"Una vez más, le pedí al presidente ruso la liberación de Navalni", afirmó Merkel durante una rueda de prensa conjunta con Putin en Moscú, en el primer aniversario del envenenamiento del activista anticorrupción.
Hace un año, el opositor fue objeto de un envenenamiento atribuido a las autoridades rusas, algo que el Kremlin niega, y pudo salvar su vida en Alemania, pero en enero regresó a Rusia, donde fue encarcelado.
El presidente ruso se defendió este viernes diciendo que su principal opositor no está detenido "por sus actividades políticas", sino por "una infracción criminal con socios extranjeros".
"Pido que las decisiones judiciales de la Federación Rusa sean tratadas con respeto", agregó Putin, en el poder desde el 2000 y para quien "la lucha contra la corrupción no debería usarse para lograr fines políticos".
Las autoridades se emplearon en los últimos meses en desmantelar toda la red de Navalni antes de las elecciones legislativas de septiembre, poniendo incluso a sus aliados en libertad vigilada.
La petición de Merkel se suma a la del presidente francés, Emmanuel Macron, que el jueves durante una conversación telefónica urgió a Putin a liberar a Navalni.
El Reino Unido anunció además este viernes sanciones contra siete agentes de seguridad rusos por su presunto papel en el envenenamiento.
El opositor, en una prisión a 100 kilómetros al este de Moscú, aprovechó la visita para lanzar un mensaje en redes sociales para agradecer a todos aquellos que le salvaron la vida.
"Tengo una segunda oportunidad de vivir y de tomar todas las decisiones que estimo justas y honestas", afirmó.
- Evitar el "colapso" de Afganistán -
La discusión, que también abordó cuestiones como Afganistán o Ucrania, se anunciaba difícil por las "diferencias profundas" entre ambos, en palabras de Merkel a su llegada a la capital rusa.
Tras haber depositado una ofrenda floral en la tumba del soldado desconocido en Moscú, la canciller fue recibida en el Kremlin por el Vladimir Putin, que la esperaba con un ramo de flores.
Durante sus 16 años de mandato, la jefa del gobierno alemán ha mantenido una ininterrumpida relación compleja y ambivalente con el mandatario ruso, ambos veteranos de la escena internacional.
Merkel, rusófona crecida en la RDA, y Putin, que habla alemán por sus años de servicio en el KGB en Alemania del Este, siempre han reivindicado una verdadera relación de trabajo a pesar de sus diferencias.
Desde 2005, han discutido duramente o con ironía, sobre muchos temas, desde Siria hasta Ucrania o Bielorrusia, los ciberataques atribuidos por Berlín a Moscú o el envenenamiento de Navalni.
Sobre Afganistán, el presidente ruso pidió a la comunidad internacional que impida el "colapso" y advirtió que debe impedirse que los "terroristas" salgan del país, ocultos como refugiados.
Putin pidió además que no se intente imponer "valores ajenos" en el país ni "la democracia en base a modelos extranjeros". "Creo que esa es la lección de Afganistán", subrayó durante la rueda de prensa.
- "Mantener con vida" negociaciones sobre Ucrania -
En este vigésimo viaje oficial a Rusia, Angela Merkel cierra la relación con la constatación del fracaso en un asunto que le fue prioritario: la resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania, en punto muerto.
"Aconsejo continuar intentando mantener con vida este formato [de negociaciones de paz] y que no acabe en un callejón sin salida", aseguró Merkel, para quien "los avances no son tan rápidos" como esperaban.
"No hay ningún otro instrumento para lograr la paz", abundó Putin, que acusa a Ucrania de sabotear las conversaciones.
Kiev acusa por su parte a Moscú, que anexionó en 2014 la otrora península ucraniana de Crimea, de desviar las negociaciones con su apoyo militar, no reconocido pero evidente, a los separatistas prorrusos en el este del país.
La canciller dijo a Putin que trabajará por preservar "la integridad territorial de Ucrania hasta el último día" de su mandato. Merkel viajará el domingo a Kiev para reunirse con el presidente Volodimir Zelenski.
Ambos líderes insistieron además este viernes en la utilidad del gasoducto Nord Stream 2 entre sus respectivos países, pese a las reticencias de Estados Unidos y a que reducirá el papel de Ucrania en la llegada de gas ruso a Europa.
Con información de AFP