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Entrevista con Cori Crider, abogada de uno de los reclusos de Guantánamo

“Entiendo el miedo de alguna gente, en base a toda la información equivocada que circula sobre Guantánamo, pero estamos acá para corregir eso”, dijo a Montevideo Portal Cori Crider, abogada del sirio Abu Dhiab.

08.12.2014 11:17

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2014-12-08T11:17:00-03:00
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Por Martín Otheguy

Abu Wael Dhiab, sirio de 43 años, es probablemente el más conocido de los ex reclusos que llegaron a Uruguay desde Guantánamo. Pese a haber sido declarado apto para liberar en el 2009, estuvo preso cinco años más debido a la falta de un destino adecuado. No podía volver a Siria, inmersa en una guerra civil, ni tampoco ser liberado en Estados Unidos debido a la falta de acuerdo parlamentario. En protesta por esta situación, Dhiab inició una huelga de hambre de dos años que culminó recién al confirmarse que Uruguay sería su próximo destino.

Dhiab llegó a Uruguay este fin de semana, acompañado de otros cinco ex reclusos. Al país llegó también Cori Crider, abogada de Dhuiab en representación de Reprieve, una organización londinense de derechos humanos que presta asistencia legal a prisioneros que no pueden costearse la contratación de defensores legales. Crider, graduada de Texas y Harvard, dialogó con Montevideo Portal sobre la situación de su defendido y sus primeras horas en Uruguay.

¿Pudo hablar con su defendido?

Hasta ahora sólo pude hablar con él por teléfono, pero espero que en el correr del día pueda verlo. Sonaba como si fuera un hombre nuevo. Había hablado con él hace dos semanas, poco antes de que fuera liberado de Guantánamo, y al volver a comunicarme con él ayer sentí que era otra persona. Por primera vez desde que lo represento sentí que había esperanza en su voz y que se abría un futuro frente a él. Creo que de una forma en que ninguno de nosotros lo podría entender, a no ser que viviéramos una situación parecida, en estos 12 años realmente creyó que no tenía futuro. Lo que Uruguay le dio fue la chance de comenzar su vida nuevamente y hacer algo positivo y constructivo con su futuro. Estamos muy agradecidos a la gente de Uruguay y al presidente Mujica por hacerlo posible.

¿Cuál es el siguiente paso para él ahora, tras el control médico? ¿Cuáles son sus expectativas con respecto al trabajo y la vida en Uruguay?

Tiene una mente abierta al respecto. Hay que recordar que cuando estaba en Guantánamo si se le preguntaba algo así él directamente no tenía futuro en el que pensar. Solía trabajar en un restaurante y creo que estará feliz de hacer algo así nuevamente, pero por el momento estamos enfocados en que vuelva a estar saludable lo más rápidamente posible.

¿En qué condiciones de salud se encuentra?

Viene de una larga huelga de hambre y requiere de mucha delicadeza retornar en forma segura de una situación así. Lamento decir que no puede pasar de una huelga de hambre de dos años a comer uno de los fantásticos churrascos uruguayos, se podría sentir muy mal. Tiene que salir de esa situación bajo supervisión médica. Una vez que comprobemos que se puede recuperar sin riesgos de esta situación (algo de lo que estoy segura, he tenido otros clientes que han salido de lo mismo), tiene que pasar por un poco de terapia física para algunas de sus lesiones y a partir de allí veremos qué pasa. Lo que es maravilloso es que finalmente puedo tener una conversación con mi cliente que no sea sobre cómo sacarlo de la cárcel de Guantánamo sino sobre lo que quiere hacer con su vida, y esa es siempre una buena posición en la que estar.

Alguna gente, oposición incluida, está preocupada por su posible grado de peligrosidad. No se conoce bien su pasado y hubo informes estadounidenses que lo consideraban peligroso. ¿Qué puede decir al respecto?

Entiendo perfectamente por qué están preocupados y no critico a la gente por reaccionar de esa forma, pero hay que tener en cuenta que durante 12 años los prisioneros de Guantánamo han sido convertidos en una suerte de espantapájaros de los que se decía que eran terriblemente peligrosos. Creo que el aspecto básico que la gente debe comprender es que el señor Dhiab y sus cinco compañeros han sido declarados libres para ser transferidos desde hace más de cinco años.

Al comienzo de la presidencia de Barack Obama comenzó un proceso de revisión por parte todas las agencias de inteligencia de los Estados Unidos, de la CIA al FBI, el Departamento de Defensa y probablemente algunas otras de las que ni tú ni yo escuchamos hablar nunca. Todas revisaron cada archivo de cada prisionero de Guantánamo. Para que se declararan libres estos prisioneros, el veredicto de estas agencias debía ser unánime, el 100 % de ellas tenían que concordar en que estos reclusos debían ser liberados. Si solo una de estas agencias hubiera tenido un reparo entonces no hubieran podido ser declarados aptos para liberar. Los antecedentes de estas seis personas fueron chequeados por cada pequeña parte del gobierno estadounidense vinculada con la seguridad, que resolvió hace cinco años que debían dejar la prisión. Esperaron todo este tiempo solamente porque están en calidad de refugiados y estaban esperando que apareciera un país como Uruguay que tomara una decisión humanitaria y los aceptara. Así que por supuesto que entiendo el miedo en base a toda la información equivocada que circula sobre Guantánamo y por qué alguna gente está insegura, pero esa es la razón por la que estoy acá, para corregir algunos de esos malentendidos y explicarle a la gente de Uruguay cuál es la realidad de Guantánamo y cómo por más de diez años, sin cargos ni juicios, se ha cometido un terrible abuso hasta este mismo día. Teniendo en cuenta todo eso, lo que realmente me maravilla de Dhiab y los otros reclusos es cuán esperanzados y positivos pueden ser todavía a pesar de todo lo que sufrieron.

¿Habló con el presidente Mujica o tiene intenciones de hacerlo?

No he hablado aún pero tengo muchas esperanzas de hacerlo. Lo estoy pidiendo, de hecho (risas) creo que es realmente interesante que él también haya sido prisionero por la misma cantidad de años, probablemente una de las razones por las que puso tanto esfuerzo en lograr que esto se llevara a cabo. Pienso que es una de las pocas personas en el planeta que puede entender cabalmente cómo se siente estar cautivo durante tanto tiempo en esas condiciones. Espero conocerlo y agradecerle por lo que hizo, porque fue una valiente postura, que espero que sirva para que otros países de Sudamérica sigan el ejemplo.

Por Martín Otheguy