En los últimos días, a raíz de diferentes notas en la prensa nacional, resurgió el debate sobre si hay o no antisemitismo en Uruguay. Siempre supimos -y nos consta que esa es también la visión de la instancia representativa de la colectividad judía uruguaya, el Comité Central Israelita- que hay antisemitas, pero que no se puede presentar a Uruguay como "un país antisemita". Claro que hay prejuicios y sería ingenuo alegar lo contrario.
Toda expresión o actitud antisemita -así como discriminatoria de otros grupos- debe ser condenada y combatida, y no hay que esperar a que sea mayoritaria, para empezar a preocuparse. Al mismo tiempo, es importante ver el cuadro general. Y con esta entrevista intentamos aportar a ello.
Es una conversación con el Rabino Mendel Shemtov, del movimiento religioso Jabad. Quien no lo conoce personalmente, seguramente lo haya visto estos días "circulando" por la web en un video sobre las diez horas de caminata por Montevideo, que hizo para mostrar lo que él siempre sintió como característica de la realidad uruguaya: respeto y falta de hostilidad.
Mendy, hace pocos días comenzó a circular por las redes sociales un video de algo menos de tres minutos que resume una original iniciativa que tú protagonizaste, caminar diez horas por Montevideo, siendo judío religioso, lo cual en tu caso es especialmente notorio, casi de más está decirlo, por tu forma de vestir, típica de judíos ultraortodoxos. ¿Cuál es tu resumen general de esta vivencia?
En resumen, positiva. Gracias a Dios, muy positiva. Para mí fue una caminata como cualquier otra. Si bien no camino diez horas seguidas en un día común, sí me muevo mucho por todas partes de la ciudad y del país en general y puedo decir que el video reflejó fielmente lo que sucede todos los días.
El video que mencionamos presentaba claramente a Mendel Shemtov, rabino uruguayo... y realmente, aunque tus padres llegaron del exterior, para trabajar en Uruguay por el movimiento Jabad, tú mismo naciste en Montevideo.
Tal cual. Soy nacido en el Uruguay. Me crié, me eduqué e hice la Bar Mitzvá en este bendito país, luego estudié en el exterior, y después de casarme -mi esposa es de Sudáfrica- decidimos volver a radicarnos en Uruguay para ofrecer y aportar lo que podemos a la comunidad judía aquí como también a toda la sociedad Uruguaya. Quizás entonces, para que no haya confusiones por ahí, debería cambiar mi nombre a Rabino Mendel "Uruguayo" Shemtov...
Y lo decís con una sonrisa, bien justificada por cierto. Mendy, hasta ahora ¿cómo había sido tu experiencia como judío en Uruguay? Te lo pregunto porque evidentemente, tu forma de vestir y el gorro que a veces llevas, o la kipá que te cubre la cabeza, te pueden distinguir fácilmente inclusive ante quienes no saben nada de judaísmo...
Desde siempre, o sea, desde lo que recuerdo de mi niñez, en este país uno puede vivir y expresar tranquilamente su identidad. Mi experiencia fue y sigue siendo muy agradable. Una vivencia diaria de tolerancia pero más que nada, de respeto y admiración. Todos los días camino las calles montevideanas, casi 30 años, y no vivo con miedo ni tengo experiencias negativas. Claro está que también en Uruguay, como en todo el mundo, hay gente con prejuicios, y hay quienes cuando ven algo o alguien diferente, les llama la atención. Lo miran. Me miran. Pero nada más. A mí nunca me incomodó esa mirada, al igual que al soldado no lo incomoda que lo miren por su uniforme ni al médico por el suyo. Al contrario.
¿No te topaste nunca con expresiones antisemitas?
Siempre hay alguno por ahí que dice algo... pero te aseguro que por mi propia experiencia, puedo decir que es una minoría absoluta. Alguna vez pasó que me digan algo, desde un ómnibus o una camioneta andando o desde una obra, ahí arriba, cuatro veces al año como máximo. No minimizo lo negativo de que pase aunque sea solamente una vez, pero quiero decir que el cuadro general es sin duda muy positivo.
Me parece que una mujer hoy en Uruguay recibe más agresiones verbales caminando por la calle que yo. Lamentablemente.
O sea que este fenómeno de las expresiones antisemitas callejeras, sobre el que se lee a menudo... no se da en Uruguay en tu opinión como en otros lados...
Según lo que escucho y leo, mucho menos que otros países. No conozco tanto otros lugares, pero tengo que reconocer que en mis visitas por países en Europa y Sudamérica, jamás me crucé con alguna expresión de esas... Quizás en Oslo, Noruega, cuando fui a ayudar al Rabino de Jabad ahí y su familia, caminando en la noche me gritaron algo... Pero no sé qué dijeron y si era por mi pinta de judío o por pinta de uruguayo.
Debe ser eso, sí, por tu pinta de uruguayo... Claro está que ni siquiera diez horas caminando son un estudio estadístico... pero sin duda sí son algo que al menos da un indicio de algo que va más allá de lo momentáneo... en diez horas podés toparte con mucha cosa linda o desagradable. ¿Cuál es pues tu conclusión?
Mi conclusión es: no hay de qué temer. Gracias a Dios vivimos en un país y en una época donde el desafío ya no es más, como antes, vivir como judío abiertamente. El desafío hoy es otro. Es superar las pruebas internas, lograr vencer la vergüenza que quizás algunos puedan sentir (¿de qué? no sé). El desafío hoy es vivir de acuerdo a las normas pautadas por Dios en el Sinaí para con nosotros a pesar de que la sociedad en general nos acepte sin esa carga. Entiendo que debemos y podemos integrarnos a la sociedad sin desjudaizarnos. Es un desafío y una responsabilidad para con nuestros antepasados, nuestros hijos y nosotros mismos. Y ¿sabes qué? el mundo no judío nos lo pide también. Quieren que seamos auténticos y fieles a nuestra esencia, misión y mensaje para la humanidad.
Mendy, volviendo a tu caminata, que deja sin duda muy bien parado a Uruguay... ¿hubo algo que te sorprendió, en las reacciones de la gente?
Sí, hubo algunas cosas... un hombre que me preguntó dónde queda la Corte Electoral, como también el hombre que se quiso sacar una foto conmigo. Lindas sorpresas que no preparé de antemano... También hubo algunos encuentros y conversaciones más, muy amenas y divertidas que no salieron en el video. Los editores no quisieron alargarlo demasiado. Será para la próxima.
Me imagino que también habrá habido simplemente sorprendidos, gente que no sabe, que no conoce... ¿Te molestabas en ponerte a explicar? En el video se ve a alguno que te pregunta, como recién comentabas.
Para nada me molestan esas instancias. Al contrario, me gustan mucho. Por esa razón, por ejemplo, cuando viajo en taxi me siento adelante. Siempre aprendo algo o me dan la oportunidad de aclarar o enseñar algo. No hay nada más lindo que entablar una relación de respeto con alguien donde se ven enriquecidas las dos partes. Nunca me alejo de las preguntas. En el peor de los casos, si no tengo la respuesta, lo tomo como un desafío y una oportunidad para aprender.
En las redes sociales, más que nada en Facebook en este caso, el video ha sido reproducido más de 110.000 veces en menos de una semana. Pero esos marcos también son aptos para todo tipo de comentarios, no sólo positivos... ¿Hay comentarios que desesperan, contra los que te parece que no hay nada que hacer?
Son similares a los que vienen desde una ventana de un ómnibus en marcha ("Judíoooo..."). O sea, no son personales y no me parece que reflejan ni la opinión ni la forma de ser de la mayoría de los ciudadanos uruguayos. Claro que también acá hay antisemitas, pero yo veo el cuadro general, que es el más representativo.
Sobre los comentarios, si contás los negativos y los que le ponen "like", ¿cuántos son? Digamos que los multiplicas por cien, por doscientos... ¿Y? La mayoría son ignorantes de los hechos, nunca hablaron o conocieron un judío, por lo tanto es algo que se puede arreglar con un poco de educación de los hechos y educación hacia el respeto al diferente.
Sí hay quienes no son tan ignorantes como los primeros, y bueno... es una lástima. Aparte, nunca dije que todos me quieren, o deberían quererme. No es necesario. Lo que sí es necesario y fundamental en una sociedad para que exista de la mejor manera y avance y florezca como se lo merece toda sociedad, es el respeto. No la tolerancia sino el respeto.
Hacés muy bien en distinguir entre las dos cosas... tolerancia suena un poco a que se aguanta al otro, pero respeto ya es algo muy distinto...
Claro. Me parece, según mi experiencia como judío practicante y no ocultado, que en este país hay mucho respeto, e inclusive admiración, por quien adhiere y mantiene respetuosamente su herencia, tradición y valores milenarios. El uruguayo aprecia una persona fiel, una persona que es buena gente y que es respetuosa de los demás y de sus tradiciones y de sí mismo.
Yo siento que me toca vivir con mi familia, con mi comunidad, en un bendito país e irradiar luz desde acá para mejorar al mundo desde este rinconcito que es el Uruguay.