¿Cómo evalúa el gobierno paraguayo la situación en cuanto a su relacionamiento con la región?
No parece fácil porque la actitud que se ha tomado es absolutamente política y no jurídica y eso está dicho por el propio presidente de Uruguay, eso es lo que hace que se complique el relacionamiento que debería darse a través de vínculos expresados en contratos, convenios y acuerdos bilaterales o multilaterales más formales. La cosa se complica cuando se deja de lado lo jurídico y cuando la única condición para que se genere algún tipo de vínculo, sea positivo o negativo, sea política, ahí es cuando se comete un error.
¿Por qué cree que esa fue la reacción de Brasil, Uruguay y Argentina?
Creo que lo que pudo haber ocurrido es que tenga que ver con la negativa que se tenía del ingreso de Venezuela, generada por el propio congreso paraguayo, según nuestra constitución eso debe aprobarse con una ley del congreso. Ahí es donde se entiende el planteamiento hecho por el propio presidente uruguayo, que es una salida política, pero que eso sea legal es otro tema. En el campo de las relaciones internacionales no puede ir lo político por encima de lo legal. Esa es nuestra preocupación por el tipo de relacionamiento que puédamos tener, este relacionamiento ideólogizado. Supongamos que en un momento determinado los grupos internacionales son fascistas o de ultra derecha también afectaría si otro país que pueda considerarse de centro izquierda puede ser perjudicado. El problema es si se tiene un relacionamiento formal o si es informal y político.
Aquí parte de la oposición sostiene que existe la posibilidad de que Uruguay puede estar en una situación similar en el futuro, si a la región no le parece legítima una decisión adoptada por nuestro Parlamento.
Esto sienta un precedente, no es muy bueno para la región. Es mi opinión personal, porque no le he escuchado hablar al presidente de esto. El presidente es muy cauto, porque según su filosofía todo se va a ir aclarando con el tiempo. Todas las investigaciones formales que se están realizando en Paraguay apuntan a una intromisión grosera de Venezuela en las relaciones internacionales. Hay un grupo de pensadores que están evaluando por donde viene la mano, inclusive las oportunidades que tiene Irán con este nuevo vínculo. Estamos siendo producto de un juego internacional de poderes, que afecta el relacionamiento entre nuestros países y eso va a complicar muchísimo.
El video del canciller venezolano Nicolás Maduro conversando con militares paraguayos resultó ser falso.
Es absolutamente real y está bajo mi competencia. Ese video salió de la guardia de seguridad del Palacio, por orden del presidente, a través del Ministerio de Defensa se ha dado a conocer. Yo lo único que hice como ministro de Información de la República fue darlo a conocer por orden del presidente y de la ministra de Defensa. Ahí se demuestra cómo un representante de un gobierno se vincula se reúne con los militares, eso está prohibido por nuestra constitución, y hasta por la convención de Viena, es leer nomás.
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, dijo que Maduro nunca quedó a solas con los militares, en el mismo sentido Telesur señaló que la reunión fue con todos los ministros.
El propio Chávez felicitó a Maduro, en una audición pública por haber ido a hablar con los militares, defender la democracia y tratar de ir en contra del golpe.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias desde el punto de vista del intercambio comercial y energético con la región?
Paraguay no tomó la iniciativa, y esto es importante recalcarlo, nuestro país no va a afectar a nadie. Somos conscientes de que el MERCOSUR se invitó para que juntos crezcamos, no para que uno tenga más ventaja que el otro. Haciendo una análisis sencillo, se puede decir que nació el MERCOSUR para que Brasil se consolide el liderazgo de Brasil a nivel internacional como bloque, para que Argentina viva un poco mejor y para que los pobres de Uruguay y Paraguay se prendan al carro de alguna manera para sobrevivir. Esa filosofía no es buena. La filosofía debería ser la de la igualdad de oportunidades y una cuestión más solidaria, al estilo europeo. Acá las ventajas para los países menos desarrollados son más en declaraciones que en otra cosa.
En vez de ayudar a desarrollar estamos dándole palo a Paraguay y a Uruguay. Nosotros no somos capaces de entender, que como pequeños, deberíamos unirnos. La historia nos une en nuestra desgracia para ayudarnos mutuamente en acompañar este proceso para que sea un poco más ordenado.
¿Cree que si se hubiera dado más tiempo para realizar el juicio político, podría haberse legitimado de otra forma el proceso?
La Constitución y la ley no dice el tiempo. Usted puede cuestionar la Constitución paraguaya, que puede tener uno, dos, tres, cuatro errores, pero es nuestra Constitución y somos soberanos. Yo no puedo cuestionar la Constitución uruguaya, y hay muchas cosas que no me gustan de la Constitución uruguaya, pero personalmente como paraguayo no puedo opinar sobre eso porque la convención del pueblo uruguayo a través de sus representantes ha decidido una ley que es la ley magna y sobre ella descansa el orden jurídico del Uruguay. Yo no puedo intervenir en lo que me gusta o no del Uruguay. Nuestra Constitución es clara y es contundente y se trata de una de las constituciones más libertarias de América Latina. Hay ver las garantías y los derechos que se tiene. El ex presidente Lugo reconoció que iba a ir a juicio político, al reconocer se legitima, y mandó a sus defensores, durante este proceso comienza la intervención de las arengas militares y ese es uno de los motivos por los cuales se acelera el proceso, y Lugo reconoce y se retira por la puerta grande. Dice “Sí está bien, me echaron esto es legal, me voy. Hay una aceptación y después durante el juicio el presidente del Congreso dice que la defensa tiene más tiempo y la defensa dice ´No, es suficiente´, terminó 15 minutos antes. Eso está todo grabado. Un problema es lo que ocurrió en Paraguay y otra cosa es la opinión internacional generada por opiniones poco felices de los presidentes de Argentina, Brasil y Uruguay.
¿Cree que Franco va a poder llegar al 21 de abril?
Con el apoyo popular que tiene, creo que la única posibilidad de que no llegue es que invada Brasil, Venezuela o Argentina. Yo estoy manejando unas encuestas que dicen que el 70% de la gente ya quiere borrón y cuenta nueva. Acá no hubo un solo contuso. Yo estuve en el golpe de Argentina, fui detenido en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) con 16 años, soy hijo de madre y padre desaparecido, Chávez no me va a decir a mí que significa la lucha por la libertad.
¿Cómo se encuentra Franco, en cuanto al respaldo interno?
Se encuentra muy fuerte con el apoyo del Congreso, una mayoría contundente que ha demostrado que el pueblo paraguayo a través de sus representantes se ha expresado. Lo que hace Franco es simplemente asumir sus responsabilidades, no es que se impone, está establecido en la Constitución.
¿Paraguay tiene interés en regresar al bloque, después de las elecciones de abril?
Nosotros nunca nos fuimos, no se si se dieron cuenta. Tienen que pensar como nos van a compensar el daño que nos están haciendo en términos económicos y morales. Se va a llevar a tribunales de MERCOSUR el hecho, estamos convencidos que un fallo jurídico va a ser favorable a nosotros. Ni siquiera se ha escuchado nuestra opinión. Cuestionan que no se le ha dado tiempo a la defensa de Lugo, cosa que no es cierta, y a nosotros no nos dieron ni un minuto para escuchar, no se nos recibió. La carta de Asunción, el protocolo de Ouro Preto y Ushuaia, plantean claramente como tiene que ser el proceso.
¿Esperaban otra reacción de los organismos internacionales como OEA?
Lo de la OEA es mucho más complicado porque hay créditos del banco Mundial que tiene que ver con nosotros. Hay un discurso de los presidente de Uruguay, Argentina y Brasil que dicen que no quieren dañar al pueblo paraguayo y lo van a dañar, van a hacerlo como en la guerra de la Triple Alianza, si siguen con su posición tan dura en la OEA, la sanción allí cae con todos los préstamos internacionales, y eso va a afectar nuestro pueblo, igual estamos acostumbrados a defendernos, ya lo hicimos 150 años atrás y lo vamos a volver a hacer.