La mordedura de un cocodrilo suele ser sinónimo de muerte para quien la recibe. No porque se trate de un animal ponzoñoso, sino porque resulta casi imposible desasirse de sus fauces.
Otros depredadores de las aguas, como el tiburón o las pirañas, utilizan sus filosos dientes para arrancar trozos de sus presas. Los dientes del cocodrilo no son especialmente agudos, más bien se asemejan a guijarros. En contrapartida, este saurio posee una descomunal fuerza en las mandíbulas, y una vez que se cierran sobre alguien, ese alguien puede darse por muerto y devorado.
Por fortuna, eso no fue lo que hizo Hannibal, un veterano cocodrilo de 78 años y 660 kilos, estrella del Crocodile Creek, en KwaZulu-Natal, Sudáfrica. De haber aplicado una de las pertinaces mordeduras de las que, sin duda, es capaz, hoy hablaríamos del entrenador Sean Le Cleus como de una persona fallecida.
Tal como se aprecia en las imágenes, Le Cleus se sienta sobre el lomo del animal y repite una frase que es muletilla de sus presentaciones, en la que afirma que Hannibal es el único cocodrilo sobre el que puede sentarse.
In a horrifying incident, a 16-foot crocodile attacked a wildlife park employee in South Africa who survived.#NewsMo #ITReel #Crocodile #Zookeeper #Attack pic.twitter.com/0MV85qDpSK
— IndiaToday (@IndiaToday) September 22, 2022
Luego los hechos se precipitan. Un segundo cocodrilo se aproxima desde un costado y el entrenador se pone de pie. Distraído con el movimiento del otro reptil, se distrae durante un momento de Hannibal. Este, a su vez, quizá sorprendió por el cambio en la rutina, propina al hombre una dentellada, alcanzándolo en una mano y un muslo.
Tal como se aprecia en el video, Hannibal se da por satisfecho con ahuyentar al humano y no persevera en su ataque. Sin embargo, esa “mordidita” requirió varios puntos de sutura.
Según informara el periódico The South African, veinte minutos después del incidente el entrenador ya estaba de nuevo en escena. Asimismo, el parque emitió un comunicado donde aseguraba que Le Cleus no había sufrido heridas de gravedad.
Uno de los cuidadores del parque señaló que la reacción violenta de Hannibal pudo deberse a la presencia del segundo espécimen, que era una hembra. Así las cosas, el viejo macho se habría percibido al humano como un rival, o una amenaza contra su congénere.