Este jueves 1º de setiembre se cumplieron 30 meses de gestión del Gobierno nacional encabezado por el presidente Luis Lacalle Pou, lo marca la mitad del tiempo del mandato. Previo a esta fecha, Opción Consultores consultó a la ciudadanía sobre la gestión precisamente, y 41% de los uruguayos respondió que la aprueba y un 27% la desaprueba.
Rafael Porzecanski, sociólogo y director de Opinión Pública y Estudios Sociales de Opción, informó en Telenoche que 11% que califica como “muy buena” y 30% restante que la considera “buena”. Por otra parte, la desaprobación se desglosa entre 17% que sostiene que la gestión “es mala” y otro 10% que la cataloga como “muy mala”.
Existe a su vez un significativo 31% que realiza una evaluación intermedia, calificando a la gestión como “ni buena ni mala”.
“Comparando aprobación y desaprobación, el gobierno logra cerrar la primera mitad de su mandato con una brecha positiva de 14 puntos”, destaca Opción en su análisis. “En los últimos 30 años (lapso del que se dispone evidencia de opinión pública), únicamente las dos primeras administraciones del Frente Amplio habían logrado llegar a la mitad del mandato con saldo positivo de aprobación. Por tanto, comparativamente, los registros de aprobación del actual gobierno continúan situándose entre los más elevados del período posterior a la recuperación democrática”, agrega el informe al que accedió Montevideo Portal.
Por otra parte, “a pesar del predominio de la aprobación sobre la desaprobación, la tendencia desde el comienzo de la gestión ha sido predominantemente descendente”. Opción recuerda que “Lacalle Pou comenzó su luna de miel con 62% de aprobación, 21 puntos más que en la actualidad”.
“Además, los dos últimos trimestres han sido relativamente adversos para el gobierno en términos de su imagen general ante la ciudadanía. Del primer al segundo trimestre de 2022, la aprobación cayó 5 puntos. Ahora, comparando este trimestre con el anterior, vuelve a registrarse una caída de 5 puntos adicionales. ¿Habrá tocado o estará cerca de su piso la aprobación del actual gobierno? A juzgar por la evidencia de administraciones pasadas, esta podría ser una posibilidad de no mediar factores extraordinarios. Durante los tres gobiernos anteriores (todos ellos del Frente Amplio), los pisos de aprobación se registraron justamente a mitad de término y todos ellos recuperaron su imagen (en grado variable) durante el tramo final del mandato”, agrega el informe.
La mirada larga
Porzecanski plantea que al igual que en el trimestre previo, la caída de la aprobación se explica principalmente por cambios al interior del electorado oficialista. “Esperablemente, la mirada del gobierno sigue fuertemente condicionada según las preferencias partidarias y de bloque de los uruguayos. Entre quienes votaron a partidos de la actual coalición de gobierno, sigue siendo muy amplia la prevalencia de una mirada positiva sobre la gestión, existiendo un 67% que la califica como muy buena o buena”, destaca.
Sin embargo, hay un descenso importante de la aprobación respecto al trimestre previo, pasándose de 79% a 67%, caída de 12 puntos claramente por fuera del margen de error estadístico. Este descenso de la aprobación se traduce en un incremento de la aprobación neutra dentro del segmento oficialista, que pasa de 15% a 24%. Complementariamente, también sube 3 puntos la desaprobación, aunque desde pisos muy bajos, pasando del 4% al 7%.
“En la mirada ‘larga’, es decir desde el comienzo de la gestión, podría decirse que al interior del electorado oficialista la principal tendencia ha sido la progresiva caída de la aprobación, pasándose de una situación de apoyo casi unánime a una situación de apoyo mayoritario”, sostiene Opción.
En tanto, al interior del electorado que votó al Frente Amplio en 2019, se mantiene una situación de clara brecha negativa de aprobación, registrándose hoy un saldo de -47, que surge de restar al 9% de aprobación el 56% de desaprobación. También en el electorado opositor, el gobierno toca en este trimestre su mínimo histórico de aprobación, bajando un punto frente al trimestre anterior. Sin embargo, el nivel de desaprobación también es 5 puntos menor al del trimestre previo. Por tanto, también entre los frenteamplistas, este trimestre está signado por un incremento de la aprobación neutra, aunque los cambios son más leves que al interior del electorado de la coalición oficialista. Si se observa la serie completa, se concluye que la tendencia prevalente entre los frenteamplistas ha sido la de un ensanchamiento de la brecha negativa de aprobación, producto tanto de la caída de la aprobación como del crecimiento de la desaprobación desde que comenzó el gobierno hasta ahora.
Economía
La consultora se pregunta si vamos hacia “un alineamiento de la aprobación general de gestión y la aprobación de gestión económica”.
“Habitualmente, la mirada sobre la gestión económica tiñe fuertemente la evaluación general de los gobiernos. En el pasado gobierno del Dr. Vázquez, por ejemplo, aprobación general y aprobación económica tuvieron un comportamiento fuertemente alineado. En el actual gobierno, la aprobación general de gestión estuvo invariablemente por encima de la aprobación de gestión económica. Esto sugiere que los uruguayos pusieron en la balanza aspectos adicionales al evaluar al gobierno en su conjunto. La evidencia cualitativa también se alinea con esta hipótesis, dado que la gestión gubernamental de la pandemia ha sido y sigue siendo el atributo positivo de gestión más destacado”, responde Porzecanski.
Sin embargo, “largamente superado el contexto pandémico, la evaluación de gestión general y gestión económica parecen estar convergiendo”. En ese sentido, agrega que “este trimestre es de hecho aquel de mayor similitud entre estos indicadores, con la aprobación general superando únicamente por 3 puntos a la aprobación económica (41% y 38% respectivamente)”.
En conclusión, según el analista político, “todo indica entonces la consolidación de un contexto típico de opinión pública, en el que la aprobación de gestión depende primordialmente del comportamiento de indicadores de amplio impacto en el humor ciudadano (desempleo, inflación, salarios), del nivel de apoyo a las políticas económicas tomadas por el gobierno y de la atribución de responsabilidad al gobierno respecto a los problemas económicos que enfrenta el país”.