El líder del Frente Amplio Progresista, partido que se consolidó como principal opositor al kirchnerismo comenzó una campaña de firmas contra una segunda reelección de Cristina Fernández.
Hermes Binner, que alcanzó el 16% de los votos en las elecciones de 2011, se propuso recolectar un millón de firmas antes del 30 de octubre, día en que se conmemora la recuperación democrática en el vecino país.
Montevideo Portal lo contactó apenas comenzó su gira por todo el país, para conversar sobre los desafíos que le presenta el panorama político argentino pensando en las próximas elecciones de 2015.
¿Cuáles son las principales razones por las que se opone a una nueva reelección de la presidenta Cristina Fernández?
En primer lugar porque la Constitución Nacional lo impide taxativamente. Creemos que uno de los valores que incorporó Juan Bautista Alberdi a la Carta Magna fue justamente la renovación en los cargos electivos, permitiendo y favoreciendo la renovación y la rotación en el sentido de que mejoran la calidad de la democracia. Por otra parte no nos parece ético que quien está en el poder, cambie las reglas de juego para perpetuarse en ese lugar. Cuando asumí la gobernación de Santa Fe, sabía que en cuatro años terminaba mi mandato y no tenía reelección, y de ninguna manera se me cruzó la idea de modificar la Constitución provincial.
¿Cuáles son los objetivos de la recolección de firmas dispuesta por la Mesa Nacional del Frente Amplio Progresista?
El objetivo de recolectar firmas es activar de alguna manera un mecanismo de participación popular, incorporando al conjunto de los ciudadanos y ciudadanas en una campaña para reunir firmas que defiendan nuestra Constitución, la independencia de poderes, el federalismo y los derechos sociales, ya que vemos un permanente avasallamiento de los poderes Legislativo y Judicial por parte del gobierno nacional. Incluso si miramos en los países vecinos, vemos como siguen consolidándose modelos con fuerzas políticas que logran seguir en el poder, pero siempre apelando a la renovación. Lo vimos en Uruguay con Tabaré Vázquez y José Mujica, en Brasil con Lula y Dilma, y anteriormente en Chile con cuatro presidentes de la Concertación elegidos de manera consecutiva: Aylwin, Frey, Lagos y Bachelet. La alternancia y la renovación son esenciales para mejorar y consolidar la democracia.
¿En qué consiste esa impunidad de la que habló ante la prensa recientemente por parte del gobierno argentino?
Lo vimos últimamente con el caso que involucra nada menos que al vicepresidente Amado Boudou con la empresa Ciccone. Cuando se estaba investigando su vinculación, primero se hizo renunciar el jefe de los fiscales, y después apartaron al juez y al fiscal de la causa. Después vino la expropiación, y ahora todo queda en una causa abstracta, sin ningún responsable identificado.
¿En qué aspectos concretos usted entiende que el actual gobierno viola la Constitución?
En primer lugar en el no respeto del federalismo. Las provincias no reciben los fondos que le asignan la constitución y las leyes, que hablan de un piso del 34% coparticipación automática. A duras penas se llega al 28 %. Pero este problema no es meramente económico ni de fondos, sino que respetar el federalismo es una forma de gobierno, de entender la política de gobierno. Se busca someter a los gobernadores y subordinarlos a los designios de la Poder Ejecutivo, cuando en realidad el federalismo es poder resolver los problemas de manera cercana a la gente. Ese avasallamiento se observa también con los otros poderes que conforman el Estado: el Legislativo y el Judicial. En cuanto al Legislativo, se clausura cualquier posibilidad de debate y discusión sobre los temas: cuando no tienen mayoría recurren a los Decretos de Necesidad y Urgencia, y cuando la tienen mandan todos los temas al Congreso y se aprueban a libro cerrado en tiempo express sin poder cambiarle una coma. Y en cuanto al Judicial, no se cumplen con los fallos de la Corte Suprema, como lo vimos con la situación del procurador de Santa Cruz al que el máximo tribunal ordenó reponer en sus funciones pero nunca se hizo, o con los fallos de recomposición previsional, que ordena adecuarlos al caso Badaro las jubilaciones para que se cumpla con el 82% móvil que indica la Constitución.
¿No cree que Fernández sería un rival fácil de vencer en las próximas elecciones?
Nuestra posición no está vinculada a la especulación electoral sino que se trata de respetar la constitución y las leyes. Queremos vivir en un país en el que todos seamos iguales ante la ley, en el que se respeten las reglas de juego y no se busquen cambiarlas de acuerdo a las necesidades de quien ocupa el poder circunstancialmente.
¿Cree que hay alguna posibilidad de formar un frente común de oposición para las próximas elecciones 2015?
La estrategia del Frente Amplio Progresista es consolidar su presencia cuantitativa y cualitativa en el ámbito nacional. Estamos abiertos al diálogo y lo practicamos con todos los sectores sin excepción. Nuestra preocupación es no reiterar los errores del pasado y eso implica definir objetivos programáticos comunes que nos permitan avanzar en la transformación positiva del país en lo económico, en lo político y en lo institucional. Hoy estamos discutiendo desde el Frente Amplio Progresista con la sociedad las líneas estratégicas sobre las cuales entendemos debería funcionar el país en los próximos 20 años y que será presentado el próximo 24 de noviembre en Costa Salguero en Buenos Aires.