Entrevista con Fernando Pereira

Finalmente, el presidente Tabaré Vázquez los va a recibir

Es un buen dato. El movimiento sindical no puede perder ninguna de sus dos esencias; la movilización y el diálogo. No hay ninguna movilización que no sea acompañada de diálogo. Negociar y movilizarnos son clave del movimiento sindical. Una entrevista con el primer mandatario es buena para el PIT-CNT pero también para el primer mandatario.

¿Qué fue lo que no le gustó a Vázquez sobre el discurso que ustedes dieron?

Manifestó tres expresiones, una fue que iba a haber una actividad gigantesca. Esto no tuvo ningún efecto de amenaza, ni de injuria al presidente, estoy convencido de que si en el segundo semestre, algunos aspectos de la negociación salarial no mejorar, va a haber una altísima conflictividad.

La otra frase es que el Frente Amplio iba a haber una movilización como nunca había visto en el segundo semestre y una tercera que es el término neoliberal que no se a quién se la asignan, pero ninguno de los miembros del Secretariado Ejecutivo considera al gobierno neoliberal. Neoliberal en el Uruguay fue Lacalle. No estaríamos discutiendo las pautas salariales porque no habría consejos.

El gobierno planteó una pauta de entre el 6% y el 7.5%, cuando la inflación está en el 11%. El gobierno insiste en que no va a haber pérdida del salario real

Estamos con percepciones totalmente equivocaras. Supongamos que no va a haber pérdida salarial, que tiene razón el gobierno ¿cuál es la dificultad de colocar un correctivo, si no actuaría?

En algunos ámbitos entre empresarios y trabajadores se lograron acuerdos por encima de esas pautas.

El gobierno no toma en cuenta esto, pero la política actual está desarmando el criterio histórico de la negociación tripartita. Hay muchos acuerdos bipartitos.

Usted estuvo en el acto en La Teja, cuando el presidente Vázquez iniciaba su carrera hacia la segunda presidencia ¿qué piensa de eso ahora?

Lo conozco a Vázquez desde antes de asumir la Intendencia de Montevideo, luego en la Intendencia y luego lo vi llegar a la Presidencia y en sus primeros cinco años colgar un conjunto de normas y de leyes laborales que cambiaron el país. Si uno piensa el país en 2004 y el país a la salida del gobierno de Vázquez eran dos países totalmente diferentes. No deberíamos olvidarnos de esa fotografía. Para mí ha sido el mejor presidente de los últimos 50 años. Fui a La teja y volvería a ir porque consideraba que el Uruguay necesitaba profundizar esos cambios, un país más democrático, con mayores derechos laborales, con mayor justicia social, eso es lo que los gobiernos del Frente Amplio han dejado. Ahora estamos en una cruz de los caminos que implica gobernar sin un crecimiento explosivo, como Uruguay ha tenido en la última década. Nosotros tenemos la principal fidelidad en el movimiento sindical, nunca escondimos qué votamos y pienso que nadie tiene que hacerlo, sino viviríamos en una sociedad muy hipócrita donde nadie tiene partido, ni cuadro de fútbol. Yo soy de Peñarol, soy de Goes, voto al Frente Amplio en las elecciones, soy de la Vertiente Artiguista, soy cristiano, pienso que el humanismo cristiano es una forma adecuada para mi manera de ser y eso no significa desde ningún punto de vista, que lo que haga el Frente Amplio para mí esté bien. Nosotros logramos algo que nos propusimos en 2004 que es ser independientes, no consultar ni al gobierno, ni al partido, pero a su vez no ser indiferentes en los procesos de cambio.

¿Por qué le emociona hablar de la independencia sindical?

Es la esencia. Es uno de los insultos más fuertes para nosotros, por eso en las redes nos ponen alcahuete del gobierno cuando saben que no es verdad, porque no hay una organización que se haya enfrentado tanto a los gobiernos del Frente Amplio como el PIT-CNT.

¿Cuál es el rol del PIT-CNT en cuanto a la creación de la cultura del trabajo? Hubo convenios con el INAU que dieron buenos resultados.

Ahora están un poco cortados, fueron varios menores de edad a trabajar a empresas que trabajaban dirigentes sindicales, pero dieron buenos resultados, incluso fueron a trabajar a nuestros sindicatos y muchos tuvieron una labor estupenda. Se dieron experiencias muy positivas, esperamos que este camino se recobre.

Muchas veces se habla de la cultura del trabajo y no se habla de que 500 mil uruguayos ganan menos de 15 mil pesos. Tengo un vecino de 18 años que trabaja en el supermercado y le pagan por ocho horas de trabajo 11 mil pesos y él me decía que su pretención era trabajar tres o cuatro meses porque quiere irse de mochilero. Al lado trabajaba otro con dos hijos ganaba mil pesos más que él. Si a ese chico le sale una changa de mil pesos ¿qué hace va al supermercado o va a la changa? Va a la changa y eso no es porque no tenga cultura del trabajo. La cultura del trabajo tiene dos componentes, ser el mejor compañero, no faltar y cumplir pero del otro lado hay que pagar un salario adecuado, pagar horas extra, mejorar la situación de los trabajadores. ¿Por qué nadie nombra esa parte de la cultura del trabajo? Por qué está prohibido hablar de que una pasta de dientes en el Chuy vale cuatro veces menos que en nuestro país ¿es que los brasileños son cuatro veces más vivos para importar la pasta de dientes o es que nos están embromando? ¿Por qué nadie habla de que una lechuga multiplica su precio cuando entra a una gran superficie? Si vamos a discutir el tema no lo ubiquemos sólo en un lugar del mostrador. Si el PBI ha crecido como ha crecido en los últimos años y los trabajadores se llevan el 30%, el otro 70% ¿dónde está? ¿De quién es? El 20% de las personas más ricas se quedan con el 50% de la riqueza ¿no es este un tema a hablar? Hay cosas a las que el movimiento sindical no puede renunciar y si no hay cambios en las pautas es seguro que el mes que viene va a haber un paro.