Encontraron en el Museo Histórico Cabildo de Montevideo restos coloniales, en el mismo lugar en el que se iba a instalar un ascensor, informó Búsqueda y confirmó Montevideo Portal.
El hallazgo tuvo lugar después de que la directora del museo, Rosana Carrete, pausara el inicio de la obra, ya que, a pesar de que desde la Intendencia de Montevideo (IM) y el Cabildo habían intercambiado con la Comisión de Patrimonio, en el pliego no se había contemplado la intervención de arqueólogos, necesario para edificios coloniales en Ciudad Vieja.
El director de Artes y Ciencias de la IM, Antonio Salgueiro, dijo a Búsqueda que ese “problema” de cuando inició la obra, “al segundo día se subsanó”.
Una vez iniciada la obra —en realidad las excavaciones previas requeridas por ley—, trajo sorpresas: el hallazgo de restos coloniales a unos “80 centímetros” de otra excavación de 2018, que no había vislumbrado ningún otro descubrimiento.
En diálogo con Montevideo Portal, Carrete explicó el detrás de su pedido del ascensor, una solicitud que data del año 2013, y aseguró que desde que el cabildo “es museo, no hay registro de que se hayan hecho excavaciones y hayan aparecido este tipo de elementos”.
La sorpresa
La zona donde encontraron los restos coloniales que descubrió el equipo de arqueólogos ya había sido excavada hace seis años, cuando se había roto un caño de saneamiento.
“También, porque es requerimiento en Ciudad Vieja, se trabajó con arqueólogos. En ese momento no había aparecido nada”, dijo la directora.
Después de nueve meses de obra, intercambios con Patrimonio y excavaciones, el caño quedó reparado. Luego, volvieron a poner las lozas correspondientes. Y todo siguió como siempre.
Ahora, seis años después, con un ascensor a punto de concretarse, se encontraron restos en un primer pozo. Primero, fueron “pequeños elementos, como semillas, botones, balas”, dijo Carrete.
La arqueóloga Nicole de León, que trabaja en las excavaciones del Cabildo, dijo a Montevideo Portal que se encontró una “estructura circular” que, según la hipótesis de los expertos, podría ser una fuente colonial, construida con ladrillos de 40 por 20 centímetros.
“Tiene una importancia grande, que es cómo se abastecía la ciudad de Montevideo hace unos 150 años. Casi lo mismo que existe aguas corrientes, OSE, que estaban ubicadas en diferentes partes de la ciudad”, dijo De León.
Además, en las excavaciones se encontraron “objetos” que “hablan de la vida cotidiana” de la población montevideana a mediados del siglo XIX: botellas de vino, de ginebra —una está completa y es holandesa—, hebillas, una moneda, peines, pipas, productos alimenticios —hueso, carbón, vacas, aves, pescado—.
De oficina estatal a museo
A lo largo de su construcción, el edificio patrimonial “sufrió alteraciones”. Su primera instalación fue en siglo XVIII, cuando se convirtió en el primer Cabildo de la ciudad.
En 1804, el arquitecto Tomás Toribio comenzó la obra que se conoce en la actualidad sobre aquel emplazamiento. Con la revolución oriental de 1811, las obras se detuvieron. Luego llegaría la planta alta.
En ese edificio se marcó la historia. En 1830 se firmó en el Cabildo la primera Constitución del país. Después, fue la sede de la Asamblea Constituyente, hasta que se trasladó al Palacio Legislativo.
Asimismo, fue sede de varias oficinas estatales como del Ministerio de Relaciones Exteriores en 1939 y de la Corte Electoral.
Hasta que, en 1950, entró en la órbita de la IM, y en 1958 se convirtió en museo.
El pedido del ascensor
Hace 11 años que Carrete es la directora del Museo Histórico Cabildo de Montevideo; hace 10 que está “tratando” de que el museo “tenga un ascensor”. La explicación se debe a la accesibilidad, para que las personas que visitan el espacio, que crece cada año, puedan “acceder a la planta alta no por escalera, sino por ascensor”.
“Fue in crescendo la cantidad de público que concurre, entre ellos muchos niños del programa educativo. Es un requerimiento del público”, expresó. Entonces, en 2014 comenzó a trabajar con la cátedra de Accesibilidad de la Facultad de Arquitectura. Sin embargo, “por cuestiones presupuestales, por un tema, justamente, de las dificultades que ofrece un edificio patrimonial grado 4, se fue postergando esta decisión”.
De acuerdo con la página de la IM, el hecho de que un edificio sea grado 4 implica que es “de valor excepcional”, que “debe ser conservado integralmente” y que “solo se admitirán en él apropiadas y discretas incorporaciones de elementos de acondicionamiento”.
La concreción del ascensor se enmarcó en los 300 años de Montevideo. El pedido de esta medida de accesibilidad en un museo al que concurren “70 mil personas al año” es, entonces, “un reclamo frecuente de niños en sillas de ruedas, de habitantes con movilidad reducida en una población bastante añosa”.
“El reclamo ya había sido tomado, pero las posibilidades recién surgieron ahora”, señaló la directora.
Según Búsqueda, la empresa ganadora de la licitación para la obra en el Cabildo fue América Ascensores, por un monto de $ 8.879.695.