepcional, de lo que hay pocos antecedentes.
Todos los demás, más o menos anduvieron en los porcentajes de la elección anterior. El Frente Amplio disminuyó de hecho, porque no obtuvo la mayoría en primera vuelta, el Partido Colorado y el Partido Nacional se mantuvieron ahí, creció un poco el PC.
Tenemos un desafío de volver a crecer, para obtener la mayor representación parlamentaria posible. Entre el 2004 y el 2008, estábamos en el orden del 1%, después de haber tenido una votación del 1.8%. Tuvimos una votación de un 2.5% en el 2009 y nuevamente en el período interelectoral estamos marcando un 2%. Es el doble de lo que teníamos en el período interelectoral anterior.
¿Ustedes se tienen fe para entrar al Senado?
Nos tenemos fe para que haya un aumento importante de la bancada del Partido Independiente, porque si algo hemos demostrado es que hemos actuado en todas las circunstancias, siendo un partido de la oposición, como si tuviéramos la responsabilidad de gobierno. Eso nos lo hemos planteado siempre, no tener una actitud de decir sí o no en función de una conveniencia electoral, sino que decimos sí o no en función de si lo que está en discusión le conviene o no a nuestro país.