En la previa del partido entre Nacional y Boca Juniors, por el partido de ida de octavos de final de la Copa Libertadores, varios hinchas xeneizes fueron reprimidos por efectivos policiales que se trasladaban a caballo. Las imágenes se viralizaron rápidamente por redes sociales y muchos usuarios comenzaron a cuestionar la organización del operativo.
Sin embargo, desde el Ministerio del Interior explicaron que todo se estaba dando con normalidad, hasta que en determinado momento comenzaron a llegar más de 4.000 hinchas argentinos, de los cuales 850 —al menos— no tenían entradas, según comunicó el club uruguayo.
La fuente explicó que estas personas pretendían ingresar “a prepo”, pese a no tener el boleto correspondiente. Como se suele hacer en estos casos, primero se les advirtió que no podían pasar y que, en caso de seguir intentándolo, se procedería a reprimir.
Ante el caso omiso de los involucrados, los efectivos utilizaron gases lacrimógenos y munición no letal para impedir que los hinchas ingresaran al Gran Parque Central. Luego se generó otro incidente, esta vez con los parciales que sí habían conseguido parte de las 2.000 entradas.
Lo que sucedió fue que hicieron avalanchas para pasar el control sin ser inspeccionados a través de los puntos dispuestos para ello. Además de la represión, esto provocó que la barra brava de Boca, conocida como La 12, entrara al estadio más tarde de lo previsto.
Desde la cartera de seguridad consideran que el operativo se dio dentro de lo previsto, más allá de los incidentes puntuales con los argentinos. De esta manera, destacan el trabajo que se realizó con la Policía argentina en los pasos de frontera, sobre todo en el control de los visitantes.