Según averiguó Montevideo Portal, la Justicia brasileña aprobó definitivamente la extradición del Cnel. (r) Manuel Cordero. Ahora sólo falta que Argentina decida la fecha de viaje. El ex militar uruguayo será juzgado por el secuestro de Simón Riquelo.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil, expidió en las últimas horas la redacción del fallo por el cual habilita definitivamente la extradición del Cnel. (r) Manuel Cordero a la República Argentina, donde tiene una causa abierta por varias desapariciones en el marco del Plan Cóndor y por el secuestro de Simón Riquello, hijo de la militante del Partido Por la Victoria del Pueblo, Sara Méndez.
Según averiguó Montevideo Portal, la justicia brasileña envió una copia del fallo al Ministerio de Justicia y a la Cancillería brasileña para que se pongan en contacto con las autoridades argentinas para concretar el traslado de Cordero.
El pasado 6 de diciembre la Justicia brasileña concedió la extradición de Cordero pedida por la Justicia uruguaya, por la investigación de la desaparición del ciudadano uruguayo Aldalberto Soba. Pese a ello se efectiviza antes el pedido realizado por Argentina porque el Tratado del MERCOSUR prioriza el país donde ocurrieron los hechos por los que se pide una extradición y en segundo lugar el país que primero elevó la solicitud, en ambos casos Argentina.
Adalberto Soba era militante del Partido Por la Victoria del Pueblo y fue secuestrado en 1976, torturado en Automotores Orletti y trasladado en el "segundo vuelo", el 5 de octubre de ese año. Esa investigación derivó en el procesamiento de Ricardo Arab, José Gavazzo, Gilberto Vázquez, Ernesto Ramas, Luis Maurente, Ricardo Medina y José Sande, los primeros militares y policías procesados con prisión por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
Cordero permanece en Brasil desde 2004, a donde viajó cuando estaba siendo investigado por la Justicia uruguaya. En 2007 fue detenido por la Justicia brasileña.
Entrevista con Manuel Cordero
En conversación con Montevideo Portal, el Cnel. (r) Manuel Cordero se definió como un “prisionero de guerra”, señalando que fue partícipe de “una guerra irregular” en la que se vio obligado a participar. En ese sentido subrayó que la “guerra” en la que participó era “totalmente distinta” para la que fue instruido y la que conocía cuando ingresó en Artillería.
Cordero calificó como un “grave error” por parte del Movimiento de Liberación Nacional el haber atacado a las Fuerzas Armadas en 1972, con el asesinato entre otros de Artigas Álvarez, debido a que eso hizo que las Fuerzas Armadas se volcaran al ataque de la guerrilla.
“Hasta el año 72 nunca habían tocado ningún militar (…) el ser humano es así, mientras no te toque a vos, uno se queda quieto, no te vas a meter”.
Sin embargo sostuvo que la “guerra” se perdió: “Apenas empieza la democracia yo empecé a dudar si había terminado y después empecé a dudar de si la habíamos ganado (…) y a medida que iba pasando el tiempo mis dudas eran mayores. (…) Parecía que había terminado, pero no ha terminado, sigue por otros medios”.
”Una máquina de escribir hoy es más peligrosa que un bazooca (…) se sigue la batalla y el enemigo lo alcanzó de alguna manera (…) con motivo de esa guerra uno cayó preso”, afirmó.
Cordero diferenció el arrepentimiento de la justificación de la guerra: ”Yo duermo todas las noches, pero esto no tiene justificación, ni la busco; una guerra no tiene justificación, por más que la busque para arriba, para abajo y para el costado ¿cómo se van a justificar esos disparates”.
”Jamás me hubiera gustado participar de una guerra”, agregó que si hubiera sabido de antemano las condiciones de la “guerra irregular”, “hubiera dicho, esto no es para mí”, dijo y agregó: “yo no tuve ese tipo de opción (…) yo era como un bombero cuando hay que apagar el fuego, un trabajo profesional, yo cobraba”.
”Si hubiera sido panadero del Maestro Cubano hubiera estado loco si pensaba que iba a entrar en una guerra, pero siendo militar es lógico”, señaló. Cordero agregó que después de los asesinatos de Álvarez, Motto y los cuatro soldados “entramos todos”, sosteniendo que había en la lucha contra la guerrilla “un problema de supervivencia”. ”Mientras no saques de circulación a estos individuos, podés ser otro Álvarez”
En cuanto a las salidas ocurridas durante su período en prisión domiciliaria, el militar retirado afirmó que informó “en detalle” a la Policía Federal sobre sus salidas, agregando que siempre fueron en horas de la mañana y vinculadas a tratamientos médicos que le exigían caminar un kilómetro por día. ”Para tratarme la salud fui a un especialista, que no quedaba muy lejos de mi casa, yo nunca fui más de 500 metros (…) tenía que caminar un día de sol, pasaba por la puerta del supermercado que queda a 150 metros de mi casa y tenía que comprar alguna cosa, tiene Farmacia adentro, o compraba un litro de leche”.
”A mí me daba lo mismo si me quería acompañar un policía que me acompañara, pero no me dijeron nada”, agregó.
Las elecciones nacionales
Cordero comparó a José Mujica con “Pinchinatti” agregando que leyó el libro "Pepe Coloquios", al que calificó como “disparate tras disparate”. En esa línea señaló que el Frente Amplio ganó las elecciones por las “malas gestiones” de los partidos tradicionales, de los que dijo que están "totalmente desprestigiados".
”Yo no noto muchas diferencias entre los métodos de Pinchinatti y los métodos de Mujica”, afirmó y agregó que “es como dice Marenales, cuando abre la boca es para decir disparates”.
Cordero opinó que los partidos tradicionales perdieron las elecciones porque abrieron locales de votación “tres meses antes de las elecciones”, mientras que el Partido Comunista trabaja durante cuatro años en los Comités de base.
”Es una radio, una banderita, pone de cuando en cuando a los Olimareños y toma mate (…) empiezan a trabajar al otro día del 29”, agregó.
Sobre este punto agregó que el FA ganó “por poco” porque se equivocó en la elección del candidato: “Tabaré Vázquez y los demás lo vieron eso”.
”Hubo en la colcha de retazos desinteligencia, entonces pusieron al candidato menos potable que era Mujica (…) si hubiera sido Astori o Martínez robaba, ganaba en la primera vuelta sin el más mínimo problema”, agregó.
Las causas
En cuanto al reconocimiento de los crímenes de los que se le acusa, Cordero manifestó que las indagaciones que se realizan son judiciales y “hay que juzgarlo desde ese punto de vista”.
”Me consta que varios de los que están presos (en Domingo Arena) no tienen ni idea de lo que los acusan” y agregó: “No estuvieron, no sabían, ni se lo contaron, son varios y están con los otros”.
Cordero negó conocer Automotoras Orletti y manifestó irónicamente: “Lo primero que voy a pedir cuando me extraditen a Argentina es ir a conocer a Orletti”.
Cordero dijo que en Argentina desplegaron “una guerra de aniquilamiento”. “Ellos tenían bases de trabajo, no trabajaban desde los cuarteles, porque no tenían prisioneros (…) llegaron a tener como mil (…) de todas esas bases tengo entendido que una de ellas era Orletti”.
El militar retirado reconoció que había conexiones entre Argentina y Uruguay en la década del setenta pero señaló que estuvo “siete meses en Inteligencia, de abril a octubre de 1976 y que no conoció ninguno de los centros de tortura.
“Sé como se movían los argentinos porque teníamos contacto con Argentina, intercambiaban información”, agregó.
Por otra parte calificó los procesos judiciales como “una comedia jurídica” y “uno de los elementos de esa guerra (…) tanto el fiscal como el juez lo traen de la casa el resultado, no le interesa lo que uno diga”
Cordero agregó que ese “engaño” se realiza con la “complicidad hasta de los mandos en actividad” y “la complacencia de políticos de la oposición que miran para otro lado”
El militar uruguayo se quejó de que desde la Justicia argentina se trató a los guerrilleros como “escritores y poetas que luchaban contra la burguesía”. “Yo tuve mala suerte porque me encontré con granadas y tiros”, agregó.