La mujer que mató este sábado de un disparo a su esposo en el hospital de Daytona Beach (Florida) donde estaba internado en estado terminal fue acusada formalmente de homicidio en primer grado y otros delitos y quedó detenida sin fianza este domingo.
Ellen Gilland, de 76 años, compareció este domingo por primera vez ante un juez, el cual le dijo que “por la naturaleza” del caso iba a permanecer detenida hasta la siguiente audiencia.
Además de homicidio en primer grado, se le imputaron tres cargos por asalto agravado.
Según le dijo Gillan a la policía este sábado, su marido, Jerry Gilland, de 77 años, le había pedido que lo matara y el plan incluía que ella se quitara la vida después, informaron medios locales este domingo.
“Como él estaba en estado terminal, tuvieron una conversación y planearon qué hacer aproximadamente tres semanas atrás”, dijo el jefe de policía de Daytona Beach, Jakari Young, según los canales de televisión de esa ciudad situada en la costa este de Florida.
Ellen Gilland fue detenida nada más salir de la habitación del hospital AdvebtHealth donde estaba su esposo, en la que se atrincheró después de haberle disparado y de la que no salió hasta unas tres horas después, según la policía.
Young contó este domingo que los agentes especiales SWAT usaron un dispositivo llamado “flash bang”, que produce un gran estruendo, para distraerla y quitarle el arma.
Según un comunicado policial difundido el sábado tras conocerse que Gilland había matado a su esposo, agentes negociadores trataron de convencer a la mujer armada de que saliera de la habitación y se entregara.
La policía pidió a la gente que no se acercara al lugar y la zona del Hospital AdventHealth donde ocurrieron los hechos fue evacuada para proteger al personal y los pacientes.
Según Young, en esa zona para enfermos terminales, situada en el piso 11 del hospital, la mayoría de los pacientes están conectados a respiradores, por lo que fue muy difícil la evacuación.
Según el Canal 9 de Daytona Beach, todavía no se sabe cómo hizo Ellen Gilland para burlar los controles del hospital e introducir una pistola en el centro médico.
EFE