No hay de fondo ningún conflicto extraño ni crisis con nadie de ningún tipo. Gorzy no viajó a cubrir el partido de la Celeste contra Colombia simplemente porque consideró que en su calidad de ex presidente del Comité Central Israelita lo oportuno era tener una actitud respetuosa respecto al día más sagrado del calendario judío, el Día del Perdón (Iom Kipur), que comenzaba justamente cuando el partido ya estaría en curso. Esto, aunque él no sea un judío religioso. Para él, esto fue un homenaje a sus antepasados.
Sobre ello y más es esta entrevista.
Sergio, hace pocos días apareció en El País una nota corta adornada con tu foto con el pabellón nacional, en la que se informaba que no habías viajado a Barranquilla a cubrir el partido de la Celeste, "por razones religiosas", por el Día del Perdón, Iom Kipur. ¿Por qué tomaste esa decisión?
Porque si iba tenía que trabajar y el partido terminaba a las 19.30 de Uruguay. A esa hora habitualmente me toca conducir el post partido desde donde sea y no me parecía correcto hacerlo. Además era trabajar con todo Uruguay viéndolo. Me parecía una falta de respeto innecesaria.
Me atrevo a imaginar que aunque hayas estado pleno con la decisión, te habrás comido el alma ¿no?
Me gusta ir. Viajar en el charter con la delegación. Pero fueron compañeros míos que hicieron muy bien el trabajo y del partido lo que más me importa a esta altura es el resultado final que por suerte fue positivo, aunque faltó poco para ser mejor aún. Obvio, estuve pendiente.
Habrá seguramente quienes piensen que está de más este planteamiento que yo te hago, ya que sos judío y decidir respetar Iom Kipur es un mensaje con significado, algo que hacen muchos judíos que no son religiosos. ¿Para vos fue claro todo el tiempo cómo procederías?
No soy religioso. Soy respetuoso. Desde los 13 años ayuno en el día del Perdón. Pero alguna vez trabajé, ya que coincidió muchas veces con partidos de Uruguay. Como hincha no podría dejar de ver el partido aunque sea por TV o escucharlo por radio. Pero como ex presidente del Comité Central Israelita del Uruguay entendí que esta vez debía ser claro mi mensaje. Por siempre un ex presidente es un ex presidente y en algún punto representa a mucha gente.
Pero hay otro punto que creo es importante destacar. Siento que vivo en un país en donde podés conmemorar tus fiestas sin generar la más mínima resistencia. Seguramente mis abuelos en Europa fueron o hubiesen sido castigados por hacer lo que yo hice. Lo hice en homenaje a todos aquellos que arriesgaron sus vidas por mantener vivas nuestras tradiciones. A su lado lo que hice yo no tiene nada de valiente y sí todo de homenaje.
¿No estuviste ya en situaciones similares en el pasado, de disyuntiva entre "lo Celeste y lo celestial", como lo llamó el rabino Shemtov de Jabad Uruguay?
Sí. Y algunas veces trabajé. Lo que no hice esta vez fue trabajar, pero mi corazón estuvo en Barranquilla sin dudas.
Estimo que probablemente algunos de tus colegas te habrán preguntado el por qué de tu decisión. ¿Cómo explicás qué es Iom Kipur, qué es lo singular del día?
Claro. En realidad porque creían que no iba por un tema de polémica cibernética que tuve con los colombianos hace 4 años y el chiste era si me animaba o no a ir. Pero al decir el motivo todos entendieron sin preguntar. Incluso llama la atención si un judío dice que ese día no va a ayunar. Te miran como creyendo que es mentira.
Estoy segura que también en las sinagogas la gente se moría por saber qué estaba pasando en Colombia ¿habrá habido algún "truco" para lograrlo?
Estoy seguro que muchos se ingeniaron para estar al tanto del partido.
EL DESEMPEÑO DE LA CELESTE
Empezamos por Iom Kipur y la Celeste... sigamos pues con el fútbol. ¿Cómo ves el desempeño hasta ahora del seleccionado nacional?
Muy bueno. El camino a Rusia está intacto y es muy difícil que no clasifiquemos directo. Lo veo muy bien.
¿Y las perspectivas? ¿Hay en el camino etapas que te preocupan?
Cada partido es una historia y hay que tener paciencia.
¿Es ésta la misma Celeste que trajo tanto orgullo en el Mundial del 2010? Y claro que no me refiero solamente al desempeño futbolístico sino al mensaje de los jugadores, muchos de ellos estrellas en equipos famosos, lo cual no reduce en lo más mínimo su compromiso con la Celeste.
Se mantiene una tradición que viene desde 1900, son 15 copas América, 4 campeonatos del mundo y decenas de glorias. Esta selección está acorde con las de todos los tiempos. Esta selección de Tabárez nació en 2007, pero la Celeste ya era grande y sigue siéndolo.
FÚTBOL Y VIDA JUDÍA
Sergio, recuerdo de una entrevista anterior que hicimos, tus historias sobre cómo aprovechás siempre que podés los viajes de cobertura futbolística, para buscar la conexión judía en cada lado, visitar comunidades sinagogas...
Es cierto. Siempre que viajo (con el fútbol o de vacaciones ) me interesa descubrir lugares o comunidades judías. A veces solo hay recuerdos y no presencia judía, sobre todo en Europa.
De memoria te cuento que viajando visité lugares judíos (sinagogas y/o comunidades) en Moscú , Estambul, Londres, Venecia, Florencia, Lima, Palma de Mallorca, Santa Cruz de las Sierras ( Bolivia), Guayaquil, Caracas, San Pablo, Río de Janeiro, Recife (la primera comunidad judía de las Américas), obviamente Nueva York y Buenos Aires, entre otros.
Obviamente que entre 2014 y 2016 mi cargo de presidente del CCIU me permitió presentarme como tal y las visitas tuvieron más profundidad desde lo protocolar porque en lugares con comunidades pequeñas la llegada de un líder judío uruguayo generaba un hecho histórico prácticamente.
En esos casos (Bolivia, Palma de Mallorca, Ecuador, etc.) el tamaño de la comunidad judía uruguaya y su organización así como la variedad de entidades que tenemos generaron admiración en ellos y orgullo de mi parte.
Tendrás miles de anécdotas... ¿Podrías elegir alguna para compartir con los lectores?
Destaco brevemente dos historias. Cuando Uruguay jugó en Quito aproveché para conocer el colegio Albert Einstein. Me sorprendí al ver que era dirigido por una uruguaya de nuestra colectividad, la profesora Raquel Katzkowich.
Muy cierto. Raquel, o Quela como la llamamos siempre, acaba de volver de Ecuador tras diez años de fructífera labor allí. Y su esposo, el médico ginecólogo Dr. Bernardo Ejgenberg, también se destacó allí. Enseñó en la Universidad y fue inclusive asesor personal de la ministra de Salud Pública ecuatoriana en determinado momento.
Así es. Te diré que ese colegio que mencioné es fantástico. El mejor de Ecuador y allí acuden solo un 10 por ciento de alumnos judíos ya que la colectividad es muy chica. La comunidad judía son 500 aproximadamente, y ese colegio tiene 700 alumnos. Todos, judíos y no judíos, reciben aprendizaje de hebreo, historia judía y de Israel, y aprenden a cantar y bailar danzas judías.
Otra anécdota, una vez en Lima jugaba Uruguay por eliminatorias y era Rosah Hashana (Año Nuevo judío). Decidí ir toda la mañana a una sinagoga masorti. Lo conté en el lobby del hotel a todos mis colegas y gente que allí estaba y el vice presidente de la Mutual de Futbolistas, Fabián Pumar obviamente ex futbolista, me pidió para acompañarme. Es muy católico, le interesan las religiones y se mostró interesado en participar de un evento tan especial. Con él y con un amigo común e hincha que vino en el charter (Ruben Gerstenbluth) fuimos y nos quedamos hasta escuchar el shofar lo que nos emocionó a todos. A la noche jugaba Uruguay. Tenía que estar en todos lados al mismo tiempo.
Divino cuento...
En Sudáfrica, en el mundial del 2010, conocí en la calle un grupo de judíos de Jabad. Tenían una sinagoga en un shopping al lado del hotel donde jugaba Uruguay. Cuando el Loco Abreu la picó en aquella histórica noche ante Ghana, era viernes de noche. Ellos me llamaban casi todos los días, hablábamos algo inglés, algo en hebreo y me querían "conquistar". Se reían cuando yo les decía que Uruguay pidió ser campeón. Cuando la noche de viernes Suárez salvó con la mano el gol decisivo y luego erraron el penal y llegó la definición del Loco interpreté que había sido un milagro. El sábado de mañana, casi sin dormir, aparecí en la sinagoga y casi llorando entre inglés hebreo trataba de explicarles lo que había sucedido.
Ellos obviamente no habían tenido noticias durante el shabat porque un religioso no prende la tele ni la radio durante el descanso sabático. Uruguay estaba entre los 4 mejores del mundo mientras Argentina, Brasil y tantos otros se iban a sus países. Faltaba uno para el minian, o sea el mínimo de diez hombres necesario para poder rezar en grupo en la sinagoga, así que desperté a mi amigo Armando Poziomek y lo "obligué" a venir. ¡Ese rezo tenía que salir bien! Yo entendía que algo diferente había pasado y no podía arriesgar a no ser agradecido. Esta historia la conté más detallada en mi libro Cámara Celeste, ¡y jugamos los siete partidos! Que fue un éxito editorial, tuvo 6 ediciones y se vendieron más de 15 mil ejemplares en 2010.
Tenés cada historia vos...
En la última copa América fui de Phoenix (donde jugó Uruguay) a Washington a un congreso del Comité Judío Americano y de ahí a Philadelphia a otro partido. Un día con jugadores, otro con embajadores, eso me pasó varias veces por coincidencia de fechas de congresos del CJM y el AJC con partidos de la Celeste del alma.
Que sigas así, sin aburrirte nunca... y reportando muchos éxitos de la Celeste. Gracias mil Sergio.
A vos Ana.
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