El inicio de las negociaciones formales con el gobierno de China, anunciado por el Poder Ejecutivo el pasado miércoles, generó repercusiones positivas, pero también de las otras. Por ejemplo, el departamento de Desarrollo del PIT-CNT mostró “preocupación” por la noticia.
En la central obrera entienden que el acuerdo “podría beneficiar” a los agroexportadores y algún otro sector vinculado a la exportación de la materia prima, pero dejaría otros tantos “perdedores”, en particular a la industria manufacturera, el sector metalúrgico, el plástico, el textil y el siderúrgico, entre otros.
“Lamentablemente, si se avanza en este TLC, realmente nos vamos a quedar sin la poca industria nacional que aún queda”, expresó Danilo Dárdano, coordinador del departamento de Desarrollo Productivo. Además, aseguró que este tipo de tratados con grandes países como China o Estados Unidos son “desastrosos” para un país de nuestra escala y nuestro nivel de producción: “Vamos a morir con los ojos abiertos”, consideró.
“Realmente estamos preocupados, y seguramente en los próximos tiempos cercanos estaremos movilizándonos en defensa del trabajo y la industria nacional”, agregó, y afirmó que los medianos y grandes empresarios se transformarán en importadores, pero los pequeños quedarán sin trabajo.
Más repercusiones
A nivel político, el senador del Frente Amplio (FA) Daniel Caggiani valoró positivamente la noticia y, a partir de eso, dijo que reiteraría la convocatoria al canciller Francisco Bustillo a la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado, para que informe cuáles son los contenidos del estudio, sus resultados y más detalles.
“Todavía queda mucha tela por cortar. Estos procesos llevan mucho tiempo y debemos tener mucha cautela y tranquilidad en el análisis de su proceso y todo lo que envuelve”, comentó el senador por el Movimiento de Participación Popular (MPP).
En lo que tiene que ver con lo local, el que se expresó este viernes fue el excanciller y exvicepresidente Rodolfo Nin Novoa, quien consideró que es “muy bajo” el porcentaje de que se concrete y que el interés del gigante asiático es “geopolítico” y no comercial.
“Los chinos, a diferencia de los Estados Unidos, son antiquísimos comerciantes; tienen flexibilidad, pero también piden cosas. Cuando nosotros vayamos a pedir la rebaja de los aranceles de los 10 productos principales que exportamos a China, que son todos del agro, si se bajan los aranceles de ahí indudablemente el vendedor uruguayo es uno de los grandes ganadores, pero después van a pedir alguna cosa”, sostuvo, entrevistado en el programa Punto de Encuentro de Radio Universal.
“De cualquier manera, un TLC tiene varios capítulos. En muchos Uruguay ha avanzado en el período anterior. Nosotros avanzamos en obstáculos técnicos para el comercio, en normas aduaneras, en protocolos sanitarios; lo que falta hacer es en los bienes, los aranceles sobre bienes. Lo que puede tener de positivo esto es cómo reacciona Europa al tratado que tenemos con el Mercosur, que se cerró en 2019”, acotó.
Una cumbre difícil
El próximo jueves se llevará a cabo una nueva cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur). En ese marco, Uruguay recibirá la presidencia pro tempore del bloque y, obviamente, el TLC anunciado será un tema de conversación en esta instancia, tal como lo afirmó el presidente Luis Lacalle Pou en la conferencia.
En este sentido, hay dos noticias que parecen complicar a Uruguay de cara a este encuentro regional: una, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no estará presente. El país vecino se mostró a favor de la flexibilización del bloque y en ese sentido llegó a un acuerdo comercial con nuestro país. La segunda es que Paraguay está analizando el asunto, pero primariamente entiende que Uruguay “viola el tratado” del Mercosur, según dijo el vicecanciller paraguayo, Raúl Cano Ricciardi.
Ricciardi dijo que se pidió a Uruguay que explicara los fundamentos y pormenores de su determinación, sobre la que dijo que tomaron nota y será analizada por los ministros y presidentes en Asunción. "Nosotros renunciamos a una política individual para ir a negociar en conjunto; entonces, nosotros reivindicamos lo que establecen los textos fundacionales del Mercosur", planteó.
Por su parte, Argentina, que ya había manifestado su disconformidad anteriormente, dice ahora que el "estudio preliminar de factibilidad" deberá ser tratado "hacia adentro" del Mercosur y analizado "por todos los países miembros".
Desde el área económica de la Cancillería emitieron un comunicado en el que advierten: "La Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales destacó que está en etapa de evaluación la decisión de Uruguay de comenzar próximamente conversaciones para suscribir un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, sin la participación del Mercosur".
"Lo que Uruguay ha hecho es avanzar en un estudio preliminar de factibilidad que luego deberá ser tratado e internalizado hacia adentro del Mercosur y debe ser analizado por todos los países miembros", agrega el texto, que remarca que cada vez que el bloque "ha podido conseguir acuerdos extra-Mercosur con otros países u otras regiones, lo que siempre se ha hecho son estudios donde tiene que haber un consenso de todas las partes".