En el libro recientemente publicado "Los de arriba: estudios sobre la riqueza en Uruguay" (Fucvam), que cuenta con artículos de diferentes académicos nacionales, la economista Evelin Lasarga dedicó un capítulo al análisis de la incidencia que tiene la herencia en la distribución de la riqueza en el país.
En el capítulo se advierte, en primer término, que la evidencia en Uruguay es limitada para realizar ese tipo de trabajos debido a que hay "muy poco estudio acumulado sobre la herencia, sus características y su efecto en la distribución de la riqueza".
El trabajo define a la herencia como: "La riqueza que pertenecía a otro individuo, pero fue obtenida legalmente por la muerte del mismo, las transferencias o regalos intergeneracionales entre vivos, de manera de incluir todos los factores arbitrarios en la transmisión intergeneracional de la desigualdad".
La autora afirma que, en cuanto a las personas poseedoras de riqueza en Uruguay, según estudios del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la Universidad de la República, cerca del 71% de los uruguayos cuenta con algún tipo de riqueza y 69% es propietaria de alguna vivienda, mientras que 17% posee algún negocio. De esos porcentajes, el trabajo sostiene que de ese 71% de riqueza, 23% se adquirió mediante herencia.
"Desde la perspectiva del stock total de riqueza se obtiene que cerca de un tercio del total de riqueza proviene de herencias. Los otros dos tercios en la mayor parte de riqueza es creada o comprada", concluye la autora.
A su vez, el trabajo asegura que hay una gran acumulación en los sectores más altos de la sociedad: el 10% más rico capta el 63% de la riqueza y el 1% más rico el 28%. Si se considera el 5% superior, la riqueza acaparada es casi la mitad del total (49,9%).
Larsaga señala que "pertenecer a un hogar heredero y dueño de negocios, impacta positivamente en la tenencia de riqueza", mientras que el clima educativo tiene una incidencia más baja.
"El 1% más rico de la población posee casi un 72% y el 5% más rico posee aproximadamente el 86% de los negocios. La vivienda se encuentra distribuida en forma más igualitaria que los negocios, aunque la concentración también es evidente", sostiene Larsaga, que agrega que los negocios son los activos de riqueza que se encuentran más concentrados.
En esta línea, agrega que la mitad de la población más pobre se apropia de casi 4% de la vivienda, mientras que el 10% más rico tiene 60% de la riqueza inmobiliaria del país.
La autora indica que si se analiza la "forma de obtención de la riqueza en el país, la heredada muestra mayores niveles de concentración, debido a que el decil más rico cuenta con un 72% de la riqueza heredada frente a 59% de la comprada".
"Estos datos evidencian que la riqueza heredada presenta una mayor concentración en los sectores más ricos de la población, ya que en los primeros cinco deciles no parecen existir diferencias significativas entre ambos tipos de obtención de riqueza", apunta Lasarga.
Los índices de desigualdad, prosigue la autora, confirman que la riqueza heredada es "la variable que se encuentra más concentrada, con un índice de Gini de 0,95 frente a un valor de 0,72 para el nivel general de riqueza".
A su vez, si se toma el mismo índice para analizar la distribución en los ingresos, el índice se ubica en torno a 0,4 en el país, según datos del Banco Mundial.
El coeficiente de Gini es una herramienta utilizada para medir la desigualdad, en particular la de los ingresos auqnue también es utilizada para otras varibales. Cuánto más cerca de 0 se esté implica mayor igualdad, mientras que tendiendo a 1 significa mayor desiguladad.