La empresa Equipos Consultores publicó este miércoles una nueva encuesta de opinión pública sobre la gestión del presidente, en el marco del denominado caso Astesiano, que ha generado fuertes críticas de la oposición.
Según manifiesta el texto de la encuesta, al comenzar diciembre la opinión de los uruguayos está dividida sobre Lacalle: un 44% aprueba la gestión, mientras que un 40% la desaprueba y un núcleo “minoritario”, que tiene juicios intermedios (no aprueba ni desaprueba), llega al 14%.
Equipos destaca el saldo positivo de Lacalle ya finalizando 2022. Actualmente, según dijeron, es de +4, cifra que surge de la resta entre la aprobación y la desaprobación.
Si se analiza en el tiempo, según Equipos, es la medición más baja que tuvo el presidente en lo que va de su gestión. Es la primera vez que la aprobación desciende del 45% y también es la primera ocasión en que las opiniones negativas alcanzan el 40%.
“Si bien las variaciones respecto a la medición anterior de fines de octubre podrían considerarse moderadas (de hecho, dentro o al límite del margen de error), la comparación con la medición previa de principios de octubre muestra el panorama más claramente. Entre ese momento (recién iniciado el episodio vinculado a Astesiano) hasta la medición actual de principios de diciembre, la aprobación al presidente pasa de 49% a 44% (caída de 5 puntos), y la desaprobación sube de 32% a 40% (crecimiento de 8 puntos). El saldo neto, entonces, pasa de +17 en aquel momento a +4 en la actualidad”, explica la consultora.
Equipos destaca que esta es la segunda ocasión en que la aprobación tiene una caída “significativa” en lo que va del gobierno. La anterior fue entre mayo y junio del año pasado, cuando se registró una pérdida de 13 puntos de aprobación y un aumento de 8 puntos porcentuales en la desaprobación.
Asimismo, el trabajo destaca que el mandatario mantiene una alta aprobación entre personas que se autoidentifican de “derecha” y “centro derecha” (72%), mientras que en votantes de izquierda la desaprobación es contundente (77%). En los votantes de centro, por su parte, la evaluación se mantiene con un saldo positivo: 49% de aprobación y 29% de desaprobación.
“Los juicios sobre el presidente llegaron en diciembre al punto más bajo de la gestión hasta el momento. ¿Llegaron a su piso? ¿El presidente recuperará terreno y volverá a sus niveles anteriores? ¿Continuará la tendencia descendente? Son todas preguntas relevantes y significativas en estas circunstancias”, menciona el análisis de Equipos, y agrega que la mejor forma de saberlo es analizando otros períodos de gobierno, que son siete desde que se comenzaron a realizar las encuestas.
“En tres de los casos anteriores, la aprobación presidencial siguió el tradicional modelo de ‘u’, es decir, un inicio con niveles altos, años intermedios con aprobación a la baja, y una recuperación al final. Esta forma de ‘u’ puede verse claramente en la trayectoria de las presidencias de Tabaré Vázquez en su primer gobierno (2005-2009), de José Mujica (2010-2014), y también (en otros niveles y con menor intensidad), en el de Lacalle Herrera (1990-1994). Estos tres ejemplos tienen en común que el ‘año del medio’ fue el punto más bajo de evaluación de la gestión, y todos tuvieron una recuperación al final que los acercó aproximadamente a sus niveles iniciales”, se plantea.
No obstante, hay otros presidentes que no siguieron el mismo patrón, por ejemplo, Jorge Batlle: su año más bajo no fue el año de mitad de gestión, sino el año siguiente. Misma situación vivió Tabaré Vázquez en su segundo período de gobierno. “Una constatación empírica más. Todos los presidentes hasta ahora han crecido sobre el final (aunque con intensidades muy distintas), y registrado una mayor aprobación en su último año que en el ‘año del medio’”, señala la encuesta.
Finalmente, el documento indica que las preguntas planteadas anteriormente no tienen respuesta aún y que solo el paso del tiempo permitirá dilucidarlas, aunque entienden que es “claro que, cualesquiera sean las respuestas, tendrán consecuencias significativas no solo respecto al devenir del propio gobierno, sino también sobre el contexto electoral del 2024”.