Pedro Sclofsky revolucionó a la opinión pública nacional cuando en 1997, siendo presidente del Comité Central Israelita, durante el tradicional agasajo anual de fin de año se pronunció -sin que los políticos presentes sepan de antemano que lo haría- en favor de la búsqueda de los desaparecidos. El tema llevó a fuertes tensiones con el entonces gobierno del presidente Sanguinetti, que consideraba peligroso para la paz interna hacer reflotar el delicado tema. Hoy, casi dos décadas más tarde, Sclofsky es uno de los miembros de la Comisión por la Verdad y la Justicia creada por el presidente electo Dr. Tabaré Vázquez.
Aunque imagino de antemano su satisfacción y orgullo... no puedo dejar de comenzar esta entrevista preguntándole cómo se siente con la designación del presidente Vázquez como miembro de la comisión que ha creado por la Verdad y la Justicia.
Pienso que es un reconocimiento a la colectividad judía por haber asumido en su momento un papel claro en favor de la búsqueda de los desaparecidos, en una época en la que la mayoría de la sociedad no se pronunciaba, por su postura en favor de la búsqueda de los desaparecidos. Eso creo que caló muy hondo en los sentimientos de la sociedad uruguaya, que el presidente Vázquez lo reconoce nombrando a una persona de la colectividad para formar parte de esta comisión.
Y no es casualidad que el elegido haya sido usted...
Es por el discurso en favor de la búsqueda de los desaparecidos que expuse en diciembre de 1997, cuando era presidente del Comité Central Israelita, estableciendo que la colectividad judía, por su moral y su ética, no puede estar ajena al drama de los desaparecidos. Dije que consideramos que independientemente de las condiciones políticas, tenían derecho a un digno sepelio como está establecido en la cultura judía y en otras también.
Está sin duda el simbolismo de aquello... Y me pregunto si también tiene algo que ver en esta designación el hecho de que aquel discurso provocó una discusión y que según se dijo en su momento, hubo presiones del entonces gobierno del presidente Julio María Sanguinetti. Se interpretó en aquel entonces que ese fue el trasfondo de la renuncia que usted presentó tiempo después a su cargo como presidente del Comité Central Israelita.
Esas son cosas del pasado. Transcurrieron ya 18 años desde ese discurso, las cosas en su momento fueron tal cual habíamos hablado. Se tardó 18 años en reconocer esa posición de la colectividad -y yo insisto que es de la colectividad porque en su momento realmente la mayoría de la colectividad estaba de acuerdo con esa posición- pero ello no quita mérito al hecho. La colectividad judía forma parte de la sociedad uruguaya, ciudadana como todos, y siente los mismos problemas que siente toda la sociedad uruguaya.
Quiero hacerte hincapié en que esta comisión es muy pequeña, tiene sólo siete miembros y es totalmente apolítica, porque quienes la integran no son partidarios ni institucionales, ni gente del gobierno del Frente Amplio, sino que está hecha en base a la participación de distintos grupos de la sociedad, para tratar de encontrar un avance o tratar de encontrar alguna información que nos lleve a poder dar con los restos de los desaparecidos.
Creo que es muy importante lo que usted dijo antes porque a veces hemos tenido la sensación que se esperaba que la colectividad judía se pronuncie como tal sobre los desaparecidos, aunque otras colectividades no se habían pronunciado. Claro que sí lo habían hecho familiares de los desaparecidos, pero eso es otra cosa.
Por eso, exactamente, yo creo que esa actitud que llevó a esa situación bastante amarga de mi renuncia y demás, sirvió para que calara en la sociedad uruguaya que nosotros como uruguayos sentimos realmente profundamente todos los temas que atañen al pueblo uruguayo del que somos parte. Por eso nos expresamos. Y por eso hoy día creo que el presidente lo valoriza -lo dijo en su discurso en la reunión de prensa-, y recuerda ese discurso y eso le sirvió a él para invitarnos a formar parte de esa comisión.
Es bueno destacar el rol de la colectividad como parte de la ciudadanía y al mismo tiempo está claro que se invitó a otros miembros de distintas comunidades religiosas... incluso está nuestra amiga Susana Andrade, de los umbandistas, una comunidad mucho más pequeña.
Es verdad.
¿Le parece que puede haber aquí algo que arroje resultados concretos tan necesarios para las familias de los desaparecidos? ¿O lo que se intenta, más que nada, es tocar emociones, apelar a lo simbólico, dejar la sensación de que los uruguayos todos se unen para tratar de buscar la verdad? Y claro que no lo digo minimizando esta opción, sino planteando si acaso se podrá lograr más que eso.
Pienso que es así, pienso que esa es la idea de haber conformado la comisión de esa forma, a pesar de que ha habido muchos grupos e instituciones que se han sentido molestos por no integrar esa comisión. Pero Vázquez lo dejó muy claro en la conferencia de prensa. Se hará todo lo posible. No creo que podamos hacer nada mágico que pueda aparecer de la noche a la mañana, pero lo que se quiere dejar en claro es que se va a seguir trabajando para poder encontrar la verdad y llegar a la justicia en un tema que realmente en un momento se quiso poner bajo la alfombra .Yo creo, como judío más que nada, que ese tipo de cosas no se pueden barrer debajo de la alfombra. Creo que esa es la opinión que me merece a mí esta actitud.
Pero... ¿tienen herramientas como para conseguir resultados concretos?
Somos optimistas. Hemos charlado mucho con el representante de la Iglesia Católica, a quien conocemos desde el tiempo del discurso a favor de los desaparecidos con el apoyo amplio que me brindó en su momento la Iglesia Católica. El representante de la comunidad protestante no estaba presente porque estaba de viaje. Pero creo que hay suficientes elementos como para tener confianza en que se hará lo posible para salir adelante. No es una comisión simplemente para figurar, sino con deseos de avanzar en el tema. ¿Hasta dónde podamos avanzar? Me entrevistarás seguramente dentro de un año o seis meses y volveremos a hablar de eso.
Pactado pues... Pedro, yo preguntaba sobre herramientas a vuestra disposición... y me imagino que uno de los elementos claves aquí es el peso moral de la composición de esta comisión ¿verdad?
Creo que sí, creo que alguna persona que se sienta identificada con cualquiera de los que estamos en esa comisión pueda querer tener la oportunidad de expresarse o darnos alguna pauta. Esa es la idea realmente.
¿O sea? Traduciéndolo en términos prácticos: ¿esperan que esto influya en algún militar que hoy ya no está en su puesto que sepa algo de algún asesinato, de alguna desaparición y diga: "Basta, no me lo puedo guardar más"?
Es posible, esa es una de las esperanzas que tenemos. Yo tengo la esperanza porque en alguna oportunidad años después del discurso a favor de los desaparecidos tuve alguna felicitación por parte de alguna gente que apreció la posición nuestra, que por sobre todo -y eso no lo entendió el gobierno entonces-, no era una posición política, era una posición ética y moral. Pero esas son cosas del pasado.
¿A qué se refiere con "felicitación de algunas personas"?, ¿Ex militares?
No sé si eran ex militares o no, te mentiría si te dijera, pero sí gente que supongo que tenía algún tipo de conocimiento de las cosas que pasaron, pero no tengo la menor idea, no tuve ningún contacto personal con nadie.
¿Se puede llegar a resultados concretos sin que algún militar decida cambiar de rumbo?
Va a ser difícil, pero se va a tratar de acumular todos los datos posibles. Una de las ideas del Dr. Vázquez es tratar de estudiar testimonios que han existido y ver si de ahí se puede sacar algo. Esa es una de las labores que tendríamos por delante. La idea es esa, tratar de reunir toda la información posible, digitalizarla, tener acceso fácil y rápido a distintas versiones... Es un trabajo difícil, Ana, no es un trabajo fácil.
Quizás porque realmente lo más importante es que los ayuden de hecho quienes directa o indirectamente fueron los responsables de la desaparición de ciudadanos uruguayos.
Sí, o participaron sin tener responsabilidad en la desaparición, también es posible. Gente subalterna a quienes se les pidió que enterraran los restos o lo que sea, que no tenían ninguna responsabilidad por lo que había sucedido.
Por eso dije también indirectamente.
Esa es la idea.
¿Cómo describiría a alguien que fue capaz de hacer desaparecer a una persona sabiendo lo que eso significa, no solo el haberla matado sino el haber perpetuado la tragedia para su familia por decenas de años?
Esa fue una terrible, trágica situación que vivieron todos estos países, fueron realmente hechos muy pero muy repudiables en todo sentido. No creo que, por más razones políticas que se puedan exponer, sean hechos que puedan perdonarse.
¿Qué comentarios ha recibido usted en la colectividad respecto a su designación a esta comisión?
Te diré que me he sentido enormemente contento por la cantidad de gente que me ha llamado y que me ha dicho que estaba muy feliz, inclusive gente que me llamó la atención dentro de sus posiciones políticas... Algunos me dijeron que realmente se dieron cuenta a pesar de haber pasado tantos años que la colectividad judía asumió una posición correcta y que hoy día la sociedad uruguaya nos reconoce y eso a mí personalmente me ha producido una enorme satisfacción. Te diría para terminar, que si a los 81 años pude haber recibido esta satisfacción, me siento muy feliz especialmente por mi familia que pasó momentos muy difíciles en aquellas circunstancias.