Wilson Ferreira Sfeir (21), nieto del gran caudillo del Partido Nacional Wilson Ferreira Aldunate e hijo de Juan Raúl Ferreira, comienza comentándonos que "además de militar y vivir como joven" está cursando tercer año (el penúltimo) en la Licenciatura de Relaciones Internacionales en la Universidad de la República. Nos gustó captar cuánto contenido pone en esas palabras que podrían ser superfluas: "vivir como joven". Para él, eso significa un compromiso a fondo. "Wilson no para", nos comenta su padre.
Son numerosos, por cierto, los jóvenes que militan en el Partido Nacional... y seguramente muchos son talentosos y dinámicos como Wilson. Pero inevitablemente, resulta especialmente interesante entrevistarlo a él, sabiendo de qué hogar viene y qué mamó desde pequeño. De todos modos, lo mejor es que él lo toma con plena naturalidad, no cree que sea más ni mejor que nadie por lo que su nombre significa y está convencido de que para avanzar, tiene que esforzarse. De todos modos, primero, aclara, está el país.
Wilson, es un placer tener esta oportunidad de conversar contigo siendo vos ya un muchacho, joven aún, pero muy seguro y convencido de lo que hace. ¿Cómo resumirías cuáles son los motores que te mueven, por qué estás activando tanto?
Siempre estuve interesado en la actividad política, más allá de la militancia en sí. No sólo en la actividad política sino también en la actividad social. Creo que todos podemos contribuir un poco con la sociedad para que sea un poco más justa día a día, cada uno puede aportar su granito de arena, y así se genera una sociedad mucho más linda, menos conflictiva y más armoniosa. Una "comunidad espiritual", como decía Wilson.
Justamente, como decía tu abuelo... Y ya que lo citás y lo recordamos...te preguntaría si tu militancia pasa también por el hecho de que sos nieto de Wilson, cuyo nombre también llevás, y si sentís cierta responsabilidad al respecto.
No siento ninguna responsabilidad por militar, lo hago porque me gusta de verdad, si no, no lo haría, como le pasó a mi hermana o a algunos primos míos, que si bien son nietos de Wilson como yo, no participan en la actividad política. Más que una cuestión de responsabilidad es una cuestión de gustos. Uno quiere contribuir con lo que puede y lo que tiene para construir una sociedad más justa. Eso fue lo que me enamoró de militar: tratar de ayudar, de contribuir, pero no sólo al que le va bien sino al que le va mal, al que no puede llegar a fin de mes, a los que no tienen. Esa es la base de la actividad política, ayudar y acompañar al más desfavorecido. Es lo más lindo, porque ningún sentido tendría ayudar al que más tiene y no ayudar al que no tiene.
Y ese es un tema recurrente por cierto en la campaña, el tema de políticas socioeconómicas. Pero más allá de esto que planteás, que no dudo en llamar de visión ideal, en la campaña electoral propiamente dicha, la actividad es otra, tiene otra meta... ¿verdad?
La campaña, hablando mal y pronto, es para tratar de conseguir votos.
Para que gane Lacalle Pou, el candidato del Partido Nacional...
Para que el Partido Nacional vote muy bien. Nosotros siempre estuvimos aferrados al republicanismo, a lo que es el Parlamento, a lo que significa esa trinchera desde donde se pelea por los derechos de las minorías -porque siempre fuimos un partido de oposición, estuvimos pocas veces en el gobierno-. Nos hemos caracterizado por ser un partido más de oposición que oficialista y ahí encontramos una trinchera donde luchar por los derechos de la gente, por ser defensores de las leyes. Ahora estamos tratando de tener una buena votación para tener un Parlamento con muchos diputados y senadores del partido. Si es de la lista 2014 mejor todavía, lógicamente, porque es por la cual milito.
Con Pablo Iturralde.
Así es, con Pablo y con Jorge Larrañaga. Lo más importante para mí es conformar un buen Parlamento en donde ya se sabe que no va a haber mayorías parlamentarias, por lo cual va a volver a tener una etapa en la que se discuta, en la que haya consensos políticos, donde haya acuerdos y desacuerdos, pero donde se integra a la discusión a mucha más gente de la que se integró en estos últimos 10 años que el Frente Amplio tuvo las mayorías.
No cuestiono que se hayan hecho cosas mal o bien. Estoy hablando de que las minorías van a estar bien representadas, porque la Unidad Popular puede llegar a tener un diputado, el Partido Nacional va a tener una muy buena elección, se está viendo si el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI) llega al Parlamento, y creo que siempre está bueno que estén las minorías representadas. Más que nada nosotros queremos tener una buena trinchera para luchar desde ahí en pos de los años que vienen.
Y para ti está claro que esta actividad, esta lucha que consideras que habrá que seguir librando -y recién hablabas de una buena representación en el Parlamento-, la podés llevar a cabo solamente en el Partido Nacional. Me pregunto si siendo el nieto de Wilson, llegaste a considerar otra opción o siempre tuviste claro que ese sería tu marco...
Ahí sí vino el enlace natural en el cual uno no sabe muy bien por qué pero que inherentemente está ahí por lo que fue el personaje de Wilson. Cuando era niño me hablaban de la actividad política, específicamente del Partido Nacional, pero luego más de grande, fui leyendo y aprendiendo cosas, de otros partidos y del mío, y agradezco cada vez que leo cosas de nuestro partido porque creo que estoy bien posicionado, estoy en el lugar correcto. Estoy en el partido que quiero estar, en el que me gustaría trabajar de grande, no importa dónde, cómo, de lo que fuera, de secretario, de cuidador de la casa del partido... No sé. Lo que pueda aportar para el partido lo voy a aportar siempre.
O sea que la dinámica en tu familia te hizo crecer junto al Partido Nacional, con él, pero te quedaste allí porque te convenciste de que es el lugar que corresponde a tu visión de país, de la política.
Sin duda alguna. Te diré que inevitablemente durante un par de años de mi vida desayunaba todos los días hablando de política y del Partido Nacional, de Wilson, (Luis Alberto de) Herrera, Aparicio (Saravia), de Leandro Gómez. Ojo, en casa también fueron muy respetadas figuras de otros partidos, como Zelmar Michelini.
Nombre del que en tu casa siempre se habló como de un amigo.
Siempre estuvo presente la política, pero no sólo la política partidaria sino la política del país en general. Lo esencial acá no es el partido, es la gente, es que la gente sienta que es representada por los partidos, que esté identificada con la gente que está en los partidos. Hacia eso vamos.
Además, el Partido Nacional siempre se caracterizó por ser un partido de hombres libres en el cual hay libertad para tener concordancias o diferencias con los dirigentes, incluso te incentiva a hacerlo. En el caso de diferir podés salir a la opinión pública a decir que no estás de acuerdo con las cosas que propone o hace el partido.
Wilson, tu abuelo parece que nunca termina de morir por todo lo que la gente lo sigue recordando y teniendo tan presente. Te dejó sin duda motivos de orgullo. Pero yo me pregunto si no te hace falta en lo personal, si no hubieras querido alcanzar a disfrutarlo como abuelo.
¡Fah! La verdad que sí. Mi familia me cuenta, yo no me acuerdo, que cuando era chico andaba charlando por todos lados y cuando me preguntaban mi nombre yo decía que me llamaba Wilson Ferreira, pero decía: "Yo me llamo Wilson Ferreira, pero Aldunate no, ¿eh?". Uno se siente hiper orgulloso y no sabés la emoción profunda que tengo cuando me hablan de Wilson, es un sentimiento inexplicable y rarísimo que tengo cada vez que me hablan de él, pero que lo llevo con orgullo, cariño, emoción... Con mucha emotividad.
Y que te empuja también a un camino a seguir...
Me genera mirar hacia adelante, hacia el futuro, me genera amor por la causa y por el país. Es una de las cosas más lindas que tenía él, el olfato y el amor hacia el país, hacia lo nacional y no tanto hacia lo partidario.
¿Es una responsabilidad llevar tu nombre, tu trasfondo familiar?
No sé si llamarlo responsabilidad... lo que sí generó Wilson en mí es ese ejemplo más allá de lo político, de ser humano más allá de las diferencias. Tener la mano tendida a gente de otros partidos. Ese ejemplo no lo repito porque sea el nieto, sino porque debe ser así, porque la gente lo tiene que llevar adentro, tiene que respetar que el otro piense distinto, tiene que tolerar. Es, o debería ser, algo inherente del ser humano, no es algo atribuido a Wilson. La gente debería actuar así de por sí, porque en el mundo está lleno de gente que piensa distinto que uno y no vas a andar peleado con toda la gente que piensa distinto que vos. Es algo ilógico, no sirve de nada pelearse, con nadie.
Pero es difícil pensar que ser nieto de Wilson no tiene nada que ver con tu actividad...
Yo no sé, no trato de andar diciendo "Yo soy el nieto de Wilson", no me gusta. Lo llevo con orgullo pero soy una persona normal, no tengo tres ojos, ¿entendés lo que te quiero decir? Simplemente me pasa bastante que la gente que lo conoció mucho se emociona o comparte conmigo experiencias que sintieron al ver, escuchar, o hablar con Wilson. Y es una cosa muy linda para mí que la gente comparta de corazón lo que sintió, o la experiencia que vivió frente a eso, porque yo no lo conocí a él. A partir de esas experiencias fui formando, generando y también aprendiendo lo que fue, lo que significó Wilson, en especial para los blancos, que son quienes más lo viven a flor de piel, pero también para todos.
Y con todo eso de fondo, pero más que nada con tus ideas sobre cómo hay que actuar, tenés claro que los jóvenes no pueden esperar por otros, sino que ustedes mismos tienen que activar y trabajar. Cuando estuviste con tu papá en El Observador TV le dijiste medio en broma medio en serio, que si no se apuran los mayores, ya no les quedará lugar, porque los jóvenes harán todo. Considerás, entiendo, que el joven tiene el deber, incluso, de actuar...
Creo que sí. Me parece que cada comando de campaña de los distintos partidos debería tener un equipo de jóvenes, yo en lo personal tengo una relación muy cercana con el diputado (Pablo) Iturralde. En nuestro grupo, el de los jóvenes blancos unidos en la lista 430, todos tenemos relaciones muy cercanas con Pablo: él nos llama, nos pregunta, nos consulta, nos pide nuestra opinión; porque es importante la visión de todo desde la óptica de un joven. Porque el joven es el presente y el futuro del país, es el que va a estar ahora y va a estar mañana.
No es una mera frase, un slogan vacío de campaña, sino una realidad.
A la gente más mayor no le quedan tantos años de vida como a un joven, por eso mismo me refiero a que el joven no es sólo el presente sino también el futuro. En 40 años los jóvenes van a seguir estando ahí, pero van a tener 60 y van a tener que darles lugar a los jóvenes, preguntarles y charlar con ellos porque es como tiene que ser. Naturalmente tiene que ser así. Los jóvenes tienen que participar, y participan, hay muchísimos jóvenes empeñados en causas nacionales, más allá de los partidos. Por ejemplo, la campaña de No a la Baja está fundamentalmente impulsada por jóvenes de entre 24 y 30, para arriba o para abajo. Entienden que es una causa nacional por la cual se tiene que luchar dejando los partidos de lado. Y en eso estamos también, luchando para que no se modifique la Constitución y no baje la edad de imputabilidad.
¿Sabés dónde querés estar "cuando seas grande"?
Nunca me puse a pensarlo, pero pensando rápido, no me veo en un lugar distinto al que ocupo ahora, me veo militando en el mismo lugar en el que estoy. Deberíamos incentivar más a la gente que milite.
Para mejorar al país...
Lógico, porque el hecho de militar quiere decir que estás ahí aportando para algo, y no te quedás en tu casa encerrado criticando y opinando sin hacer nada. Estás contribuyendo para el cambio o para el continuismo de algo, estás ayudando, estás trabajando para eso. Eso es lo más lindo que a uno le puede pasar: luchar por lo que uno cree o siente. Por eso creo que desde ese punto de vista a mi me gustaría que milite cada uruguayo, los 3.5 millones que hay en el país, me encantaría. Es un sueño, una utopía, ya sé, pero no hay nada más lindo que pelear por lo que uno cree y piensa, y defenderlo con argumentos. Tenés que estar informado para tener esos argumentos y para defender también lo que pensás.
Más allá de buscar cargos cada uno tiene que estar ahí si lo cree necesario. El político primero tiene que estar ahí luchando por una causa que cree necesaria y después ver si la gente dice: "¡Ah! Mirá este loco qué bueno que es", "qué nabo que es" o "qué inteligente", lo que sea. Pero uno a temprana edad no puede y no debe aspirar a integrar el partido, sería un honor para mí integrar el Directorio del partido por ejemplo, pero no lo aspiro.
Ahora sos muy joven, claro, el tiempo dirá...
Claro, pero además estaré o no ahí, pero dependiendo no de mí. Yo voy a estar en el partido siempre luchando y defendiendo sus principios del partido, luchando por un Partido Nacional más nacional que partido, una frase que dice siempre Larrañaga.
De eso se trata la actividad política, no se trata del beneficio o el ego del político. Se trata de la gente, no se trata de uno.
Wilson, ¿qué te parece que está en juego en estas elecciones?
Está en juego el futuro parlamentario del país. En Uruguay se vivieron 10 años en los que el FA tuvo mayorías parlamentarias, donde aprobaron y rechazaron cuanto proyecto quisieron solo por el hecho de tener mayorías. No estoy hablando mal de nadie. Creo que esta etapa nueva de la política y del país necesita el diálogo, la construcción en consenso, en equipo, en acuerdo, integrando a gente de otros partidos también. ¡Cuánto más lindo sería que las leyes que se votaron en este período parlamentario hubieran sido acompañadas no solamente por la mayoría parlamentaria del FA, sino por el PN, por el Partido Colorado, por el Partido Independiente! Sé que es algo muy utópico, pero inevitablemente la fuerza política oficialista va a tener que salir a construir una mayoría parlamentaria, que quizás tampoco la tenga siempre. Va a tener que negociar, va a tener que sentarse a charlar con gente de otros partidos y eso es lo lindo de la política: negociar, charlar, compartir, diferir. Es sumamente necesario y constructivo, por eso lo vivo con esperanza, con alegría y con ganas de que pase.
Por Ana Jerozolimski. Publicada también en el Semanario Hebreo.
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