Capriles nació en Caracas el 11 de julio de 1972. Sus padres llegaron a Venezuela escapando del holocausto y se consolidaron como empresarios en medios de comunicación, entretenimiento y el sector inmobiliario.
El candidato, comenzó su carrera política en 1998, cuando fue electo diputado. En 2008 fue elegido gobernador del Estado de Miranda, al norte del país, cargo que abandonó el 6 de junio pasado para dedicarse a la campaña electoral.
Desde ese entonces, viene recorriendo el país caribeño posicionándose como una posibilidad real del alcanzar el objetivo de sacar al presidente Hugo Chávez del poder, que sostiene desde 1999, tras ganar tres elecciones nacionales y sobrevivir a un golpe de Estado en 2002.
Capriles apunta sus dardos a la necesidad de una Venezuela más moderna y menos dicotómica, pero está lejos de un discurso conciliador con el oficialismo. Las encuestas dicen que obtendrá entre 30% y el 47.2%, mientras que otorgan a su contrincante el 57% y el 49%. Aunque existen algunos sondeos que dan por ganador a Capriles por entre 3 y 4 puntos.
En este último tramo de campaña, -sacudido por la explosión en la refinería de Amuay, ocurrida el pasado 25 de agosto, en la que murieron 42 trabajadores y 50 resultaron heridos- Capriles apunta a aumentar sus votos, recorriendo pequeñas localidades en el Interior.
¿Cuál será su objetivo principal si gana las elecciones nacionales?
Gobernar de la forma correcta para que Venezuela entre verdaderamente al siglo XXI. Nuestro interés es hacer de este, un país de progreso, donde todos los venezolanos trabajemos juntos en la solución de nuestros problemas. Queremos hacer de Venezuela un país que exporte más que petróleo, donde la producción nacional cubra todas nuestras necesidades, donde no se obligue a nadie a vestir la franela de un color para obtener la ayuda que necesite, donde se generen muchos empleos con calidad, donde los jóvenes tengan educación de calidad y todos puedan desarrollar sus capacidad, donde el servicio de salud funcione y donde los ciudadanos no sientan temor de salir a la calle.
¿Por qué cree que el presidente Chávez logró mantenerse en el gobierno durante todo este tiempo?
Este gobierno ha jugado con la necesidad de los venezolanos y han hecho de las confrontaciones y el odio las herramientas perfectas para perpetuarse en el poder. Pero a partir del 7-O (por el 7 de octubre) cambiará la historia de nuestro país, porque los venezolanos se cansaron de un gobierno que promete mucho y hace poco, los venezolanos perdieron el miedo y entendieron que sí es posible tener un país mejor.
Venezuela es uno de los países con mayor índice de violencia en América Latina. ¿Cuáles son sus planes sobre este tema?
Desde el primer día de gobierno nos pondremos al frente del tema de la inseguridad con toda la fuerza del Estado, pero no la combatiremos con más violencia, lo haremos con más y mejor educación, porque la educación abre las puertas a las oportunidades, la educación es un escudo contra la pobreza; y generando oportunidades laborales para que ningún venezolanos se sienta tentado a delinquir. También otorgando a nuestros policías salarios acordes con su labor. Pero además nos comprometemos a que caerá todo el peso de la ley sobre los funcionarios corruptos y las cárceles serán para regenerar. Tenemos que trabajar en un sistema penitenciario que funcione y un sistema de justicia imparcial.
¿En caso de ser electo presidente, qué sucederá con la participación de Venezuela en el ALBA y la UNASUR?
Daremos continuidad y fortaleceremos todas aquellas instancias que impliquen un proceso de integración de nuestra América Latina, siempre y cuando los acuerdos a los que se lleguen traigan beneficios a nuestro pueblo, y se entienda que las relaciones deben ser entre Estados y no entre individuos que gobiernan.
¿Cuál fue la clave para que en esta oportunidad Venezuela pudiera conformar una opción opositora al presidente Chávez?
El compromiso. Quienes estamos construyendo este proyecto estamos comprometidos con el progreso de nuestro país y de todos los venezolanos. Hemos demostrado desde nuestros estados y municipios que sí se pueden hacer las cosas bien, que sí se puede gobernar para todos por igual. En Miranda, el Estado del cual soy gobernador, no obligamos a nadie a vestir la camisa de un color para obtener una ayuda, el único requisito es tener la necesidad. En nuestro Estado convocamos a los mejores independientemente de su tendencia política, porque entendemos que trabajando en equipo podemos aportar las mejores soluciones a los problemas que nos afectan a todos y a los problemas particulares de los mirandinos. Y como lo hicimos en Miranda y lo haremos en toda Venezuela.
¿Qué cambios implicaría su victoria electoral para la prensa venezolana?
Creo en la existencia de muchos medios de comunicación y que la gente pueda decidir a través de cuál medio de comunicación quiere estar informado. Nosotros vamos a respetar todas las libertades.