Entrevista a Frans Bronkhorst

Frans Bronkhorst, presidente de la ONG holandesa Drugs Peace Institute, fue el encargado de proponer el nombre de José Mujica como candidato al Nobel de la Paz. Su idea fue acompañada por un grupo de catedráticos alemanes, legisladores polacos y, en los últimos días, por la propia bancada del Frente Amplio, que se adhirió a la propuesta y elevó una carta al Comité del Nobel.

Bronkhorst estuvo en Montevideo en las últimas semanas, se reunió con autoridades de la Junta Nacional de Drogas y el gobierno, y consiguió el aval para presentar la propuesta.

Montevideo Portal dialogó con él sobre la figura de José Mujica y el porqué de su propuesta controvertida.

¿Qué es lo que le impactó más del presidente Mujica?

Mujica es una persona extraordinaria debido a su pasado como guerrillero y preso político. Parece que esos años lo han hecho una persona sabia y dura. Cuando habla de la importancia de preocuparse por los demás y no de los bienes y las riquezas, como consumidor de marihuana puedo entenderlo perfectamente. Afirma que nunca encontró a Dios, pero en cierta forma nos muestra que entendió perfectamente la sabiduría psicológica del mensaje cristiano mejor que aquellos que buscan a Dios en el cielo después de la muerte.

Mujica practica lo que Jesús predicó: no pienses sólo en vos, pensá en los que te rodean, lo que te va a dar felicidad. Su gobierno aprobó leyes sociales que estaban en deuda de hace mucho -como las relativas al aborto o las uniones homosexuales, entre otros- pero con su ley que intenta sacar la marihuana de la mafia se ha revelado como un verdadero hombre de Estado. Desde los '50 el mundo ha vivido bajo un régimen de propaganda que condena cualquier sustancia que altere el estado mental como malvada, así como a aquellos que la producen. La coca nunca fue un mal en Los Andes hasta que llegaron los españoles, y el opio fue una medicina hasta que los europeos reclamaron su monopolio en el comercio, y la marihuana ha sido agregada a la lista por los Estados Unidos por sus propios sórdidos motivos.

En este momento no sabemos cuánto de esta propaganda es verdad, pero vemos que los consumidores de marihuana no enloquecen como los que consumen alcohol, y si uno mira con atención a los efectos de la marihuana queda claro que la planta tiene todo tipo de efectos benéficos, que mejoran tanto la condición física como mental. Así que, para los usuarios de marihuana, Mujica es una figura histórica, es quien se atrevió a pararse frente a todos los que, bajo el liderazgo de Estados Unidos, convierten en infierno la vida de los consumidores. Porque seamos claros, aunque la guerra contra las drogas tiene muchas bajas, la sociedad y los medios olvidan el grupo principal entre ellas: los consumidores. Estos no causan daño a la sociedad. El daño es producido por la legislación prohibitiva. Por ello es que Mujica siempre será recordado por su valiente posición en relación a los consumidores, la mayoría de ellos jóvenes. Debido a esta legislación, Mujica ha tomado proporciones casi míticas y se ha unido a Bolívar y San Martín en el rango de los libertadores.

¿Por qué cree que un ex guerrillero podría convertirse en un Nobel de la Paz?

¿Por qué no podría un ex guerrillero ganar un Nobel de la Paz? La gente lucha contra la injusticia en todas partes del mundo. El "era" un guerrillero. Yo creo que Mujica es el "alma gemela" de Mandela. Además, claro que teníamos un interés en llevar adelante esta campaña por el Nobel que sobrepasa el premio en sí. Queremos llamar la máxima atención a la ley aprobada en Uruguay, porque puede servir a otras naciones que buscan enfoques alternativos en las políticas de drogas. También porque sentimos que este experimento necesita toda la ayuda que pueda para sobrevivir. Pueden apostar que todo tipo de organizaciones -gubernamentales y no gubernamentales- están estudiando desde ya cómo sabotear el experimento entero. Sentimos que por esa razón es bueno que quienes están a favor lo hagan público. Eso no es obvio. Durante los ocho meses que organizamos esta campaña descubrimos que mucha gente -muchos del ámbito académico- eran entusiastas sobre la nominación pero tenían miedo de manifestarlo.

Hay tanta presión de las autoridades que los profesionales académicos no quieren poner en riesgo su prestigio o incluso sus trabajos. De hecho los profesores se unieron a la nominación en grupo, una estrategia que los protege de ser identificados si hay represalias. En noviembre del 2012 pensamos que no llegaríamos a las requeridas cien nominaciones, pero por suerte la gente se unió, y los primeros fueron un grupo de parlamentarios polacos muy entusiastas, del partido Twoj Ruch. Otros siguieron y al final hasta el Frente Amplio, que hasta ahora había sido vacilante, se adhirió. No creo que sea una contemplación con Mujica sino más con nuestra institución, una organización de usuarios de drogas, algo en lo que pocas personas de una sociedad querrían verse asociadas

¿Consideran que efectivamente este será el primer paso para eliminar el tráfico de drogas en el mundo?

La legalización de la marihuana por cierto que es un primer paso rumbo al fin de la guerra contra las drogas. Pero cuáles serán los próximos pasos o quién los tomará es una suposición abierta a cualquiera. Hay otro costado de la legalización que aún no ha sido discutido. Con Mujica la planta sale de las manos de la mafia y llega al Estado. Pero eso es sólo el principio del proceso, porque el Estado no tiene asunto alguno en el asunto de la marihuana, pero no por cuestiones económicas sino porque el Estado no tiene parte alguna en la vida espiritual de una nación.

Hemos visto en el pasado colonial cómo las potencias europeas han abusado de sustancias que alteran el estado mental para sus propios intereses comerciales a expensas del bienestar de los colonizados. La guerra contra las drogas es una estratagema mucho más vasta que abusó de las drogas por los intereses geopolíticos de Estados Unidos y de todos los que participan en el juego. Por lo tanto, esos productos, comenzando por la marihuana, deberían ser controlados por los que los usan. Mientras menos terceras partes haya involucradas mejor será el producto y la gente que lo use. No puede confiarse en que la gente involucrada en la producción y venta por razones puramente monetarias ofrezca el producto natural que beneficia más a todos. Los Estados, cuyo asunto es controlar la gente y manejar la opinión pública, no pueden estar a cargo de sustancias que alteran el estado mental. Por lo tanto, el Estado debe promover el autocultivo y estimular a que la gente que quiere consumir marihuana plante la suya.

Además de la legislación de la marihuana, ¿qué otros valores o cualidades ve en el presidente José Mujica?

Parece tener un montón de buenas cualidades. Es un hombre humilde, y eso lo eleva y lo vuelve un ejemplo para la juventud. Es una persona caritativa, una cualidad que uno encuentra mucho hoy en día en los ricos, pero en ese caso hacen buenas obras para cultivar una imagen que ayude a potenciar aún más sus fortunas. Teniendo en cuenta que Mujica no se interesa por lo que no sea mínimamente necesario, la suya es una clase de caridad que enriquece al que da y al que al recibe. Pero ese es un raro conocimiento del que carecen los donantes más famosos del planeta. Lo que sí me gustaría más de Mujica es un poco más de comprensión con los consumidores de marihuana. Dice que su consumo es aberrante, pero no lo conoce y por lo tanto no debería hacer juicios sobre él. Nosotros no llamamos a su consumo de alcohol aberrante; no lo es, mientras sea hecho dentro de límites razonables, y lo mismo es cierto para el consumo de marihuana.

¿Imagina un mundo en el que todos los presidentes fueran como Mujica?

Si todos los presidentes fueran como José Mujica, viviendo el día a día, uau, John Lennon se levantaría de su tumba.