El huracán Ian de categoría 4 y con vientos de más de 240 km/h dejó un balance de 23 víctimas mortales en Florida, según informaron las autoridades del estado estadounidense. Muchas de las víctimas murieron ahogadas, dijo a la AFP el Departamento de Policía en un comunicado. Medios estadounidenses arrojan balances incluso más altos citando funcionarios del condado, como CNN que informó sobre 45 decesos por el paso de la tempestad, consignó AFP. El jueves 29 de setiembre Ian arrasó en Naples, una pudiente ciudad del sureste de Estados Unidos.

En este sentido, el ciclón destruyó el muelle, así como también dejó inundaciones históricas, muchos residuos, autos y casas destruidas. Asimismo, las autoridades estiman que hay cientos de personas atrapadas en sus hogares, después de que no siguieran las órdenes de evacuación que se emitieron antes de la llegada del huracán, indicó BBC. Algunas se encuentran en áreas que solo son accesibles por puentes que quedaron destruidos.

“Este podría ser el huracán más letal en la historia de Florida”, dijo el presidente estadounidense, Joe Biden, durante una visita a las oficinas de la agencia federal que combate los desastres naturales, FEMA, en Washington.

En una conferencia de prensa el jueves por la noche, dijo que esperaba numerosas muertes por el huracán. 

DeSantis no proporcionó una cifra provisional y prefirió esperar a que se confirme un balance oficial "en los próximos días". 

“Se han realizado más de 700 rescates confirmados, y seguramente habrá muchos más cuando lleguen más datos”, dijo el pasado jueves el gobernador de Florida, Ron DeSantis.

¿Hacia dónde se dirige ahora el huracán Ian?

El huracán Ian tocó tierra este viernes en Carolina del Sur, acompañado de vientos de hasta 140 km/h, tras arrasar zonas de Florida, anunció el Centro Nacional de Huracanes y consignó AFP. 

Ian entró al continente cerca de Georgetown, Carolina del Sur, según la misma fuente. El presidente Joe Biden instó, justo antes de la llegada de la tormenta, a los habitantes de este estado a escuchar los llamados a la cautela de las autoridades locales.